Normalmente, y ya en la edad adulta, uno hace amistad con quien tiene afinidades de planes, de pensamientos, de ideales y sobre todo de política. Pero no siempre ese tipo de reglas se cumplen; a veces tienes que ver cómo personas que inevitablemente están metidas en tu corazón presentan un cambio desfavorable en su forma de ser, en su aspecto personal, en sus actitudes y hasta en sus pensamientos. Pero ya es imposible dejar de querer a esa persona que también respeta lo que tu eres como ser humano, tus principios y tus convicciones. Y así se pasa el tiempo logrando convivir con esas marcadas diferencias, sobre todo políticas, que separan esa amistad, pero que no logran romper los lazos afectivos que se crearon.

Para esa amiga, que en mi opinión se desvió del camino, van estas sentidas letras que solo buscan resaltar el valor de la amistad.

Foto: Tarcisio Rincón

Siempre te voy a querer y siempre te voy a admirar, porque me brindaste el privilegio de contar con tu amistad. Pero sufro en silencio al ver como otras personas que llegaron después de mi te están cambiando. Actualmente eres diferente en varios aspectos; empecemos por el aspecto físico. Siempre me pareciste linda, muy femenina y de esas que «paran tráfico» (aunque puede que este término no te guste actualmente por aquello del feminismo desdibujado que te han querido presentar tus nuevas amistades). Yo no sé de moda, pero te confieso que me gustaba más verte maquillada, con tu frondosa cabellera negra y bien alisada, con tus tacones que te ponías algunos días de la semana, con tus vestidos que te quedaban regios y que para nada eran vulgares, pues no necesitas mostrar mucho para que se enteren que eres una mujer muy bella. Pero desde hace algún tiempo todo cambió; ahora pareciera que te pones la ropa de tu hermano, como que todo lo que usas te queda grande, o buscas que te quede grande. Ya no vas al salón de belleza con la misma frecuencia y he notado tus manos algo desarregladas. No te quiero estigmatizar, se que no sigues patrones de belleza pero me gustaba más tu anterior aspecto. Cuando subes fotos con tus amigas feministas solo tu sobresales; a veces pienso que es envidia de ellas y que te quieren rebajar a su mismo nivel, impidiéndote ser tu misma. He tenido pesadillas y temo encontrarte algún día con media cabeza rapada.

Tus gustos musicales también cambiaron; ahora cada vez que nos encontramos solo escuchas canciones de Pablo Milanés, de Atahualpa Yupanqui, León Gieco, Mercedes Sosa y hasta te debes soñar con el unicornio azul de Silvio Rodríguez. Me pregunto dónde quedó esa mujer excelente bailarina que escuchaba música de todo tipo y que una vez me avergonzó sacándome a la pista para que la acompañara con una música moderna que yo a mis años no entendía como se bailaba.

Ahora tus héroes son sindicalistas, exguerrilleros, «defensores de derechos humanos» y varios personajes que en el pasado se han alzado en armas contra el Estado. Odias a la Policía, a las instituciones y a las Fuerzas Militares de las cuales yo hice parte ¿o no te acuerdas cuando orgullosa me acompañaste a mi juramento de bandera, a mi entrega de armas y hasta soltaste un par de lágrimas de emoción por mi?

Ya no tomas cerveza ni tragos finos; ahora lo tuyo es el vino caliente, la chimenea y los malvaviscos asados al son de una guitarra que medio sabe tocar uno de tus nuevos mejores amigos ‘mechudos’. Ya casi no tenemos planes en común; yo sueño con llevarte a Las Vegas, a Barcelona o a Santorini. Pero tu prefieres Cuba, Amsterdam o Bolivia, dizque para tener un encuentro profundo con la «pachamama» y abrazar árboles. Tu sueño de casarte en Cartagena con una gran recepción cambió. Ahora prefieres que tu boda la oficie un chamán en la Sierra Nevada. Sin embargo a donde decidas hacerlo yo te acompañaré, lo importante es que consigas un buen hombre que te aprecie, te ame y te respete.

No te quiero incomodar más con mis preocupaciones, solo te digo que no odies a Uribe por moda. Piensa que lo que estudiaste en la universidad es un oficio totalmente capitalista y que quiero que como profesional seas muy exitosa, porque eres brillante. Alguien dijo que a los comunistas les encanta el ambiente académico, porque si ponen en práctica sus ideas de izquierda fracasarán inevitablemente.

¡Recuerda que te quiero, y que nada dañará nuestra amistad!

PD: Ya me contó tu mamá que tienes en tu casa un diario del Ché Guevara. Ella también está preocupada