Siempre, y desde que tengo mayoría de edad, he ejercido el sagrado derecho a votar y a elegir a nuestros legisladores, alcaldes y por supuesto al presidente que se posesione por un periodo de 4 años. Hoy más que nunca estamos ante un escenario de «votar en contra de, y no a favor de»; porque jamás se nos había presentado un escenario tan peligroso en el que un candidato de izquierda estuviera tan opcionado de llegar al poder, para nunca más tener elecciones libres. Personalmente, mi candidato no era Federico Gutiérrez, yo me inclinaba más por un discurso como el de la senadora María Fernanda Cabal, quien ya no está en contienda, o por el de Enrique Gómez quien a pesar de sí aparecer en el tarjetón, es una realidad que no tiene mayores posibilidades, entre otras porque empezó tarde. Así que el único que puede vencer a Petro es Fico, a quién por estrategia sus enemigos políticos, ya graduaron de uribista de racamandaca sin realmente serlo (recordar que Gutiérrez le ganó la alcaldía de Medellín al candidato del Centro Democrático), porque a los comunistas siempre les va a servir tener un enemigo visible, y en este país desde hace mucho tiempo, para ellos, el enemigo es Uribe. Sin Uribe no pueden vivir, respirar, polemizar, escribir en redes, etc.
El exalcalde de Medellín llega fortalecido a primera vuelta después de medirse en la consulta del llamado «equipo por Colombia» en donde derrotó en franca lid a personajes políticos importantes como David Barguil, Alejandro Char, Enrique Peñalosa y la líder del grupo Mira, Aydeé Ramírez. A sus huestes ha sumado apoyos importantes como el del partido conservador, el partido liberal, la U, y grupos cristianos de otras vertientes. En el caso del Centro Democrático, después de la renuncia de Óscar Iván Zuluaga (una candidatura que siempre fue inviable) dejaron la libre elección a sus militantes. Y es un hecho que la gran mayoría de los que comulgamos con ese partido, ahora estamos con Fico.
Pero, ¿realmente Fico representa los ideales del partido? la respuesta contundente es NO. Lo que pasa es que al ver el escenario lo más estratégico y conveniente es rodear a Fico, quien muy seguramente no nos resolverá los problemas, y hasta en contra pueda ir de algunos de los postulados que siempre hemos tenido los que en nuestra vida pensamos políticamente a la derecha. Pero con Fico aseguramos que no se pierdan las libertades, que podamos trabajar y/o crear empresa, que podamos expresarnos libremente como en este preciso momento yo lo estoy haciendo a través de este blog, evitamos al votar por Fico que haya fuga de capitales y que la confianza inversionista se deteriore, como siempre pasa cuando sube un gobierno de izquierda.
Todo lo que esté en contra de ellos siempre lo van a graduar y le van a poner el INRI de que «es que ese también es uribista» o «es el de Uribe», pero realmente en estas presidenciales no hay un real candidato uribista de raza. Por eso, y por estrategia toca votar por Federico Gutiérrez; mal hacen los radicales en darle el voto a un Enrique Gómez, que debe potenciarse mejor para 2026, mal hacen también los que por su discurso chabacano y vendedor, le piensan dar el voto al ingeniero Rodolfo Hernández. Este es un caso extremo de salvar los platos, de evitar a toda costa que nos pase lo que a Cuba, Venezuela, y mas recientemente a Perú y Chile. Así que no es responsable ponernos a ensayar con otros candidatos en primera vuelta mientras ver que pasa.
¡Recuerden que la consigna es, cualquiera menos Petro! y ante la amenaza de que el país de vaya por un despeñadero hay que hacer uso del voto útil, pero sobre todo, del voto responsable por el futuro de este hermoso país.