@NataliaGnecco


Autodidactas, creativos y sobreexpuestos a la información, así son los miembros de la Generación Z, los jóvenes nacidos entre 1994 y 2009 que han crecido con Internet, son nativos digitales que tienen un ecosistema natural formado por smartphones y tabletas, se comunican por whatsapp… Mejor dicho,  llevan la tecnología en su ADN.

¿Qué les interesa? ¿Cuáles son sus prioridades? ¿En qué fundamentan sus valores? Todas estas y muchas más preguntas encuentran respuesta en un estudio llamado Generación Z: El dilema, el cual fue elaborado en el primer semestre de 2017 por Atrevia, la consultora global de comunicación número uno en España con espíritu latino y Deusto Business School. Un total de 600 miembros de la Generación Z fueron entrevistados en España y Portugal en relación con el mercado laboral, la política y las marcas.

El estudio, que muy pronto se replicará en otros países latinoamericanos, afirma que estamos ante el homo digitalis, la última especie en la teoría evolutiva, pues los jóvenes de la Generación Z son dinámicos y emprendedores, buscan la autonomía en el entorno laboral, son precoces y han hecho de las startup una herramienta de cambio social.

Los también llamados Post-Millennials están saliendo de las aulas para incorporarse al mercado laboral y reclaman su sitio en el mundo. Sus nuevos patrones de comunicación y consumo revolucionan ya el futuro social, laboral y educativo. Les interesa en alto grado la salud, la formación, las relaciones familiares, el éxito en el trabajo, el medio ambiente y ganar dinero, todo por encima de su tiempo de ocio.

Si bien hasta el momento lo que todos hemos tratado de comprender es en qué se diferencian los Z de los Millennials, la investigación  de Atrevia y Deusto Business School va más allá de señalarnos que los Z procesan la información más rápido que otras generaciones, gracias a aplicaciones como Snapchat y Vine; que su capacidad de atención podría ser significativamente más baja que la de los Millennials, pero son mejores multi-Taskers y se centra en demostrarnos cómo los Z aprovechan la oportunidad para aprender algo por sí mismos, de una manera más eficiente y no tradicional.

Los Z tienen mayores expectativas que los Millennials y por eso el estudio revela cómo esta generación más joven que está constantemente en sus teléfonos o dispositivos y no está viendo tanto TV en vivo, nos tiene adportas de experimentar un cambio masivo en los métodos de publicidad y mensajes de marketing.

Pero para conocer un poco más sobre el dilema de los Z, desde México, Mercé Ribera, Vicepresidenta de Atrevia en Latinoamérica nos habla sobre la llegada de los Z a las empresas, universidades, a la sociedad en general y su aporte a la innovación, renovación y talento digital. Ribera afirma que los Z están cambiando la filosofía laboral, les interesa más el trabajo tanto por proyectos como por  objetivos y demandan ser valorados por su desempeño personal. Además, impulsan la flexibilidad horaria y el teletrabajo… Como empleados son más exigentes y quieren entender mejor a la empresa. Estas nuevas coordenadas laborales y profesionales invitan a las empresas y a la sociedad en general a ser imaginativas, a innovar y hallar nuevas formas de motivación. Esto ha de verse como un reto, una oportunidad de mejorar, y no como una amenaza.

Mercé, ¿cómo ve el dilema de los jóvenes de la Generación Z respecto a su participación en política?
Es cierto que las instituciones y actores del sistema político sufren un notable desgaste de credibilidad entre los sectores más jóvenes de la población. La clase política se enfrenta al reto de llegar a este público joven, que muestra en general lo que ha dado en llamarse desafección política. Pero dicha desafección no debe confundirse con falta de interés o implicación; si los jóvenes Z encuentran una causa con la cual conectarse son muy activos y se mueven en las redes como pez en el agua. No es difícil que se movilicen y compartan experiencias.

¿Cómo conquistar electoralmente a los Z?
Hay que saber que los jóvenes Z ni son “ni-nis”, ni quieren serlo. Les interesa en alto grado la salud, la formación, las relaciones familiares, el éxito en el trabajo, el medio ambiente, la realización personal. Todo ello, si les apasiona, lo anteponen incluso por encima de su tiempo de ocio. Los partidos o corrientes políticas que atiendan estas demandas tendrán parte del terreno conquistado.

La Generación Z que quiere conciliar el trabajo y la vida privada, ¿cree que en Latinoamérica esta tendencia sea fácil de asimilar?
Sin duda esta conciliación implica un importante reto. Pero es una tendencia imparable puesto que los jóvenes Z prefieren trabajar en red, entenderse con culturas distintas, así obtienen habilidades que les permitirán desempeñar profesiones que aún hoy no existen. En su mayoría, los empleos del futuro estarán relacionados con la creatividad y la innovación. Por este motivo, la gestión del talento joven obliga a los departamentos de Recursos Humanos a trabajar en el alineamiento de las motivaciones de las personas con la estrategia de compañía.

Si la aspiración de los Z no está dirigida a ser jefes sino adquirir conocimientos y experiencias, ¿cómo podrían prepararse las empresas o entidades públicas para este cambio de mentalidad?
Los departamentos de RRHH deben dar un giro de 180 grados para atraer y fidelizar a las nuevas generaciones. Deben preocuparse no solo por las condiciones que ofrezcan a los trabajadores sino también por su reputación corporativa. Las organizaciones han de desarrollar competencias y habilidades de liderazgo transgeneracional para facilitar la cohabitación de los Z con las generaciones precedentes. Capacitar a los managers para alinearles en este nuevo contexto de la diversidad es crucial. Tradicionalmente, la retención del talento se ha basado en ascensos en la escala jerárquica. Ahora los Z vienen a romper el modelo vertical de carrera profesional, para dar mayor protagonismo a la movilidad funcional y horizontal.

¿Cree que estamos preparados para desarrollar nuevos modelos de educación, cuando los Z prefieren aprender por tutoriales de Youtube, que leer libros?
A los jóvenes Z les interesa –y mucho– la educación. Lo que sucede es que ellos son la primera generación auténticamente digital y por tanto el sistema educativo tradicional, analógico, no se adecúa a los requerimientos que luego encuentran en el mercado de trabajo. Por este motivo, y también por su sobreexposición a las redes sociales, han desarrollado habilidades autodidactas, con Youtube como uno de sus grandes aliados.

Por último, el marketing de los influenciadores es la biblia para los Z. ¿Qué consejo le daría a las marcas, que aún no siguen esta tendencia?
Los consumidores Z tienen muy en cuenta las opiniones de sus amigos y conocidos y además otorgan un papel primordial a los influencers. En ellos encuentran el espejo del deseo y una opinión experta sobre diferentes materias, según revela nuestro estudio. Cada vez son más numerosas las empresas que diseñan una estrategia con influencers, entendida como un medio más en su marketing mix para llegar a los consumidores. Pero no todo es oro. Existen dos aspectos claves que deben cuidarse: escoger bloggers especializados con los que la empresa se sienta a gusto, y que dichos bloggers se vinculen de algún modo a la marca, porque muchas empresas se acaban dando cuenta de que el blogger no transmite realidad y juega con otras marcas a la vez.

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