El Sexting es una contracción de sex y texting, un término que se ha acuñado para referirse al envío de contenidos eróticos a través de celulares, básicamente fotografías y videos. Esos contenidos son preparados por el usuario quien es el protagonista utilizando el celular, una webcam o cámara regular y enviado a personas de su circulo de confianza. Es una especie de «sexo móvil», a través de las celdas de la telefonía celular.

¿Y qué tiene esto que ver con usted? Mucho. Si es padre de un adolescente es bueno que sepa que de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Plymouth y el nodo Safer Internet del Reino Unido, en el cual participaron 120 estudiantes entre los 13 y 14 años de edad y 30 de 10 y 11 años, el sexting es «una actividad normal y rutinaria para los niños de 13 y 14 años de edad«; obviamente no es tema de conversación con los adultos y además creen que el manejo de esos temas se debe dar en la escuela. Para nuestra «tranquilidad» los niños menores de 10 años pareciera estar a salvo de este tipo de prácticas.
Sin embargo, de acuerdo con el estudio, los menores consumen «porno duro» de manera constante y esto está llevando, según la directora de la National Society for the Prevention of Cruelty to Children (NSPCC), a que los niños «generen y compartan sexting que imite este tipo de comportamiento sexual».
Para muchos puede ser normal este tipo de actividades ya que la información se comparte únicamente con el entorno de confianza de la persona que crea el video. Pero lo que es necesario conocer es que el sexting tiene unos riesgos enormes, tan grandes que han llevado a suicidios (lea ¿Hay una Amanda Todd en su casa?). Veamos algunos de ellos:
1. Al eliminar mi privacidad e intimidad estoy colocando mi existencia en la mira de los demás.
2. Puedo ser fácilmente víctima de acosadores, pederastas, redes de pornografía infantil, redes de prostitución, etc.
3. Una vez las imágenes están en Internet no existe ninguna manera de recuperarlas. Esa fue la gran angustia de Amanda Todd, la joven canadiense que se suicidó: la imagen en donde la mostraba su senos a un desconocido en la web estaba por todas partes.
4. Puedo ser víctima de chantaje y extorsión ya que para evitar que divulguen mis imágenes lo más seguro es que me pidan favores sexuales.
¿Qué puedo hacer para evitar que mis hijos realicen este tipo de prácticas con todos los problemas morales, psicológicos y sociales que esto conlleva?. Lo primero es que como padre de familia debo dar ejemplo, siendo una persona responsable en el uso de las TIC; segundo, capacitarme para entender las dinámicas de las nuevas plataformas tecnológicas; tercero, enseñarle a mis hijos a que se respeten ellos mismos y respeten a los demás; cuarto, trabajar de la mano con el colegio y los maestros; quinto, estar pendiente de situaciones alarma que puedan llevarme a pensar que existe un riesgo potencial (mucho tiempo en la red, mi hijo se encierra en su alcoba por un buen tiempo, de repente se muestra callado y avergonzado); sexto, y no por último menos importante, mantener un ambiente de confianza en casa, en donde se pueda dialogar sin temores.
Finalmente, es bueno saber que existen mecanismos para prevenir y denunciar casos de sexting, prostitución y acoso en la red. Recomiendo www.teprotejo.org y www.enticconfio.gov.com, quienes cuentan con información suficiente sobre estos delicados temas.
Los adolescentes de hoy deben comprender que su cuerpo es un hermoso regalo del Creador y que deben cuidarlo y respetarlo; igualmente los padres de familia deben saber que nadie está exento, que como sucede en otras situaciones no debemos esperar a que suceda para decir «yo pensé que esto le sucedía a los demás, pero no a mí».
Como dice la campaña del Ministerio TIC «no hay que dar ciberpapaya».
Nota: Este servidor sale a vacaciones. Nos encontramos en enero 16 de 2013. Mis mejores deseos a la familia de www.eltiempo.com y a todos los lectores.