@NataliaGnecco


Parece increíble, pero mientras la asociación mundial WIN, catalogó a Colombia como el segundo país más feliz del mundo, con un índice neto de 87%, dos puntos más que la medición de 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que un 4.7% de colombianos sufre de depresión, lo cual supera el promedio mundial que es de 4.4%. En un país como el nuestro, si recalculamos ¿esto querrá decir que pasamos de la risa al llanto con tanta frecuencia que ya tachamos en la bipolaridad?

La verdad es que todos experimentamos a diario emociones como la ira, la tristeza y la alegría, las cuales tratamos de sortear lo mejor posible. Sin embargo, la depresión puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo, condición social, educación, nacionalidad u origen étnico. Quienes sufren de depresión experimentan sentimientos negativos más intensamente, durante más tiempo que la mayoría, tienen dificultad para controlarse y pueden tener la impresión de que la vida está limitada al sufrimiento constante, a tal punto que tienen dificultades para cumplir con sus obligaciones profesionales, familiares y sociales. La cuestión es entonces, ¿qué dispara los índices de depresión en un país?

Francisco Salas, psicólogo laboral, magister en gestión de personas y organizaciones de la UAI de Chile, licenciado en ciencias sociales, diplomado en programación neurolingüística y filósofo de la Facultad Pontificia de Lima, con diez años de experiencia en el trabajo con personas afirma que a nivel macro este fenómeno se da porque la intervención pública está concentrada en alcanzar mayores niveles de PIB (producto interno bruto) y agrega: “ hoy sabemos que no hay una correlación lineal entre satisfacción y felicidad en la vida, con el bienestar económico. En otros países se están usando indicadores más holísticos que miden sobre todo felicidad de la población, esto sin mencionar que, a nivel cultural, la sociedad empuja a la infelicidad con el egoísmo, materialismo, hedonismo, etc. Todas estas pseudo ideologías hacen que no desarrollemos plenamente nuestra capacidad de bien vivir.

Lo curioso es que ante las revelaciones de la OMS los titulares de prensa en Colombia se conformaron con repetir el famoso verso de Diomedes Díaz: ¡“se las dejó ahí! “Es decir, hay preocupación por la “depre” en el país, pero ¿cómo prevenirla? Francisco es enfático al afirmar que este flagelo se puede contrarrestar desarrollando políticas públicas más efectivas, estableciendo planes de información sobre prácticas saludables, creando una cultura más inclusiva y comunitaria e incentivando habilidades en las personas naturales que les permitan aumentar su felicidad.

Ahora bien, ¿quién le para bolas a los índices de la depresión si estamos inmersos en temas como la dejación de las armas de las Farc; el escándalo del Odebrech; los candidatos presidenciables; el paradero del  Senador Ñoño Elías, o el guayabo por el entierro de Joselito Carnaval? Esta llamada o “wake up call” de la OMS ha pasado desapercibida, a pesar de convivir con personas con depresiones mayores que duran al menos dos semanas y les afecta significativamente su funcionamiento general, o trabajamos con personas con severos trastornos del estado de ánimo (bipolares) o con familiares que padecen trastornos afectivos estacionales, es decir síntomas de depresión, que ocurren al mismo tiempo cada año.

Para evitar caer en las garras de cualquiera de estos tres tipos de depresión, Salas recomienda filtrar la negatividad en nuestro entorno y si se trata de alguien cercano que la padece, ayudarle a determinar qué tipo de depresión es y por qué se origina, pues dependiendo de esto, el diagnóstico varía y el tratamiento, será de acuerdo al gatillante: si es orgánico, familiar, algún duelo sistémico, stress permanente, etc.

Al preguntarle al psicólogo chileno cuál es el país que está experimentando mejor con indicadores holísticos, él no duda en concluir que es Bután, una pequeña y montañosa nación budista del sur de Asia, localizada en la cordillera del Himalaya entre India y China, con unos 2 millones de habitantes en donde la riqueza no es medida por las pertenencias o el oro que una persona pueda tener, sino por el grado de felicidad de la misma. En Bután el Producto Interno Bruto (PIB) es reemplazado por la Felicidad Nacional Bruta (FNB). El rey de Bhután, Jigme Singye Wangchuck aplicó esta idea que ya está en funcionamiento, y se creó una comisión nacional para cuantificar el FNB del país.

No estás deprimido, estás distraído


Al pensar en un plan de prevención para la depresión, no puedo evitar mencionar a la Provincia de Quebec, en donde gracias a los esfuerzos del Gobierno se ha creado una sensibilización alrededor de esta enfermedad a través de campañas escolares en colegios, universidades e incluso para los adultos en los entornos laborales, donde son más comunes los trastornos de ansiedad y desanimo.

En Quebec no sólo utilizan avisos publicitarios en plataformas digitales, televisión, radio y prensa para prevenir la depresión, ellos han ido más allá tratando de disminuir el porcentaje de suicidios que hace 20 años era uno de las peores del mundo. Poco a poco tanto el Ministerio de la Salud y Servicios Sociales como muchos organismos o programas de la talla de AQPS (Prevención de Suicidio Quebec), Centros de Salud Mental para el Trabajo, etc, se han puesto la camiseta en firme para salvar muchas vidas con campañas como “la semana nacional de la salud mental”.

Pero si los organismos gubernamentales de Quebec encontraron la fórmula para contrarrestar el flagelo de la depresión, esperemos que el Estado colombiano haga su propia búsqueda para frenar estos preocupantes índices que hoy nos revela la OMS. Por ahora solo puedo recomendarles a todos mis lectores el hermoso legado que nos dejó Facundo Cabral con su reflexión No estás deprimido estás distraído que arranca diciendo:

“Distraído de la vida que te puebla, tienes corazón, cerebro, alma y espíritu… entonces ¿cómo puedes sentirte pobre y desdichado?”

 

Fotos: The Huffington Post- Santé Mentale Quebec- gephardtdaily.com- livescience- sanlambewell.co.za