Crédito: CEET fotógrafo Juan Diego Buitrago

Ni al más positivo de los santafereños se le pasaba por la mente que después de 37 años de sequía, en cuanto a lo que títulos se refiere, nuestro equipo iba a conseguir tanto y en tan poco tiempo. Y es que luego de tantas frustaciones y decepciones los campeonatos se vinieron por boca y nariz.

Dos estrellas en liga local, un título de copa Colombia, dos superligas ante los rivales tal vez más acérrimos como lo son Nacional y Millonarios. Y lo de anoche que fue la cereza del postre en un torneo internaciona. Anoche se consiguió pasar a la historia conquistando la copa suramericana sufriendo como siempre, a lo Santa Fe.

Anoche cuando estaba en el estadio recordaba la copa Conmebol que perdimos contra Lanús en 1996 y la Merconorte que nos ganó el América en 1999. Miraba a los muchachos que tenían en promedio de 20 a 25 años, que tal vez no tenían muy claro esas dos finales y me preocupaba tener que compartir con ellos una tercera frustración internacional.
Pero como se dice popularmente, estamos en la buena; todo se le dio a Santa   Fe para que después de tanto buscarlo pudiera tener en sus vitrinas un trofeo continental que hasta este año había sido tan esquivo.

Hoy los santafereños nos acostumbramos de nuevo a celebrar y ya no tenemos que esperar demasiado para dar vueltas olímpicas. La «santa fe» que tuvimos durante décadas, se ve recompensada con resultados positivos que nos permiten estar en la órbita mundial como un equipo de respeto. Atrás quedan las burlas de las cuales éramos víctimas en el colegio, la oficina y actualmente en redes sociales.

Ya no tenemos solo que hablar de Pandolfi, Gottardi o Cañón. Ahora tenemos ídolos contemporáneos como Ómar Pérez, Meza y Rufay Zapata. Ellos acaban de escribir un nuevo capítulo en la historia de Independiente Santa Fe.

Salud amigos cardenales, ¡somos los mejores de Suramérica!

@Hugoleonrojito