@NataliaGnecco
“Conocí a Ronald en un bar y de inmediato me dio el número de su celular, luego empezó a enviarme muchos mensajes de texto, me invitó a tomar un café, después a un trago, hablamos un poco sobre las historias de la U, de los amigos en común, de nuestra infancia, deportes, programas de televisión favoritos, etc, etc. La química fue instantánea, rumbeábamos mucho y el sexo era espectacular, pero al cabo de seis meses todo ese encanto se esfumó… él cambió y me empecé a aburrir como una ostra”. Así resume Laura, abogada de 29, lo que pronostica el escritor Walter Riso: “sí te aburres con tu pareja, algo anda mal; porque cuando la rutina asoma, el desamor empieza”.
Averiguar qué llena de hastío a una pareja es un arma de doble filo, porque hay personas que sacan un listado más largo que una semana sin pan y otras que se pasan de breves, como Belén, artista de 49 años, quien siente que ya se quitó el piano de encima, es decir a su huraño antropólogo de 63 años. Gritando a los cuatro vientos la paisa confiesa: “terminé con mi novio por su mal genio, eso me aburrió.”
Sin ver la emoción de Belén por haber recuperado su libertad, vivir tranquila y feliz, Paloma, arquitecta de 40 solo se atreve a pedir un almanaque Bristol, con ironía me explica: “necesito hacer un doctorado en fases de luna, porque definitivamente me toca adivinar cómo amanece mi novio todos los días y eso es muy tedioso”. Pero si hay mujeres que conviven con la bipolaridad, hay quienes están que tiran la toalla con cierto tipo de dependencia afectiva de sus maridos, como es el caso de Ángela, ingeniera de 52, quien con resignación afirma: “Me aburre sobre manera que la hermana mayor de mi esposo le maneje toda su vida y él se lo permita: a dónde viajar, qué comprar, a dónde mandar a mi hijo de curso de verano, qué regalar en la fiesta, ¡TODO! Hasta dónde tengo que ir hacer el mercado”.
Pasando al mundo virtual, en un animado chat de amigas que nacieron en los 70, Ximena, profesora de meditación budista al ver que ninguna de sus contemporáneas se anima a responder señala: “a mí me aburrían las respuestas toscas por la mañana… de la nada un respondón agresivo”. De inmediato Sonia, diseñadora de modas dice: “los hombres escuchan solo lo que les conviene y cuando están viendo televisión, mejor ¡ni hables!” De repente a quienes todas llaman La Negra, manda su mensaje: “me aburre demasiado que mi pareja diga mentiras, de tanto mentir, se enreda y da versiones diferentes… Piensa que soy tarada, se le olvida que vive con una experta en investigación judicial”.
De regreso a las conversaciones presenciales, Adriana, asesora jurídica indica que su pareja la conquistó ufanándose de ser un buen “catre”, pero su relación cayó en la monotonía a tal punto que ahora la mejor manera de describir a Oscar es con el Meme que anda rodando por las redes: “cuando te dije que en el sexo eras como Nairo, no me refería a que fueras bueno, sino a que siempre llegabas de primero».
Si algunas voces de protesta se levantan cuando se trata del sexo, otras quieren estallar al abordar el tema económico. Catherine, economista de 36 no pudo lidiar más con la tacañería del tipo con quien salía, todavía se molesta al recordar su experiencia: “después de invitarme a cenar en donde yo quisiera, cuando ordené mi plato, Rafael me reclamó, (sin pena, ni disimulo) porque lo mío era más costoso que su pasta, de la piedra pedí una sopa de tomate. Preferí no decir nada porque era un caso perdido seguir saliendo con alguien así, ¿por qué tiene que ser tan egoísta, miserable un hombre soltero, sin hijos y con un buen salario?
Y como aburrirse de su pareja no está limitado por la edad, dos jóvenes universitarias, estudiantes de arquitectura deciden compartir también su opinión. Para Daniela de 19 años lo que más le fastidia de su novio es que sea celoso, pues vive pendiente de quiénes le dan «like» a sus fotos en Instagram. Su mejor amiga, Valentina, de 17 años afirma que lo que más odia es que Jaime se ponga a beber con sus amigos, hasta embrutecerse y para rematar no quiera cambiar su comportamiento por ella.
¿Y qué dicen ellos?
La cantaleta es apenas una de las muchas razones que aducen los hombres como Fabián para explicar por qué se aburren de una mujer. Para el odontólogo de 56 años no hay nada peor que una mujer esculque la billetera, revise bolsillos, lea tus chats y sea cantaletosa: ¿a dónde vas? ¿con quién hablas? ¿por qué tienes que ir al consultorio a esta hora? ¿cuál era esa paciente? Enervado concluye: “no puedo con eso, en ningún tono”.
Por su parte, Carlos José asesor de viajes de 49 años hace una prolongada reflexión antes de comentar: “me aburre que a mi novia le encante recibir cositas bonitas, noticas de amor, flores, pero no me da ni un beso de agradecimiento, mejor dicho ni una M! Como la acostumbré a recibir tanto cariño, cuando no soy especial me reprocha diciendo que cómo he cambiado. La verdad, todo artista se debe a su público, es absurdo seguir siendo tan pendejo, sin saber si eso sirve para algo o no. Mejor dicho, la falta de reciprocidad acaba con cualquier sentimiento.”
En la misma tónica se muestra Alfonso, webmaster de 48 años, quien cree firmemente que no importa si mañana le regala a María Luisa su compañera un viaje a Las Bahamas, o un anillo de diamantes, porque eso siempre sumará un puntico a su favor, el cual se puede anular con un día que se le olvide lavar los platos o riegue dos goticas de pis, por fuera del bizcocho sanitario. Con sarcasmo dice: “vivo en sobre giro afectivo, así le compre un carro último modelo, eso no equivale a tres millones de puntos, en la lógica femenina eso suma un punto y si de bruto no le ayudo a cargar el mercado, pierdo todo de una. Eso es muy, muy aburridor”.
Al contrario de Alfonso, Mario piensa que encontró la fórmula ideal, sonriendo el experto en marketing digital le sugiere a su coetáneo: “en el periodo de romance no hay rincón, lugar oscuro que se escape para un momento erótico y palabras dulces, hasta que cometes el gran error de casarte con ella, por eso mi recomendación es nunca te cases y seguirá siendo tu novia por 20 años. De paso se les acaban las excusas: hace mucho calor, hay mucho frío, tengo el semáforo rojo, me dio dolor de cabeza, mira que están los niños, que mejor lo hacemos por la noche, etc, etc”
Para complementar estas opiniones, no pueden faltar los veinteañeros. Juan Pablo aviador de 22 años le molesta que Andrea sea posesiva y le reclame su manera de ser, cuando se supone que por eso se enamoró de él. Mientras que a su amigo Orlando, administrador de 25, le patea que Lina no le respete su propio espacio, le diga mentiras, busque excusas, se sienta siempre aburrida o que cuando estén juntos le timbre el celular y no conteste.
¿Amores con fecha de vencimiento?
Para quienes consiguen su pareja en aplicativos, como hizo Geraldine, bacterióloga de 24, lo más aburrido de su idilio con Mateo, a quien conoció gracias a Tinder fue experimentar el famoso *Ghosting*. Con tristeza explica: “se hizo el fantasma, luego de tres meses de intercambiar muchos chats, salir, rumbear y hasta dormir juntos, se perdió, se lo tragó la tierra. Nunca supe qué le fastidió de mí, qué le hice, simplemente me silenció y listo”.
Acabar una relación de la noche a la mañana, cortando todo tipo de comunicación, no es nada nuevo, aunque según los expertos las nuevas tecnologías han hecho que esta práctica sea más común que antes, es obvio que el aburrimiento influye en el acto de escapismo de los “David Copperfield” digitales. Para el Padre Miguel Castellanos párraco de la Basílica Notre Dame de Montreal y Presidente del Consejo de Administración, el problema radica en que las relaciones de ahora tienen una fecha de caducidad, no se establece un proyecto de vida, todo es muy pasajero. Así vivan en unión libre, o estén casados, para tener una relación estable debe existir un proyecto de vida basado en valores, de lo contrario no funciona.
Al hablar sobre todos estos motivos que se escudan detrás del aburrimiento de las parejas, de la evidente falta de comunicación, Castellanos asegura: “el orgasmo dura tan solo unos segundos, si no se fundamenta la relación en valores, la primera decepción llega cuando ese deseo se calma, porque simplemente se centra la relación en dos egoísmos, dirigidos a lo que cada uno puede aprovechar del otro y ya. Eso no conduce a algo estable. La relación sexual se convierte en un simple acto de mascar chicle”.
Desde Montreal, el padre continúa explicando: “ahora la gente se une para tener vacaciones, para ir a fiestas, o pasar una noche (one night stand) y ya, sin ninguna responsabilidad, es como si quisieran tomarse una Canada Dry, estuvo ok, pero eso no es lo que quieren de la vida, al segundo intento ya no le sabe a nada, luego dicen: ¡ay, pensé que iba a durar más! Sin embargo, para que algo se consolide es necesario el verdadero amor, para lo cual no se requiere de una unión civil ni religiosa. Eso del amor eterno no es como tomarse una coca cola, que ya no me supo igual, pero quiero que perdure ese sentimiento, ese sabor inicial”.
Miguel asevera que la sociedad vende fantasías constantemente, lo último ahora es tener un iPhone 7, hay filas para comprar ese nuevo gadget, pero son deseos transitorios que no se deben trasponer en una relación, pues el objeto con el cual uno se relaciona, es diferente a los seres humanos y agrega: “vivimos en un círculo vicioso: pago, disfruto y devuelvo, pero ¿dónde queda ese ser humano que tiene dignidad, sentimientos?”
Para finalizar, el padre Castellanos, quien ha asesorado a parejas provenientes de muchos países del mundo, que sueñan con casarse en la Basílica de Notre Dame, una de las iglesias más emblemáticas de Norteamérica concluye: “existe un miedo latente al compromiso, porque algunos consideran que tener una relación es una especie de castración, cuando en realidad deben trabajar la manera de establecer un valor psicológico, económico y espiritual (dignidad, persona humana), para adquirir una verdadera estabilidad emocional. ¿Cuántos se proponen declararle a su pareja, tú eres tan importante en mi vida, te voy a respetar y a querer en forma seria?”
Fotos: telegraph.co.uk- bbc.com- lovelace-media.imgix.net-moneycrashers.com
Agradecimientos. Padre Miguel Castellanos
- Ghosting: Hacerse el fantasma y deshacernos de la gente