A lo largo del año 2015, la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de los Andes emprendió un estudio que buscaba caracterizar el estado de la educación media (Grados 10 y 11) en Colombia. Como resultado de este estudio, la escuela, dentro de su serie de Documentos de Trabajo, publicó una serie de documentos (números 31-39 de la serie) los cuales presentan una serie de recomendaciones que además, contribuyen a pintar un cuadro de las necesidades del nivel educativo en la actualidad. Es importante mencionar que yo participé en el documento número 38, junto con Amy Ritterbusch, Sebastián León y Darío Maldonado sobre las percepciones del sector empresarial.

Estas recomendaciones, formuladas por Marcela Acosta, Darío Maldonado y Sandra García, plantean preguntas inquietantes sobre el estado de la educación media. Así mismo, son innovadoras en el sentido que parten de un punto que contradice al discurso oficial que ha imperado durante los últimos años; la idea que los conceptos de calidad y cobertura en la política educativa son mutuamente excluyentes, y que la mejora en los índices de una precluye el trabajo en los índices de la otra. Dentro de estas recomendaciones, se parte del punto que la calidad es un aspecto que influye de manera decisiva en la cobertura, entendida no solo como acceso sino como permanencia en el nivel educativo. Esta permanencia en la educación media para obtener el título de bachiller se ve afectada por percepciones de parte de estudiantes y padres de familia sobre la poca utilidad de la educación media a futuro, por lo que en muchas ocasiones, estos jóvenes terminan ingresando a la fuerza laboral una vez terminan la educación secundaria, o inician estudios de formación laboral en el SENA. Esta percepción, influenciada por las realidades económicas y domésticas (Los hallazgos muestran que las mujeres tienden a desertar la media para cuidar del hogar y los hombres para trabajar), desconoce el hecho que las ganancias salariales y sociales son mayores al completar la media e ingresar al mercado laboral, sin mencionar el efecto de completar los estudios en este nivel sobre la movilidad social de los estudiantes.

Junto con las realidades económicas y domésticas que hacen que los estudiantes y padres no encuentren una utilidad clara a la hora de cursar la educación media, existe una fuerte percepción con respecto a la utilidad de la educación media, es decir, la famosa pregunta ‘De que me sirve salir de bachiller?’ y es aquí donde la interrelación entre calidad y cobertura se hace mas notoria, por cuanto la falta de claridad en la oferta de la educación media hace que esta no sea vista como algo necesario. Los hallazgos del estudio apuntan a la existencia de una confusión significativa por parte de las instituciones educativas en lo relacionado a la titulación que ofrecen, con coordinadores que dicen que una IE en particular no tiene modalidad vocacional mientras que el rector de la misma institución afirma lo contrario; así mismo, no existe una claridad en la oferta de especializaciones que tiene la educación media en Colombia, lo que deja un escenario con instituciones que ofrecen el mismo programa bajo distintos nombres, o un programa armado a partir de retazos de otros y el cual, si bien tiene un reconocimiento oficial, no ofrece una real preparación al estudiante en el área seleccionada; además de esta falta de claridad curricular, la brecha de calidad educativa entre el campo y la ciudad colombianos vuelve a aparecer con relación a la educación media. Además de manifestarse en un menor número de sedes, la caracterización realizada por el estudio arroja una mayoría de instituciones de modalidad académica, lo cual, si bien no es malo en si mismo, quizá no resulta tan conveniente si tomamos en cuenta las necesidades de formación que puede tener el campo colombiano para sus bachilleres (P. ej. Programas agrotécnicos), especialmente en la actual coyuntura.

La ley general de educación define la preparación para etapas posteriores de la vida como un objetivo de la educación media, sin embargo, la confusión existente en lo que tiene que ver a especializaciones y modalidades de la misma pone de manifiesto las dificultades que tiene a la hora de cumplir dicho objetivo. Las recomendaciones presentadas en el documento de Acosta, García y Maldonado ponen de manifiesto la necesidad urgente por parte del Ministerio de Educación Nacional de tomar lo encontrado en este estudio de 2015 y realizar una centralización y afinación de la oferta de la educación media para que esta pueda cumplir sus objetivos como los establece la ley 115.