¿Se han preguntado cuántos de los que manejan moto en Bogotá han hecho un curso para tal fin? ¿Cuántos de los que utilizan este medio de transporte usan un casco realmente adecuado?
Recorro la ciudad a diario y todavía no llega el día en que no haya visto una moto involucrada en un accidente de tránsito.  Si bien no quiero estigmatizar a las personas que conducen este medio de transporte, porque no se puede generalizar, si me parece que es un grupo que carece, en muchas ocasiones, de inteligencia vial, civismo y educación al volante. Por ende, son un problema para el tránsito en Bogotá.
Algunos ciudadanos las utilizan como su principal herramienta de trabajo (mensajeros, domiciliarios y escoltas). También es una opción económica para particulares que no cuentan con los medios financieros para comprar un automóvil.
Se exigen pocos requisitos para entregar una moto. Las facilidades de pago y el bajo consumo de gasolina son los principales atractivos de este medio de transporte;  pero ni los concesionarios especializados, ni el SIM que expide las licencias, se interesan en educar y capacitar adecuadamente a los usuarios.
El chasis de la moto es el cuerpo de quien la conduce, lo cual hace que el índice de mortalidad sea bastante alto.  Por otra parte, el uso de cascos que no cumplen con las debidas normas de seguridad constituye un riesgo para la vida de los motociclistas. He visto integrantes de la Policía de Tránsito utilizando el casco de una forma inadecuada; si ellos no dan buen ejemplo, ¿qué podemos esperar de los demás?
Si se cumpliera al pie de la letra lo que dice el código de tránsito, los motociclistas deberían ir siempre por la derecha de la vía, pero es evidente que esto pocas veces sucede. Como conducen vehículos pequeños creen que caben por cualquier parte, zigzaguean entre los automotores y, en ocasiones, dañan los espejos laterales de los carros.
También se suben a los andenes, utilizan los puentes peatonales, transportan carga excesiva, llevan menores y, algunas veces, transportan más de dos personas (sobrecupo), lo cual está prohibido.
Por todo lo anterior, quiero invitar a quienes lean este post a que, si tienen un familiar, amigo o conocido que sea motociclista, le hagan caer en la cuenta que son mucho más vulnerables que quienes vamos en carro. Por lo tanto deben ser aún más responsables, menos agresivos y mucho más prudentes cuando salen a la calle. Que piensen que en su casa los están esperando sus seres queridos.
Sueño con salir mañana a trabajar y no encontrarme con un accidente donde esté involucrada una moto, porque tengo un hermano que utiliza este medio de transporte y siempre que veo esta situación, elevo al cielo mis oraciones para que no sea él el afectado.
En Twitter: @Hugoleonrojito