Confirmando lo anunciado hace unas semanas, el Ministerio de Educación Nacional lanzó oficialmente la versión correspondiente al año 2016 del programa Ser Pilo Paga, la iniciativa que busca que jóvenes de alto desempeño en las pruebas SABER 11 de bajos recursos puedan acceder a programas de pregrado en universidades acreditadas a través de créditos condonables con la obtención del título. La edición 2016 del programa presenta algunas diferencias con respecto a la primera versión, que bien merecen un comentario.

Llama la atención el hecho que se haya, de alguna manera, hecho mas estricto lo que podríamos llamar el ‘umbral de mérito’ para acceder al programa con mayores niveles de desempeño académico, con el aumento del puntaje objetivo en las pruebas SABER 11 (318 versus los 313 puntos requeridos anteriormente), y niveles mas bajos de ingreso, con el correspondiente cambio en el puntaje del SISBEN. Este cambio, que busca elevar los niveles de exigencia académica al mismo tiempo que garantiza un mejor aprovechamiento de los fondos disponibles (En virtud de la reducción del número de aspirantes), ha causado algo de incomodidad debido a que solo fue anunciado en la semana pasada. Este incremento, que podría suponer un intento por parte del gobierno nacional de hacer aprovechar los recursos disponibles para el programa, ha sido criticado por docentes y potenciales beneficiarios por el momento del aviso (Antes de la presentación de las pruebas) lo que pone de manifiesto un preocupante efecto del programa: La preparación de los estudiantes por parte de los colegios en función de los puntajes de las pruebas SABER, no en función de objetivos de aprendizaje, en este sentido, también resulta meritorio que este anuncio se haya hecho en el momento en el que se hizo para evitar un efecto mas prevalente de esta percepción.

Viendo las proporciones de potenciales beneficiarios de acuerdo a las regiones, reaparecen observaciones previamente hechas. Regiones como la Guajira, o Chocó continúan con la tradición de pobres resultados mientras que Pasto continúa con la tradición de buenos desempeños y resultados, junto con los Santanderes. Así mismo, llama la atención que Bogotá y el departamento de Antioquia, departamentos que se han vanagloriado en los últimos años de la magnitud de su inversión en educación (No en vano Antioquia dice ser la mas educada) no tienen resultados que se corresponda con los recursos dedicados. Los Santanderes y Pasto duplican a ambas regiones, Huila les lleva mas de un punto porcentual, al igual que San Andrés, Atlántico e incluso Guainía. Si bien también entran en juego otras variables tales como niveles de pobreza en cada uno de los departamentos mencionados, resulta necesario una discusión en Bogotá y Antioquia sobre la eficiencia del gasto en educación, a partir de los resultados obtenidos, discusión por la cual, se ha abogado en repetidas ocasiones por este espacio. Otra de las novedades del programa en su edición 2.0 tiene que ver con la creación de una modalidad dedicada a futuros docentes y programas de licenciatura. Si bien es una medida que tiene las mejores intenciones del mundo en la medida que contribuye a mejorar la representación social de la docencia y el nivel de los aspirantes a la misma, también es cierto que de nada sirve cuando aun hay desajustes en asignación salarial, y cuando no se garantiza una asignación laboral al culminar los estudios (Como ocurre en Singapur). Quizá sea una iniciativa adelantada a su tiempo, que requiere una reforma a la manera en la que formamos a nuestros docentes antes de ser implementada.

A pesar de las reformas y alternativas que presenta, Ser Pilo Paga sigue siendo una iniciativa un tanto problemática. Los programas técnicos y tecnológicos siguen pasando por debajo del radar al mismo tiempo que las universidades públicas pasan por una grave crisis de financiación, como lo demuestra la crisis en infraestructura de la Universidad Nacional en Bogotá. Sin entrar en teorías de corte conspirativo, ¿Cual es la ganancia en financiar indirectamente actores privados (Cuya calidad no se discute) en desmedro de la educación pública?