“La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar” Mario Benedetti.
¿Cuándo nos volveremos a ver? Es quizás una de las preguntas que más se hacen las parejas separadas por la covid-19 en estos momentos cuando no solo Colombia, sino en muchos países del mundo mantienen medidas de confinamiento y restricciones de viaje para combatir la pandemia. Desde un pueblo al norte de Inglaterra, Óscar, de 23 años, comparte cómo ha sido su experiencia al estar separado de su prometida Isabella, quien se encuentra en Madrid, España, haciendo una especialización en medicina.
Cupido los flechó en Valledupar, su tierra natal, en una fiesta de graduación, hace más de dos años. A ritmo de reguetón y de las notas animadas del acordeón comenzó el romance, que se afianzó con su compromiso en diciembre de 2019, con entusiasmo Óscar relata: “el plan inicial era que Isabella vendría a realizar su maestría en España, mientras yo iba primero a Inglaterra hacer un programa de inmersión en inglés y después iría a Madrid para empezar también mi maestría en relaciones internacionales. Se suponía que nos encontraríamos en el otoño, avanzaríamos nuestras especializaciones y luego nos casaríamos”.
El dolor de la separación se fue dando poco a poco entre ellos porque el tema del Covid 19 lo supieron antes de partir de Colombia, pero al igual que muchas parejas lo vieron muy lejos, la ignorancia sobre el virus les hizo pensar que no estropearía sus planes. Viajaron a Europa con la idea de verse frecuentemente, nunca imaginaron que ir de Inglaterra a España sería como cruzar el Niágara en muletas, con pesar Óscar confiesa: “a medida se iba acercando la fecha de mi viaje a Madrid, el problema se fue agudizando en España, en el resto de la UE se empezaron a cerrar las fronteras lo cual imposibilitaba mi viaje fuera del Reino Unido, porque podía correr el riesgo de viajar y no poder entrar de nuevo a Inglaterra.
Lo mismo le podría ocurrir a Isabella, si se arriesgaba a viajar, en especial porque justo la semana que ella pensaba visitarme, se convirtió en una de las más críticas en España, entonces tomamos la decisión de no movilizarnos, porque había que preservar nuestra salud. De nada nos servía estar juntos en Madrid, porque las clases quedaron canceladas, no se puede avanzar en ningún papeleo para estudiar, ni buscar apartamento, ni nada, todos los trámites están suspendidos. Así evitamos estar en el mismo país, enfermos en un hospital.”
Como fieles representantes de su generación, la joven pareja usa la tecnología para comunicarse a través de Facetime y WhatsApp y sienten que han aprovechado este tiempo para hablar y conocerse más. Sin embargo, le han agregado algo poco convencional en los millennials, por eso sonriendo Óscar explica: “nos escribimos cartas a mano, luego las escaneamos y las enviamos por chat o por correo, es una manera de lidiar con la ausencia, porque extrañamos mucho compartir tiempo de calidad, vernos físicamente. No me imagino cómo habrían sido las anteriores crisis de la humanidad, sin poder verse en tiempo real con la persona que quieres.”
Los ingleses están más adoctrinados
Las noticia de que tanto el Príncipe Carlos de Inglaterra como el primer ministro británico, Boris Johnson, dieron positivo en la prueba del coronavirus sorprendió mucho a Óscar, quien comparte su confinamiento con su hermano Jaime, porque se supone que son personas que tienen todo un séquito para protegerlos, siguen los protocolos y las precauciones, sin embargo, este virus se propaga con mucha rapidez. Con preocupación el joven dice: «ahora vemos una propagación a gran escalara en el Reino Unido debido a la respuesta tardía que dio el Primer Ministro Johnson al coronavirus, por querer desligarse a las decisiones de la Unión Europea, (posterior al Brexit), tomar distancia y beneficiar la economía por encima de la salud.”
Ante la contingencia la rutina de Óscar e Isabella cambió notablemente, atrás quedaron las clases presenciales y los trabajos por la tarde quedaron suspendidos. Óscar y su hermano Jaime sienten que las personas de la pequeña ciudad donde viven son más amables que las de Manchester, Oxford, Cambridge o el mismo Londres, siempre dispuestos a ayudar. Si bien sus compañeros de trabajo al comienzo consideraron el distanciamiento social como algo estúpido, rápidamente asimilaron la gravedad del asunto.
Considerando lo difícil que ha sido hacer cumplir el aislamiento en Colombia, Óscar explica: “una vez el Primer Ministro Johnson decretó la cuarentena, las calles quedaron enseguida vacías, considero que hay más conciencia aquí que en mi país, porque los ingleses han vivido guerras, soportado plagas, saben que es la escasez de comida, mientras el colombiano es más atrevido, esto sumado a la baja infraestructura sanitaria en varias regiones colombianas es un caldo perfecto para una gran crisis.
Cuando menciona a Colombia, el corazón de Óscar se arruga, es inevitable pensar en Valledupar. Tanto Isabella como él extrañan a sus familias que han sido de gran apoyo en la distancia, a veces hasta imaginan cómo sería estar rodeados por sus seres amados, en lugar de sentirse foráneos, pero la duda y el temor se apodera de la pareja, por eso Óscar admite: “en la Costa Atlántica la situación podría llegar a ser realmente crítica, nuestros gobernantes tienen un gran peso encima, no solo de afrontar la desobediencia de algunos, sino la crisis económica, o la falta de capacidad hospitalaria, por eso nos sentimos seguros en Europa así la propagación sea mayor, porque son países con una excelente infraestructura. Tememos por Colombia.”
Nunca habíamos vivido algo parecido
Esta cuarentena significa mucho tiempo en soledad, pensando, haciéndose preguntas, extrañando a la familia, a la pareja es un momento en donde afloran muchos sentimientos, por eso Óscar afirma: “el amor es el poder compartir, hacer cosas por las personas que uno ama, sentirse amado y tener acciones que sean recíprocas el uno con el otro. Respetar a la otra persona y además no quedarse con las ganas de demostrar ese amor, así sea de la manera más simple”.
Cuando le pregunto qué le recomienda a las parejas jóvenes como ellos, sin dudarlo responde: “paciencia, calma, no es la primera crisis que tendremos, que separará a familias, parejas, o matrimonios, ni la última. Entre más celeridad tenga todo el proceso de contener la propagación del virus permitirá que las cosas vuelvan a la normalidad, de nada sirve querer estar juntos sino estamos sanos; o estar con la familia si los puedes infectar. Básicamente el mayor cuidado lo deben tener los adultos mayores, entonces lo ideal es estar en casa, esa es la mejor vacuna, no afectar a nadie, ser cuidadosos. Todos somos vulnerables.”
Antes de despedirme le pregunté cuál es su mayor temor y sin rodeos Óscar contestó: “no sé cómo reaccionar ante este encierro y la verdad es que nunca habíamos vivido algo parecido, apenas llevamos unos días y empiezo a sentir el confinamiento. Saco cuentas cada vez que el Gobierno inglés da una alocución, sumo, resto divido, si la evidencia científica muestra que solamente el 20 % de la población infectada se muere, apenas las cifras de contagio van en aumento, faltan muchos casos por reportarse, entonces le calculo unos 3 ó 4 meses más encerrados. Esa angustia de estar encerrados es compleja, la necesidad aflora, España es el segundo país con más contagiados, los médicos están pidiendo ayuda, no hay máscaras suficientes, ni uniformes que protejan a las enfermeras, hasta las funerarias se han desbordado. Aquí donde vivo ya hay escasez de alcohol y es Inglaterra; nos lavamos las manos solo con jabón y antiséptico. Tengo un poco de nervios por no saber qué va a suceder.”
Fotos: ASUIMAGENSTOCK- Pixabay