Es increíble e inconcebible la pobreza mental y la falta de educación que se pone en evidencia gracias a los creadores y los seguidores de la campaña de protesta fijada para el 22 de octubre llamada “La Colatón”. Una campaña que incita a colarse pasando por encima de los torniquetes y arriesgando su vida forzando las puertas de Transmilenio durante todo el día miércoles bajo la consigna #NoPagoMás.

Para nadie es un secreto que ese sistema presta un servicio precario, indigno, inseguro, ineficiente y todos los “in” que se les pueda llegar a ocurrir. Transmilenio es un espejo de la falta de cultura, educación y respeto que caracteriza hoy en día al habitante de la capital y se ha convertido exponencialmente en un criadero de delincuentes de todo tipo como chalequeros, acosadores sexuales, rateros a mano armada, raponeros y hasta asesinos. Pero no me cabe en la cabeza cómo a alguien se le ocurre una idea tan obtusa de protestar por lo que considera un robo, promoviendo otro robo.

Me tomé el trabajo de revisar la convocatoria que muchas personas han compartido en las redes sociales a diestra y siniestra pensando en lo absurdo que es buscar la unión para desatar el caos por medio de un acto delictivo y pude concluir que la ignorancia es un mal que nos invade, nos contagia y se esparce debido a nuestra naturaleza de maldad.

Para los que han decidido unirse a esta campaña que pretende frenar el incremento de 100 pesos en la tarifa de un pésimo servicio por medio del delito, intentaré no usar palabras complejas con el fin de no poner en evidencia su ignorancia atrevida y llevarlos a leer hasta el final esta entrada. A lo mejor logre hacerlos reflexionar antes de hacer el mismo ridículo de cientos de personas que han venido compartiendo en sus muros la imagen que promueve la campaña #NoPagoMas.

Como dije anteriormente, es nuestra naturaleza de maldad la que logra que una propuesta así de absurda trascienda. Es esa malicia indígena que nos caracteriza y que se ha convertido en una maldición para este país la que hace que pasemos por encima de los valores y el respeto con tal de lograr objetivos personales sin importar que tengamos que pisotear el trabajo y la dignidad del otro.

Hemos escrito nuestros propios mandamientos a conveniencia con el fin de justificar la falta de disciplina social. Mandamientos como “No Dar Papaya”, el cual invierte la responsabilidad de la seguridad convirtiéndola en un juego donde la víctima es la culpable del delito. También lo podemos apreciar en otro escenario, donde es permitido cometer cualquier infracción siempre y cuando usted no sea tan estúpido de dejarse agarrar con las manos en la masa. Este mandamiento defiende a los delincuentes y a los irresponsables sin importar su estrato.

Cada día son miles de personas las que aprovechan el descuido de las autoridades y la habilidad para canalizar su inteligencia hacia la maldad con el fin de crearle la trampa al sistema. Colarse en Transmilenio no es una novedad, son más de 67 mil los que lo hacen a diario, normalmente, personas de bajos recursos, estudiantes maleducados y los ladrones que azotan a los usuarios. El miércoles tendremos que sumarle unos miles más que buscarán el oportunismo y la moda mediática para dárselas de rebeldes alterando el orden público y retando a la policía de tal forma que la situación se transforme en una batalla campal la cual incite a la destrucción de la infraestructura que pagamos con nuestros propios impuestos.

El resultado, a lo mejor puede costarle a los ciudadanos unos pesos más de los cien que pretenden subirle al pasaje, pero eso no es un problema ya que la adrenalina de infringir la ley no tiene precio. Esta fue mi primera pista para concluir que el organizador y los seguidores de esta campaña, son personas con muy bajo nivel intelectual y cultural.

Digo la primera pista porque después de leer el aviso viralizado en redes reafirmé mi hipótesis. Una persona inteligente o por lo menos con una educación básica, no publica una convocatoria con errores de sintaxis, y peor que eso, una persona con un nivel intelectual promedio se toma el trabajo de leer lo que va a respaldar precisamente para no dejar en evidencia su mediocridad mental, su ignorancia y su pereza.

«… en protesta a las arbitrarias incrementos.»

Yo no pretendo que dejen de protestar por el mal servicio, la inseguridad o el incremento en la tarifa de Transmilenio. Es más, si cambian la campaña para que la gente no use el servicio durante todo un día o una semana, yo me adhiero y sé que miles de usuarios también lo harán. Lo que si no voy a permitir es que se promueva el caos y se le de vía libre a los delincuentes para que se tomen la ley por sus manos destruyendo el bien común y poniendo en riesgo la integridad física de los ciudadanos.

Hago un llamado a los organizadores y seguidores de “La Colatón” para que se unan más que nunca y protesten fuertemente, pero no por la tarifa del Transmilenio sino por exigirle al estado una educación de calidad, diferente a la que aparentemente han recibido. Están en todo el derecho de exigirla. De esta manera, se pueden preparar para hacer convocatorias y campañas que realmente puedan alcanzar una transformación social sin dejar en evidencia su ignorancia y su mediocridad.

 En mi opinión, “La Colatón” solo la haría un hampón.

Estoy de luto porque Bogotá está muerta.

@ElPrinciperro
Andrés Rodríguez E.

——————————————————————————————————————–

Lea la entrada anterior: «Bogotá Está Muerta».