Es completamente inaceptable que ahora en Colombia ser bueno, andar desarmado y trabajar por la sociedad es el peor delito que se puede cometer.

Ahora resulta que si usted es un general del ejército colombiano que está haciendo un trabajo social para llevarle electricidad a una tierra abandonada por el gobierno como lo es el Chocó y se deja secuestrar, amarrar a un árbol y humillar en un espectáculo mediático, no solo debe darle explicaciones al país, sino que también tendrá que renunciar a su trabajo luego de 33 años de ponerle el pecho para proteger un país que hoy le da la espalda con la indiferencia.

Desde el inicio de la situación se ha perseguido al general por su actuar como si fuera un criminal. Y es qué lo lógico hoy en día en este país es tener que andar armados, con escoltas y preferiblemente manteniendo un bajo perfil ya que el mismísimo comandante en jefe de las fuerzas armadas militares y la policía nacional, el señor Juan Manuel Santos, cada día le quita el apoyo al ejército y se lo da a las FARC.

No es secreto para nadie que si no fuera por el secuestro del brigadier general Alzate, los dos soldados secuestrados en Arauca seguirían privados de su libertad o muy seguramente asesinados con tiros de gracia como pasó con su compañero a manos de alias el Negro Niche. Esto es una muestra que no solo volvimos a la época de los secuestros, sino que ahora hay secuestrados con mayor valor político que otros.

Cómo puede ser posible que nadie se pronuncie al respecto. Estoy hablando de los millones de colombianos que le dieron su respaldo a una paz que se aleja cada día más y los otros millones que votaron por Oscar Iván Zuluaga. No he visto el primero que se pronuncie en contra de la situación que está atravesando el país. Colombia se está sumergiendo en un nivel tan alto de ignorancia que estamos perdiendo la noción de relevancia sobre los temas que realmente son preocupantes para el país. 

Yo entiendo que la gente está cansada de hablar de política, es un tema que pasó de moda inmediatamente comenzó el Mundial. Nos olvidamos de nuestra responsabilidad como colombianos. Saltamos de tema en tema para sentirnos actuales, pero realmente no tenemos el nivel de análisis requerido para opinar sobre temas trascendentales. Nuestro nivel intelectual o cultural solo permite ver los temas de manera global dándole vía libre a que el diablo venga y se lleve nuestro país al carajo.

Si tan solo viéramos noticieros, leyéramos periódicos o escucháramos radio comenzaríamos por exigir periodistas de calidad. Gente que haga el trabajo con todos los cánones éticos que obliga su profesión. No permitiríamos que los presentadores de los noticieros nacionales den su opinión personal luego de cada noticia. Esto es una irresponsabilidad gigante, ya que contamina el criterio y análisis de la audiencia quien tenderá a ser influenciada por esta acción. Su obligación es investigar e informar en detalle.

Amamos y olvidamos inmediatamente. Hoy queremos a James y olvidamos a Falcao. Hoy Uribe es un asesino, pero hace 8 años era la salvación. Hoy hacemos fila por un iPhone, unas donuts o el Black Friday pero hace un año era pecado hacerla por un café en Starbucks. Hoy la palma de la mano está en blanco pero hace 6 meses decía paz en mayúscula. 

Somos un país sin criterio, sin ideales, sin valores, sin identidad y sin amor a la patria. Incoherentes desde el presidente hasta el campesino y lo peor de todo es que a nadie le importa porque si a alguien le importa entonces el resto que nunca hace nada al respecto se va a voltear a acusar, a reprimir y juzgar al que quiso aportar así fuera con una crítica desatinada como esta.

Tenemos las dos caras de la moneda de una manera tan evidente y tan absurda que cuesta creer el silencio de la gente. Mientras el gobierno abandona y le quita su trabajo al general que estaba trabajando por la sociedad menos favorecida, a su vez, condecora al presidente de la corte suprema de justicia por su buen desempeño en el cargo. Les recuerdo que el señor Luis Gabriel Miranda abusó de su poder para permitir que su hijo se brincara la ley como le dio la gana generando un vergonzoso escándalo público en el cual se cometieron no sé cuántos delitos.

Esto es exactamente igual que la gente que están multando en los edificios por parquear las bicicletas en sus propios espacios de estacionamiento. Pareciera que todo está invertido en el país y a nadie le importa. ¿Quién puede explicar la manera de pensar tan absurda de un administrador que multa a los que promueven el transporte ecológico y deportivo? Esto se vuelve lógico cuando el ejemplo del presidente es el mismo de premiar a los delincuentes y sancionar a los que realmente le aportan al país.

Yo espero que la gente lea esto y cree consciencia. Espero que los colombianos se salgan por un segundo de la pantalla de su celular y miren alrededor, para que disfrute lo poco que nos queda de libertad. Pensamos que nuestro deber era votar y solo falta esperar a que se cumplan los cuatro años de gobierno para pasar a reclamar la paz. Nadie presiona al presidente recordándole su compromiso. Nadie evalúa su calidad de vida con respecto a los periodos anteriores. Nadie se preocupa por el otro colombiano que cae en la desgracia. Nadie está peleando por su país y poco a poco vamos a volver a esa época donde la violencia, las amenazas y el terrorismo nos van a dejar secuestrados en nuestras propias ciudades perdiendo los privilegios de recorrer con libertad el maravilloso país que tenemos.

La paz no es responsabilidad del presidente. La paz es responsabilidad de cada uno de nosotros que lo elegimos y o que nos opusimos a su elección. La realización de la paz depende única y exclusivamente del compromiso que le exijamos al gobierno. No basta con haberse tomado una foto con la palabra escrita en la mano hay que informarse para poder aportar o de lo contrario un día de estos abriremos los ojos y estaremos en una crisis como la de México o en una miseria social como la de Venezuela.

Si usted no quiere escribir, opinar, debatir o criticar de ninguna manera pero quiere aportar con algo, por lo menos comparta esta entrada para ver si podemos motivar a la gente a que abra los ojos, despierte y no se acostumbre a vivir en un país donde últimamente el peor delito que uno puede cometer, es tratar de buscar lo mejor para los demás, construir, cuidar y ser cada día mejor persona.

En Colombia: El secuestrado es culpable de su secuestro.

@ElPrinciperro
Andrés Rodríguez E.

P.D: Señor ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, me siento defraudado con la forma como abandonó al general Alzate. Usted es un hombre que está luchando en contra de las FARC, probablemente el único del gobierno. Aceptarle la baja a un hombre que le ha servido a la institución y al país durante 33 años es fortalecer al enemigo. Una lástima.