Hace muchos años que no voy a hacer el plan de acampar, eso ya se lo dejo a los muchachos que son los que aguantan condiciones climáticas adversas y les encanta la aventura. Mucho menos soy hombre de deportes extremos, pues cuando uno va envejeciendo le va cogiendo miedo a todas esas experiencias que implican separar los pies del piso, así sea en un parque de diversiones.

Pero buscando hacer algo diferente no muy lejos de la capital, me encontré con la moda del glamping, que es un camping con las comodidades de un buen hotel. Cama confortable, ducha caliente, luz con páneles solares, wifi, bar, toallas limpias, conectores y todo lo que se necesita para pasar un buen fin de semana de descanso.

 

Foto: Ecoglamping Tominé

 

A una hora y 20 minutos de Bogotá está el Ecoglamping Tominé. Más exactamente por Sopó, detrás del cerro del Pionono por una carretera destapada pero transitable y en muy buen estado, se llega a este sitio que tiene una vista maravillosa que adorna el embalse de Tominé. Un buen plan para desconectarse del estrés de la ciudad y en donde los que se atrevan podrán disfrutar de los deportes extremos que se practican en la región, principalmente el parapente.
Como recomendaciones principales, les cuento que deben llevar ropa muy abrigada que incluya gorro, guantes, bufanda, botas y una buena chaqueta pues en la noche baja la temperatura de forma considerable. En el sitio hay un restaurante en el que te atienden «a la habitación» de forma muy diligente y te suministran todo el tiempo bebidas calientes y, si lo deseas, también bebidas alcohólicas. El glamping, que es como una habitación en forma de iglú, tiene una gran ventana que permite ver el atardecer y el cielo estrellado cuando el clima lo permite, así que aplica totalmente como plan romántico.

Foto: Ecoglamping Tominé

 

Como dije al principio, yo no soy de deportes extremos, pero no me podía dejar ‘echar tierra’ de mi compañía femenina, así que con el corazón a mil decidí aceptar el reto (ver video) y dirigirme al punto de partida en donde, tengo que decirlo, los profesionales de Parapente Guatavita, la empresa encargada de realizar los vuelos, me dieron mucha tranquilidad pues tienen amplia experiencia con personal capacitado y con muchas horas de vuelo.

Y si de valores estamos hablando, a cada persona le cobran $125.000 que incluye grabación con cámara gopro para que chicaneen posteriormente en sus redes sociales y compartan la experiencia. Lo miedoso es el despegue, más para los que somos ‘buñuelos’, pero después que el paracaídas se estabiliza, se disfruta de un panorama maravillosa y allá arriba se siente una paz que no se puede describir. Así que si yo, con mis chocheras y mis kilitos de más, pude: ustedes también pueden, la experiencia vale totalmente la pena y espero repetirla.

Foto: Parapente Guatavita

Ecoglamping Tominé  – reservas: 3138655180
Parapente Guatavita: 3132057699
 (www.parapenteguatavita.co)