@hugoleonrojito
Estamos en el mes del amor y generalmente esa palabra se asocia a lo que siente alguien por su pareja. Pero existen muchas clases de amor, unas más frecuentes y comunes que otras.
Hoy les vengo a hablar de eso. Habrá poetas, cantantes y compositores que lo hagan mejor pero yo también tengo mi corazoncito. Claro que con la ayuda de la música se puede expresar mejor ese amor que se siente en diferentes etapas de la vida. ¿Quién no ha dedicado canciones? ¿Quién no ha escuchado un tema y de pronto se da cuenta  que esas precisamente eran las palabras que quería decirle a su ser amado?
La música nos recuerda esos momentos alegres o tristes que hemos vivido junto a las personas que hemos querido o de las que recibimos amor.
Amor de hijo
Es el primero que se siente tan pronto se sale del vientre de la madre. Es necesario para crecer, educarse y  formarse como persona. El consejo, el regaño que luego uno logra entender ; la razón, los cuidados y maneras de sentirse amado y cuidado en diferentes momentos, el sacrificio y esfuerzo que luego de años uno agradece.
Aunque en la adolescencia el sentimiento equívocamente cambia, es la admiración por los seres que le dieron la vida. Por algo está en los diez mandamientos (honrar a padre y madre).  Ese amor de ellos es el que nunca falla, el incondicional.
El amor de hijo te permite enfrentarte al ridículo en una presentación del colegio cuando te arriesgas a cantar en público como forma de agradecimiento, porque no tienes más como pagar esos sacrificios que ellos hacen por ti.
Uno puede cambiar de pareja pero de padres no. De una tusa de esas se recupera más fácilmente, pero de la partida de mamá o papá,  no. La herida sana en falso, el vacío es muy grande y siempre se anhelará esos momentos de amor en la niñez, la adultez y en general, durante la existencia.
Amor de hermano

A pesar de las peleas normales que en la infancia se tienen por la convivencia, el amor por los hermanos es el más leal.  Son los primeros amigos que uno conoce, son los que no están de paso, son los que primero tienden la mano en momentos difíciles y se alegran de corazón por los logros obtenidos. El amor de hermano es vital y necesario en nuestras vidas porque con ellos se aprende a compartir y serán nuestro apoyo cuando los padres falten.
Aparentemente al hijo único le va mejor, pero nada cambia la oportunidad de compartir con los hermanos, ellos se vuelven cómplices, los padres los utilizan para darnos lecciones en la vida como no ser egoísta.
Cuando los hermanos crecen y tienen cada uno su propia familia, se vuelven ejemplo para la generación que viene en que camino.
El primer amor
El primer amor es el más noble, el más puro.  E s ese que crees que será para toda la vida, el que más mariposas en el estómago te hizo sentir. Es el que aun anhelas porque piensas que era perfecto. Era el amor de la visita en la sala, el amor donde no tenías plata y tenías que pedirle a tus padres para poder invitarla a un plan, muchas veces austero. Era el amor donde aprendiste a besar, ese con el cual podías hablar horas por teléfono sin cansarte, ese que a pesar del paso del tiempo y  de la distancia recuerdas con cariño, porque te marcó. Fue el amor por el que te atreviste a hacer un grafiti frente a su casa y te pareció una vaina demasiado extrema.

Amor de padre
Por este amor te cambia el chip y las prioridades en la vida. Dejas de pensar en ti para empezar a preocuparte por ese pequeño ser que se parece a ti, que a pesar de que no te deja dormir, adoras. Por este amor maduras, trabajas, te sacrificas día a día para tratar de que no le falte nada. Prefieres este amor en caso de que tu pareja te ponga a elegir, así pienses que en el futuro los hijos te abandonarán para hacer su propia vida. Pero eso no te interesa pues te sientes con la satisfacción del deber cumplido. Es en este momento cuando entiendes todos los sacrificios que tus padres hacían por ti y quieres  redoblar esfuerzos para que ahora que te correspondió ese rol a ti, tus hijos tengan un mejor futuro.
El amor verdadero
Es un amor  más maduro que el primer amor, no tan idealizado  y que en caso de que no funcione, te hará ser realista. Es ese con el que luchas de la mano para forjar un mejor futuro y con el que quieres salir adelante, con el que puedes disfrutar de todas las cosas que no podías hacer con el primer amor, pues ya te puedes solventar tu solo. Es el amor con el cual quisieras envejecer y pasar los últimos años de tu vida. El que te acompañará cuando tus hijos tomen vuelo.
Una nueva oportunidad para el amor
Cuando el amor verdadero no funciona uno se vuelve incrédulo, la herida tarda en cerrar más tiempo y se piensa que ya no se tiene la misma juventud para volver a amar. Pero siempre hay una nueva oportunidad para el amor. No hay que negarse a eso porque como seres humanos siempre nos gusta ser el centro de atracción de alguien. ¿A quién no le gusta que lo consientan y que lo hagan sentir especial?
Siempre va a existir esa persona que te da su mano para sacarte del abismo en el que estabas  y te hace creer de nuevo en el amor. Por la que vuelves a ser adolescente, suspiras de nuevo y recuperas las ganas de vivir. Dejas de ser el  grinch de septiembre y te impulsa para volver a ser detallista, dedicar canciones, encontrarle sentido a un atardecer en el mar y muchas otras cosas en las que habías perdido la fe.
Puede que este post sea cursi para algunos, pero todo se vale por el mes en el que estamos, así que… Feliz Día del Amor y