Hay sabores que traen recuerdos; lo plasmaron perfectamente en la película Ratatouille cuando el crítico gastronómico Antón Ego prueba el plato que lo llevó a su época de niño, porque era lo que le preparaba su mamá en el campo. Me pasa también a mí con el sudado de murillo que me preparan el día del cumpleaños. Con el sabor del pavo es algo parecido; recuerdo que a finales de los noventas cuando trabajaba en la cervecería Leona de Tocancipá hacíamos parar a la ruta para comprar sanduches en Pavo Munich, ese que quedaba por la autopista norte. Siempre han tenido un muy buen sabor y son líderes en el mercado desde 1974. Lastimosamente, hace poco volví a parar y noté que la razón social había cambiado, y los más triste, el sabor también.

Pero unos amigos me dijeron que al parecer tuvieron una disputa familiar y que los de la receta original se trasladaron a un pequeño local en Chía por la variante que lleva de de ese municipio hacia Cota, unos metros antes de Andrés Carne de Res. Me di a la tarea de ir a buscarlos (ya en el pasado hice un recorrido de pavos en video para diciembre con esta casa editorial en donde los incluí) y los encontré. Ahí me atendió un muchacho llamado Manuel, que es hijo de don Víctor Manuel Rodríguez, el autor de la receta original de tan buen pavo. Estaba confundido y tenía que probar su sándwich a ver si se me asemejaba a lo que había probado en el pasado; estaba buscando ese sabor y esa textura que siempre nos gustaba a mis compañeros de trabajo y a mi.
Pasó la prueba. Aunque no tenían en el momento la mogolla gigante como mestiza del pasado, el sabor y el olor era el mismo. En ese momento me alegré de haberlos encontrado nuevamente y de la emoción les encargué de una la cena de la navidad para este 2021.


Pavo Munich, el original, junto con Rumbos, San Pernil y la Casa del Pavo son de lo mejorcito para comprar pavos y perniles para esta época del año. También he recomendado algunos locales que quedan en la glorieta de la primero de mayo con 5,0 pero hay que saber escoger porque no todos son buenos y los revuelven con la venta de matrimonios y anchetas navideñas. Si bien la situación económica no está para comprar un pavo entero, ellos dan la posibilidad de llevar pequeñas porciones para 10 personas y enciman además de la salsa de ciruela, otra cosa que es sello Pavo Munich, y es la salsa Munich. Una salsa como entre rosada y naranja que tiene una receta secreta que no me quisieron revelar, pero que tiene un sabor levemente picantico que combina perfecto al untarlo en la carne.

La carta de este sitio comprende pavo Relleno, pernil de Cerdo, jamón de cordero, jamón de Cerdo, jamón de Cordero ahumado, bondiola ahumada, jamonada mortadela, queso de cabeza (que a mí personalmente no me gusta pero la gente es feliz comiendo esa joda), salami, cervecero, cábano y matambre de cerdo.

La libra de pavo y pernil está por el momento, según me cuenta Manuel, que es quién está al frente del negocio con su hermano, en $39.000 porque los costos de la materia prima están altísimos y les tocó le subirle $2.000 por libra. Me prometieron que la próxima vez que volviera me tendrían la mogolla gigante porque esa también era como la servían por allá en los noventas.

Las coordenadas exactas del sitio son calle 2 No 8- 08 variante Chía-Cota, frente a la estación de servicio Biomax. También los pueden encontrar en Instagram, Facebook y Twitter como @PavoMunich. Los que tengan el paladar afinado sabrán que ese pavo es el de toda la vida. Para terminar, me contó el muchacho que pronto, para el 2022, se van a cambiar a un local más cerca que queda en un edificio que están construyendo del otro lado del puente de Centro Chía; quedó en avisarme para actualizar dirección y datos en este escrito, pero no podía dejar pasar la oportunidad porque ahora que los redescubrí sentí la necesidad de escribir sobre ello.