Todas las series ambientadas en un hospital, desde la magnífica ER hasta su malograda versión colombiana, Sala de Urgencias, tienen cuando menos un caso de esta naturaleza. Una madre llega con un niño que siempre está enfermo y cuando se resuelve un malestar, otro toma su lugar. No toma mucho tiempo para que el doctor galán (y por lo general la enfermera con la que tiene química) descubran que es la madre la que está causando las enfermedades de su hijo y es llevada por un policía y una trabajadora social. Si bien es una representación que carece de los matices de la realidad, ese es un ejemplo del trastorno de Munchausen por poder en el que el proveedor de cuidado fabrica o finge los síntomas de otro en un intento de obtener atención. Durante años, el magisterio colombiano, sin saberlo, ha sido víctima de este trastorno, siendo el paciente la Federación Colombiana de Educadores – FECODE. ¿Cuales son los síntomas?
En un boletín de prensa emitido la semana pasada, FECODE anuncia un paro nacional de 24 horas que se llevará a cabo el 01 de junio, el cual, al ver los objetivos que tiene, resulta ser una repetición de demandas pasadas, como es el caso de la resolución de las falencias en el servicio de salud que le es prestado a los docentes del magisterio; si bien esa es una petición de resolución urgente (Como ex-docente de la SED e hijo de una docente de dicha entidad se que es un servicio de salud con falencias), son los otros puntos del pliego de peticiones del sindicato los que son tremendamente problemáticos, y con los que de hecho, le hacen daño tanto al magisterio como a la educación de Colombia.
Usando un lenguaje que quedó fuera de boga en 1999, FECODE denuncia lo que llama las ‘políticas educativas neoliberales del gobierno nacional (…) que van en contravía [sic] de una educación de calidad’ y ‘proyectos que convierten a la educación en una oportunidad de negocio y promueven la privatización’. Ante semejantes riesgos se podría pensar que son medidas como subcontratar la planta docente con una cooperativa de trabajo asociado o algo de similar calibre, pero dichas medidas apocalípticas son nada mas y nada menos que la jornada única, el Índice Sintético de Calidad Educativa, o el día E, todas estas medidas las cuales apuntan a un mejoramiento de la calidad educativa a través de mas horas de clase, la creación de una medida de progreso y avance de las instituciones educativas, y una jornada de reflexión y trabajo alrededor de dichas medidas de progreso y avance. Si bien es cierto que medidas como el ISCE tienen varios bemoles en su construcción.