Estamos llegando a diciembre y por esta época las empresas organizan sus tradicionales fiestas de fin de año, donde se hacen rifas y juegos, pero sobre todo, y por parte de los empleados, se da espectáculo. Por eso, aquí van algunos consejos a tener en cuenta sobre las cosas que jamás se deben hacer en una reunión de estas y así evitar ser la comidilla de compañeros de trabajo y llegar al extremo de perder el empleo por extralimitarse en el comportamiento.
La primera, obvia y más importante, es no excederse con el alcohol. Pero ojo, en sano juicio también se cometen imprudencias.
*Nunca le eche el brazo al jefe ni le diga que lo quiere y admira mucho para tratar de conseguir un ascenso. No es un buen escenario para este tema y menos con tragos en la cabeza.
*No se envalentone para cortejar a la ‘buenona’ de la oficina. Si no le han parado bolas durante todo el año, menos lo harán ahora y en público.
*No se encierre en un baño o busque lugares apartados y oscuros para ‘rumbearse’ con él (o la) compañero (a) de oficina.
*Si no llega a ser favorecido en una de las rifas, no grite que hay rosca. Su superior está atento y vigilante.
*Por ningún motivo saque a bailar a la esposa del jefe, y menos le dé por amacizarla.
*No por ser gratis se exceda en la comida, pues su estómago le puede jugar una mala pasada y el papel higiénico puede estar escaso en el sitio de la rumba.
*No se suba a arrebatarle el micrófono al de la orquesta para agradecer a su jefe ni se crea integrante de Los 50 de Joselito, Matecaña Orquesta o Los Tupamaros.
*Unos tragos en la cabeza no lo harán bailar mejor. ¡Contrólese!
*Que no sea usted el que proponga el popular ‘trencito’ cuando suene el mosaico de 10 minutos ofrecido por la orquesta.
*Mujeres, por ningún motivo, deben subirse a bailar en las mesas. Recuerden que sus compañeras de oficina son sus peores enemigas y no la bajarán de ‘loba’.
*Si el almuerzo es asado, al terminar vaya al baño y tenga un ritual de aseo en manos y boca. Puede ser víctima de burlas por el grano de mazorca, el pedazo de carne o el arroz de la morcilla que le quedó entre los dientes.
*Si la fiesta incluye becerrada, no se crea el ‘Gitanillo de América’ para impresionar a sus compañeras de trabajo. Puede salir con una pata ‘choneta’ y en ambulancia.
*Si hay tanda de reguetón y usted es cuarentón, evite el perreo para no hacer el ridículo.
*Respete al que no quiere tomarse un trago. Tal vez esa persona es mucho más inteligente que usted y valora su puesto de trabajo.
*No soborne al mesero con un billete de dos mil pesos para que le traiga más trago.
*Se recomienda que las mujeres lleven ropa cómoda, acorde a la hora, sitio de reunión y clima. Si llevan tacones a una finca, la pasarán mal y terminarán como dicen popularmente: «Caminando como Bambi recién nacida».
*Si va con su esposa, siendo ella muy celosa (tengo que confesar que esto me pasó a mí), y usted cambia de actitud ese día con sus compañeras de oficina, inevitablemente recibirá comentarios como: “Uy, ¿ya no saluda porque viene con la ‘Fiscalía’?, hoy sí lo veo mansito, pero esa carita de serio no la tenía anoche”.
*Cuando esté de regreso en la ruta dispuesta por la empresa, no le diga al conductor que paren en una tienda por ‘mediecita’ de aguardiente.
*No se quede dormido en el bus, puede pasarse de su paradero o ser propenso a que le pinten la cara, le pongan la mano en el lugar equivocado y le tomen fotos comprometedoras.
*No pretenda hacerse el chistoso poniéndose a bailar en la ruta. De seguro incomodará a los demás pasajeros.
*No se robe los centros de mesa para adornar su casa.
*No pida comida para llevarle a su abuelito enfermo que no puede salir del apartamento o con la excusa de que le da pesar haber dejado sola a su mascota («Y el pobre muriéndose de hambre. Me da un pesar…»).
*No empaque abusivamente en papel aluminio el postre que haya sobrado para luego solicitarle a su esposa o compañera de trabajo que lo guarde en el bolso.
*Ni se les ocurra decir a los cuatro vientos que a pesar de que este año fue el mejor para la empresa, el tacaño de su jefe destinó menos recursos para la fiesta de fin de año.
Si no siguen estas recomendaciones, aténganse a las consecuencias. Al siguiente día, las redes sociales estarán inundadas de fotos con todas las embarradas que cometieron en la reunión de fin de año empresarial. También se pueden convertir en la próxima estrella de Youtube y al día siguiente que lleguen a la oficina serán víctima de matoneo o, tal vez, le tengan lista la carta de despido en el escritorio.
*RECTIFICACIÓN
Aclaramos que la imagen publicada el día 28 de noviembre en la entrada ‘Fiesta de fin de año empresarial: arma de doble filo’, en la que aparece el señor Andrés Pinzón, no tiene ninguna relación con el contenido allí divulgado, por lo cual ha sido eliminada.
También reiteramos nuestras disculpas a Andrés Pinzón por los inconvenientes que esta situación pudo haberle generado.
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