¿Cómo poder encontrar las palabras adecuadas? ¿Cómo poder seguir siendo el caballero que admiraste? ¿Cómo poder plasmar palabras sin revanchismo ni dolor? Tal vez aferrándome a los buenos recuerdos, tal vez recordando esos ojos que acentuaban más su brillo cuando te hacía reír, de pronto abrazando esas horas de felicidad que me diste desinteresadamente y valorando que te fijaras en mi a pesar de todas las «cosas malas» que el resto del mundo pudiera ver en el que escribe con nostalgia estas letras.
Era una apuesta arriesgada que decidí tomar y que no tenía muchas posibilidades de tener éxito. Sin embargo lo intenté y perdí, como lo vaticinaban todos los pronósticos.
Nunca imaginé amar tanto. Había aprendido a poner una coraza que me permitía salir avante de ese tipo de situaciones porque mi lema era no tener tiempo para lamentarme. Después de morder el polvo me sacudía, me levantaba y seguía adelante; pero siempre hay una primera vez y contigo todo fue diferente, contigo me ha costado un poco más, contigo la herida no ha sanado, contigo siento que es más difícil de olvidar. Aún suspiro cuando paso cerca de tu casa o de tu trabajo, o cuando escucho las canciones que me dedicaste y que yo te dediqué, o simplemente cuando me siento a tomar un café, solo, en algún lugar que me haga acordar de tu existencia.

No me arrepiento de haberte dejado entrar en mi corazón pues fuiste fuente de gran aprendizaje. Teníamos visiones distintas de la vida y adopté algunas cosas que sabiamente me decías. Como también se quedaron en mi algunos gestos y ademanes muy característicos de tu personalidad. Uno termina siendo, después de mucho tiempo, lo bueno y lo alegre de su pareja.
Comparo este momento difícil en el que escribo estas palabras con la vez que tuve que subir al atrio de una iglesia a hablar en nombre de mi familia por el deceso de mi madre. El nudo en la garganta se siente igual.

Gracias por hacerme feliz en medio de mis dificultades, aunque tenía planeado que fuera para siempre. Pero las cosas a veces no salen como uno las planea. Te ganaste mi respeto cuando no te fuiste y permaneciste a mi lado a pesar de las condiciones duras y adversas, por eso quiero que me recuerdes como el caballero que siempre te honró, te respetó, te fue leal y siempre cuidó tu espalda. Eres inolvidable para mi, te llevaré siempre prendida en mi pecho a través del tiempo, como un tatuaje del alma.