Este es un tema que genera mucho debate. Por años se ha discutido, especialmente en el ámbito académico y por aquellos que por años han dedicado su vida a trabajar por la infancia.
Antes, es necesario tener claro qué se entiende por televisión infantil. De acuerdo con la Asociación de Usuarios de la Comunicación en España, la televisión infantil no debe definirse por la franja en cual se emite o por la cantidad de niños que ven determinado programa. Por ejemplo, una película pornográfica no es televisión infantil aunque se emita en horas de la tarde o la vean muchos niños. Tampoco se puede definir a la televisión infantil por la mera ausencia de contenidos inadecuados: una telenovela no es televisión infantil por muy «blancos» que sean sus contenidos. Televisión infantil es aquella oferta difundida por este medio de comunicación que tiene como destinatarios a los espectadores infantiles y que adecua sus contenidos, géneros y formatos al estadio evolutivo de este segmento de edad.
Nuestra televisión, esa de los realities, las novelas, las narco series, los informativos tipo «colcha de retazos» y los magazines en donde las modelos presentadoras sacan a relucir sus amores y odios y los presentadores lo siguen haciendo como en los años ochenta, está marcada por la notable ausencia de espacios para los niños. Y eso no es de ahora. Ha sido desde siempre, desde cuando el Estado arrendaba los espacios y más ahora cuando los canales privados, haciendo uso de un espectro público, un bien de todos, hacen lo que quieren con la audiencia.
Tal y como lo afirmó el excomisionado de televisión, Jaime Niño Díez, en su documento «Niñez, juventud y televisión en Colombia. Una tarea aplazada» (2004), históricamente la televisión colombiana para niños y jóvenes ha estado cedida a la producción norteamericana, mexicana y japonesa en las tardes y a la ramplonería melodramática de las novelas extranjeras o nacionales en los horarios de la noche. Esa situación desconoce en su totalidad el estudio que en 1982 adelantó la desaparecida Inravisión que ya evidenciaba la inexistencia de una franja infantil en la televisión colombiana.
La situación no cambió con el surgimiento de los canales privados, RCN y Caracol, quienes se especializaron en la producción de novelas y realities. Vale la pena decir que los fines de semana tienen unos espacios con dibujos animados y algunos concursos, pero al mirarlos se ve a todas luces que no tienen un desarrollo de formato dirigido a los niños.
Veamos algunos de los intentos por hacer televisión infantil en Colombia. Muchos de esos programas no duraron más de un par de años al aire:
– El primer programa de la televisión infantil en Colombia fue El Club del tío Alejandro, de carácter educativo.
– En 1955 se creó Telecirco, programa que trasmitía en vivo el espectáculo del circo.
– Ese mismo año también se creó el primer programa infantil financiado por el Estado: Los Grandes Cuentistas del Mundo Siete años después fue reemplazado por El Cuento Colombiano.
– A partir de los sesenta el Estado prefiere conceder más espacios a la empresa privada como una forma de disminuir gastos y generar ingresos por el alquiler de las franjas. De esta posición surgen programas como Infantil Chiclets Adams, Telecirco Milo, Pinochito de mi alma y Hula Hula.
– Surgen programas como El tío Memo y su club y Cumpleaños Ramo, entre otros.
– De 1970 a 1980 sobresale Animalandia y de 1980 a 1990 se destacan Los Dumis que duró nueve años al aire. En él se buscaba trabajar los valores.
Recientemente los canales privados, regionales y locales han abierto franjas destinadas a niños y adolescentes como la Franja Metro del Canal Capital, Club 10 de Caracol o Planeta Bichos de RCN Televisión. Sin embargo, se remiten a un set multicolor, a tener niños como asistentes al estudio y a la re transmisión de películas, series y animados extranjeros.
En los canales regionales hay intentos de hacer televisión para niños, como El mundo de Sofía de Gustavo Raad, pero son intentos de valerosos creativos que cuentan con poco o nada de apoyo.
Para el 2011 y principios del 2012 se conocieron varias propuestas de programas infantiles, ganadoras de la Convocatoria Nacional de Estímulos para el Fomento de la Producción de Televisión Infantil 2010, trabajo conjunto entre el Ministerio de Cultura y la Autoridad Nacional de Televisión, ANTV, quien asumió las funciones de la liquidada Comisión Nacional de Televisión, CNTV. Algunos de ellos son El show de Perico, La lleva, Guillermina y Candelario, 3 x 3, Juegos Pacíficos, Los Imposibles, El Gran Día y Telegordo,
La tendencia son los programas en donde se busca estimular la creatividad de los niños y desarrollar su intelecto pero la mayoría de los programas desaparecieron por agotamiento de la propuesta creativa y falta de apoyo económico, además de la imposibilidad de espacios para transmitirlos. ¿O ustedes creen que a un canal privado le llama la atención un programa para niños y no la rentable novela coreana «Escalera al cielo»?
¿Cuándo se hará televisión infantil en nuestro país de manera regular y contará con los espacios adecuados? Esa es la pregunta del millón. Por ahora, aconsejo que disfruten de los canales infantiles extranjeros porque no veo en el futuro cercano nada igual en nuestras pantallas nacionales.
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