Se supone que el período de vacaciones es para recargar energías, dormir por períodos más prolongados, no tener que estar metido en trancones o bajar el estrés de la oficina. ¿Pero qué pasa cuando se sale supuestamente a descansar con hijos que requieren que uno sea un recreacionista todo el tiempo, porque se aburren fácilmente? ¿Qué pasa cuando se comete el grave error de comprar un plan «todo incluido» donde la familia presiona para tomar todos los tours que trae el paquete adquirido?
A continuación algunas situaciones que usted amigo lector puede vivir en caso de que decida tomar ese riesgo:
*Tener que esperar más de dos horas en el aeropuerto porque como son vuelos charters salen en horarios no convencionales. En ese período de tiempo los hijos menores de edad te llevarán al borde del suicidio y serán más intensos que el burro de Shrek, porque quieren estar en el mar cuanto antes.
*Al subirse al avión y cuando ves la oportunidad de echarte un ‘motoso’, los ‘pelados’ empezarán a preguntarte cómo funciona la pantallita del espaldar y si logras conciliar el sueño te tomarán fotos y se burlarán de ti por estar roncando.
*Al llegar a tu destino, en horas de la madrugada, y cuando quieres irte a descansar, después de una ardua jornada laboral, te llevarán de la mano a la playa cuando ya es más de medianoche.
*El bar está abierto 24 horas, así que hay que aprovechar el todo incluido porque esa platica no se puede perder. Eso hace que se venga acostando uno tipo 5:30am.
*A las 8:30am te despiertan abruptamente porque resulta que el horario de desayuno es hasta las 9:00 a.m. y toca tomar caldito ya que se ha excedido en número de ‘cocolocos’ ingeridos.
*Después del desayuno eres abordado por uno de los funcionarios del hotel para programar los paseos que vienen con el plan. Ahí empiezas a darte cuenta que no tendrás mucho tiempo para descansar.
*Sales en una lancha con sobrecupo donde tienes que ponerte unos chalecos salvavidas que huelen a ‘chucha’ y que rara vez encuentras uno de tu talla, lo que hace que te falte el aire durante el recorrido. Igual tienes que sonreír porque estás en vacaciones.
*Cuando llegas al sitio indicado está haciendo un calor de los mil demonios y tú solo corres a buscar una palmera que te de sombrita. Allá te estarán esperando: las señoras de los masajes con aceite de tiburón para deshacer los nudos de la espalda, el vendedor de ostras, la muchacha que hace las trenzas a las niñas para que se les queme el cuero cabelludo (increíble que todavía caigan en eso) y toda clase de vendedores que buscarán darte en la cabeza.
*Cuando finalmente decides ir a la playa, empiezas a caminar como un perfecto imbécil porque las piedritas hacen estragos en los pies y no estás acostumbrado a andar descalzo. Esto hace que el camino hacia el mar sea interminable.
*Como no tuviste tiempo de comprar el bloqueador porque te sacaron corriendo para la lancha, al regreso sentirás ardor en la espalda y seguro esa será otra noche sin pegar el ojo.
*Quieres entrar al restaurante porque está haciendo como hambrecita, pero te rechazan al verte mojado y lleno de arena. Así que a ‘volar’ para arreglarse o te quedarás sin comida.
*Cuando finalmente entras a cenar, llenas el plato de una manera desmedida y comes de todo. Grave error, al otro día tus familiares salen desesperados a buscar una droguería para comprar lomotil o alguna de esas vainas que paren la diarrea.
*El paseo tiene que seguir porque los hijos son lo primero, no importa que temas no encontrar un baño cerca y que pereza ser el que dañe los planes.
*Te vas de compras y aprovechas una promoción de tres chanclas en diez mil que se dañan a los cinco minutos, porque no advirtieron que no te podías meter al mar con ellas.
* El aire acondicionado del hotel estaba muy fuerte y llegas a tu casa con una fuerte gripa.
*Si eres casado o vas con novia, lleva gafas oscuras o serás pillado infraganti viendo los cuerpos esculturales que te pasan en tus narices y no puedes evitar admirar (aplica también para el sexo femenino).
* Los planes ‘todo incluido’ están hechos para que los dueños de los hoteles no pierdan. Por eso te ofrecen cocteles algunos hasta con siete tragos que te harán poner copetón rapidito. Hay que ser estratégicos si se le quiere sacar jugo al bar o te noquearán en el primer asalto.
*Si hay partido de fútbol de tu equipo favorito, busca la forma de escapar para verlo o serás matoneado por las mujeres de la familia porque… «que pereza, acá no vinimos a eso», ¡desconéctese!
En conclusión, si de verdad quieren descansar y hacer lo que se le dé la gana, la próxima váyanse solos y no le digan a nadie su destino. Así no los encontrarán para joderles la vida.