Llegar a vivir a una ciudad nueva es un reto desde todo punto de vista; su clima, su cultura, sus costumbres y hasta su gastronomía. Es diferente la visión del turista que va de paso, al que ya decide residir en una región que no es la suya. Todo este preámbulo para decir, tímidamente, que desde que estoy viviendo en Santa Marta he empezado a explotar su mapa gastronómico, y la primera conclusión a la que llego por ahora es que el Centro Histórico está renaciendo con una oferta importante para turistas nacionales, extranjeros y para el propio ciudadano samario. Hace poco terminaron la remodelación del camellón de la bahía de la ciudad y en ese sector he podido ver varios restaurantes que están apostando a tener platos con ingredientes del departamento, aprovechando pescas del día y la cercanía con los productos que da la bella Sierra Nevada. Uno de esos restaurantes es La Guacharaca, ubicado en la terraza del Alko Hotel Cotona, con una vista privilegiada, un ambiente romántico, y unas opciones gastronómicas dentro de la denominada cocina de autor.


El chef Pablo Ravassa, un amante de la cocina y talentoso cocinero caleño, apostó por revivir su antiguo restaurante en la capital del Magdalena, esta vez en compañía de nuestra gloria del deporte nacional, el clavadista mundialmente reconocido, Orlando Duque, quien era un fiel cliente cuando el sitio funcionaba en la capital del Valle del Cauca. Ubicado en el corazón del Centro Histórico (carrera 2 No 20 – 63), el restaurante La Guacharaca ofrece en su carta 6 tipos de entradas entre las que se destacan los calamares fritos con toragashi y una adaptación de tártara con suero costeño, y el ceviche de pescado blanco con camarones, acompañado de arracacha, leche de tigre, ñame y aguacate.

Cuando llegamos a la sección de los platos fuertes me encontré con que saben aprovechar muy bien la cercanía con el mar. Se pueden apreciar opciones como la pesca al curry (un filete de pescado blanco en salsa de curry amarillo que va acompañado con mejillones, arroz con coco, ceviche crujiente de camarón y ají dulce). Finalmente yo me decidí por una pesca marinada con achiote acompañada de boronía, arroz con coco, y picadillo de tomate, cebolla morada, ají dulce y perejil.


Y se preguntarán ¿qué es la boronía? yo la había escuchado y sabía de qué se trataba, pero hasta ese momento tuve la oportunidad de poder degustarla. Es un plato tradicional de la gastronomía colombiana pero con raíces árabes que sirve para acompañar carnes y pescados; una especie de puré que se elabora con berenjenas y plátano maduro, normalmente sazonado con un sofrito de cebolla, tomate y ajo. ¡Realmente muy agradable al paladar! pasó la prueba indudablemente.

Volviendo a la carta, mi acompañante pidió lomito en salsa (lomo de res con salsa de posta, acompañado con papas al sartén con zaatar, habichuelas y puerro). Recomiendo también el pulpo con chimichurri, alioli negro, papas criollas y una ensalada de tomatillos con perejil. Son en total doce opciones de platos fuertes entre pescados, carnes, pasta, pollo y una opción vegetariana.

También hay un par de opciones de menú infantil como chiken fingers, medalloncitos de lomo con papitas fritas y algo de pastas igualmente. La parte final de mi experiencia en el sitio fue la mejor; me trajeron de postre un enyucado caliente con helado artesanal de leche y un dulce de corozo que combinaba de manera ideal. Sodas, vinos nacionales y extranjeros, cervezas y jugos, hacen parte de las bebidas que ofrecen en el restaurante.



Se llama La Guacharaca porque cuando bautizaron el restaurante buscaban un nombre sonoro que le llamara la atención a los comensales. Recordemos que guacharaca es un pájaro, un instrumento musical y una arma que son bastante ruidosos. Creo que cumplieron con su cometido, porque ahora su restaurante está sonando mucho en Santa Marta como una de las nuevas y buenas opciones gastronómicas que tienen propios y visitantes en una ciudad que tiene un potencial inmenso dentro del turismo en Colombia y en el exterior.

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Instagram @alkohotelcotona (hotel boutique ubicado en el centro histórico que cuenta con 14 habitaciones)