La denominada ciudad bonita Bucaramanga tiene mucho potencial gastronómico. Basta con decir que en la capital de Santander se encuentra la mejor hamburguesa de Colombia (en mi concepto) y que desde hace unos años hay un crecimiento en el tema de los restaurantes de comida rápida, pero también de los sitios especializados. Quiero aclarar que el listado que hago a continuación, es la visión de un turista y no de un habitante de la ciudad. Pero que nada está escrito y como siempre son bienvenidas las recomendaciones de santandereanos y visitantes sobre la excelente oferta gastronómica de la región.

RESTAURANTE EL ZURRÓN (Carrera 35 No. 48 – 21 Barrio Cabecera)

Desayunar o almorzar en El Zurrón es como departir en una finca del campo santandereano. Eso era lo que quería Rafael Mendoza, su creador: que santandereanos y turistas encontraran un ambiente ameno que permita al comensal disfrutar de la gastronomía tradicional de la región. Mute santandereano de la mejor calidad, pepitoria, cabrito asado, carne oreada y hasta caspiroletas. Esta última es una bebida caliente que las abuelas daban a las «recién paridas» y a los niños «desgalamidos» (entiéndase desnutridos) y que se hace a base de leche, huevo y canela.

En el restaurante pueden encontrar en la decoración hojas de tabaco, frutas, los zurrones (bolsas de cuero que cargaban los campesinos antiguamente) y en general artículos autóctonos de el departamento de Santander.

HAMBURGUESAS EL GARAJE (Calle 48 #33-39)

Como su nombre lo indica este sitio comenzó en el garaje de la casa de la abuela de Claudia Prieto, donde aún funciona un local de la marca en el barrio Terrazas.

Esteban Vargas y Claudia tenían 19 años y estudiaban en la Universidad Industrial de Santander, UIS, pero en temporada de vacaciones decidieron iniciar su negocio. Para eso se arriesgaron a vender la pequeña moto de Esteban y con eso compraron el carro de perros. Hoy en día y ya con 22 años años de experiencia El Garaje tiene en su carta 40 tipos de hamburguesas, varios locales con sitio propio y otros en las plazoletas de los centros comerciales más reconocidos de Bucaramanga.

También hace poco abrieron «El Garaje Sibarita» en el centro comercial Caracolí para dar gusto a otros paladares que quieran disfrutar de pastas, carnes y pescados, y que quieran disfrutar de un buen vino.

En la foto que adjunto pueden ver una maravillosa creación, la Santander Rock Burguer, una hamburguesa con una arepa santandereana en la mitad ¡Recomendada!

SNOB PREMIUM DONUTS (Calle 54 #35a-33)

Era una imagen repetida que en cualquier vuelo que se dirigiera a Bucaramanga. La mayoría de pasajeros llevaban en su equipaje de mano una caja de donas pues no existía en la capital de Santander un sitio que ofreciera ese producto. Teniendo en cuenta esa necesidad nació Snob Premium Donuts, pero no se quedaron solamente en eso, porque ofrecen sabores de este producto que no se encuentran en ningún lugar. Donut de creme brulee, golden brownie, pie de limón, milo, arequipe, nutella y crema de oreo entre otras. También tienen café marca propia para acompañar estos postres y su local es bastante amañador, eso sin hablar mucho de la excelente atención propia del santandereano.

CHICKEN BOX ROTISSERIE (Cra 35a #55-124)

Como sé que a muchos les cae pesada la carne de res, me dediqué a buscar opciones para todos y encontré este buen sitio en el barrio Cabecera. Chicken Box se especializa en preparar platos a base de pollo de manera muy elaborada. Es por eso que en la carta podrán encontrar Crispy Chicken (pollo marinado en cítricos y finas hierbas cubierto de apanado crispy, miel de maple y queso crema), también algo que se llama waffle chicken sandwich (waffle con pechuga crocante, queso cheddar, salsa bacon, tocineta, lechuga y tomate) y otros treinta platos para que tengan de donde escoger. Las bebidas para acompañarlos también son un hit.

Pueden encontrar este buen restaurante en Medellín (Poblado y Laureles) y me contaron el chisme que en 2019 aterrizará en Bogotá.

YA SUPE CANTINA MEXICANA (Cra. 35a #54-113)

Este sitio es mágico principalmente por una razón: no es fácil de encontrar. Bueno, por lo menos hasta ahora. Ya Supe Cantina queda en la parte trasera de una hamburguesería que se llama Burger Shop. Tiene acceso limitado y es mejor si hacen reserva previa para grupos pequeños. Pero esa es su gracia, que sea medio clandestino y reservado. Su lema es música banda, tequila y guacamole. Y es cierto. Después de descubrirlo coincidí con música en vivo y pude disfrutar de las aguachiles, los diferentes tipos de guacamoles, las aguas frescas de jamaica, limón y tamarindo, y lo mejor: unos buenos tequilas puros y en cocteles.

RESTAURANTE BATTUTO (Calle 55 Nº 36 – 17)

Battuto es un término culinario italiano que traduce golpear, y recibe este nombre por el sonido que produce el cuchillo sobre la tabla de cortar cuando se pica cebolla, apio, zanahoria y ajo. Es tal vez el mejor restaurante a manteles que hay en Bucaramanga por sus excelentes y amplias instalaciones, su gran variedad de opciones gastronómicas y su ambiente romántico. Pero lo que más resalto de Battuto es que ellos son la prueba de que para un restaurante de su calidad, pueden servir porciones generosas sin cobrar de más como otros sitios de este tipo.

Recomiendo la Pizza Quattro Formaggi (pizza de 4 quesos; gorgonzola, pecorino romano, mozzarella fresco y ricotta), la lasagna Battuto (lasaña de pasta fresca, salsa boloñesa, queso ricotta y espinaca, horneada a la leña) y el Ossobuco de res (salsa de vino blanco y tomate, polenta cremosa, acelgas de sartén).

No sobra decir que ellos mismos fabrican sus pastas y que tienen una grandísima y maravillosa cava de vinos para acompañar las comidas.

LIBARDOG (Carrera 27A #45A 16 barrio Sotomayor)

No conozco un santandereano que quiera más a su tierra que Libardo Suta, el dueño, administrador, gerente, cajero, cheff y también «el que atiende la visita» en su local del barrio Sotomayor en Bucaramanga. Libardog tiene una particular historia pues a punta de trasnochos con un puesto callejero (en 1993) logró hacerse a un nombre en la ciudad bonita. Los ochenteros que salían de el colegio o la universidad acudían a la cita sagradamente, pues los perros siempre han sido buenos, bonitos, diferentes y baratos.

La mejor salsa tártara de la ciudad la tiene Libardog. También cuenta con una barra libre de salsa de piña, cebolla, papas y otras salsas en la que los comensales pueden «adobar» sus perros, hamburguesas y papas francesas (que son exclusivas del sitio). Cada vez que voy me siento a hablar con Libardo, esa es su gracia, porque lo siento como un amigo en Bucaramanga que se sienta a hablarme del amor por su departamento y  por su esposa quien ha sido muy importante en el crecimiento de su negocio, en la enseñanza que le está dejando a sus hijas, y en general a echarme chistes sobre la bravura de la mujer santandereana.