La semana pasada, en este mismo espacio, me preguntaba si existía televisión para los niños en Colombia. Y la respuesta era que sí, que existe, pero que lamentablemente no se ofrecen los espacios que permitan su correcta difusión. 

Recibí muchos correos. Unos criticando fuertemente la ausencia de una televisión para los niños, una televisión de calidad. Otros, reclamando que no tuve en cuenta lo que hacen los canales públicos con sus franjas dedicadas a los niños. En el contexto de mi columna anterior me parece que la gran crítica va hacia los canales privados y no los públicos, quienes en su mayoría ofrecen franjas especiales e incluso tienen programación propia para los niños. Pero se remiten a eso, a franjas, a espacios de tiempo específicos en una dinámica en donde esto tiende a desaparecer.
El televisor, quien para muchos dejó de ser el rey de la casa, pero que en mi concepto lo sigue siendo por el impacto y la tecnología que ofrece, es un espacio que está siendo aprovechado por otras TIC: podemos escuchar radio en la televisión; pasamos tiempo con los vídeo juegos que utilizan la plataforma de la televisión; podemos navegar en la web mediante la televisión; vemos en familia fotografías en la televisión, incluso muchos conjuntos residenciales tienen una canal de televisión para que podamos ver que sucede en la recepción. Así como la televisión soporta otras plataformas (tanto en contenidos como por espacio físico) está migrando para ser utilizado en otras: podemos ver televisión en la pantalla del computador, de la tableta, del celular…Y algunos sugieren que ya no es el rey.
Como vemos el acceso es ilimitado. Puede ser en la casa, en el bus, en el gimnasio, en el café, en cualquier lado, a cualquier hora. Por ese motivo en la actualidad es muy difícil hablar de franjas cuando el acceso a la información, a los contenidos, es 24 horas, los 365 días del año. Un niño puede acceder a cualquier tipo de información en cualquier momento, especialmente cuando desde muy pequeños les damos un celular con minutos y acceso a la red. ¿Han visto las rutas escolares? Casi todos los niños van con su celular…
A pesar de ello, el Estado colombiano, por intermedio de la desaparecida Comisión Nacional de Televisión (ahora Autoridad Nacional de Televisión), determinó unas horas especiales de programación para los niños y la familia buscando protegerlos de contenidos inadecuados, por lo menos en un medio que de alguna manera todavía se puede controlar. Según el Acuerdo 003 de la Comisión Nacional de Televisión que reglamenta el manejo de los contenidos de televisión, se establecen cuatro clases de franjas: infantil, adolescente, familiar y adulta. Entre las 5:00 a.m. y las 10:00 p.m., la programación debe ser familiar, de adolescentes o infantil. Solo a partir de las 10:00 de la noche y hasta las 5:00 a.m. del día siguiente se podrá presentar programación para adultos.

Sin embargo, es habitual que las franjas destinadas a la familia, los niños y los adolescentes estén plagadas de situaciones alusivas al sexo y la violencia, sin medir el impacto en los telespectadores y en el conjunto de la familia como institución base de la sociedad. Veamos que tipos de programas transmiten RCN y Caracol, dos de los principales operadores privados de televisión en Colombia, especialmente entre las 6 a.m. y las 7 p.m.:
RCN:
6 a.m.: Muy Buenos Días
11:30 a.m.: La rosa de Guadalupe
2:44 p.m.: Laura (si, la de América). Sugiero que lean la reseña que hace el canal, refiriéndose a este programa como uno que trata «temas de interés y actualidad buscando la unión de las familias y rescatando los valores humanos que se han perdido en nuestra sociedad.» ¿Qué opinan?
3:50 p.m.: Escalera al cielo (novela coreana)
4:30 p.m.: El último matrimonio feliz
5:20 p.m.: Abismo de pasión
6 p.m.: María la del barrio
7 p.m.: Noticias RCN
Caracol TV:
6 a.m.: Día a día
11 a.m.: El cuerpo del deseo
12:30 p.m.: Noticias Caracol
2:15 p.m.: El precio es correcto
3:30 p.m.: Do Re Millones
4:45 p.m.: Mujeres al límite
5:45 p.m.: Tu voz estéreo
7 p.m.: Noticias Caracol
No sé ustedes, pero para mi el solo nombre de los programas me indican que ni son familiares ni son para los niños. De repente los reciclados concursos, pero ni Laura, ni Abismos de Pasión ni El Cuerpo del Deseo son adecuados.
Las dinámicas de la sociedad han llevado a que las franjas de audiencias desaparezcan poco a poco. Pero es claro además que aquellos que tienen el poder de los medios de comunicación, el negocio, no solamente no respetan las moribundas franjas sino evidencian una notable falta de respeto por la familia y la infancia.
Estamos ante el fin de las franjas televisivas y ante la confirmación de que la única institución que puede tomar el control es la familia. Si no lo hace, otros lo harán…
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