¿Qué es lo más valioso que les han regalado en navidad? Recuerdo perfectamente un par de medias y un talco para los pies que me dio mi mamá por allá en una crisis financiera a mediados de los ochentas, y que sacó con mucho esfuerzo de su miscelánea alguna cosita para sus cuatro hijos y lograr no dejar el árbol vacío ese diciembre. Eso me marcó y lo recuerdo con mucho cariño, como un acto infinito de amor y una enseñanza de vida para valorar los detalles más allá del precio que pueda tener. Hoy en día que ya soy un hombre hecho y derecho, me conmuevo cuando veo a la gente darse ese tipo de regalos; como una medalla deportiva a un menor de edad que tiene un significado especial y que de la cual, alguien se quiere desprender para dar demostración de afecto, o un reloj viejo pero renovado que utilizó el abuelo, o el vestido de novia con el que se casó la tía hace medio siglo, etc.
Yo este año volví a tener después de mucho tiempo un tipo de regalo de navidad así; pude volver a vestir un árbol de navidad, pude ayudar a decorar una fachada, pude volver a hacer la natilla y los buñuelos en familia, pude ver los ojos brillar de niños emocionados al destapar sus regalos a media noche, pude compartir una mesa rodeado de seres queridos que me acogieron como uno más de su clan, pude decir unas palabras al levantar una copa de vino y dar gracias a Dios por mandarme muchas bendiciones este 2022.
También volví a abrazar, a besar tan pronto fueron las doce a una mujer que me valora, que no me esconde, que se siente orgullosa de mi, que es mi cómplice para muchas de mis locuras, una mujer trabajadora, valiosa, excelente madre, hija y hermana. Una coequipera en este difícil camino de la vida, pero que es más fácil recorrer en compañía de quien te admira y te respeta; por eso volveré a levantar mi copa al finalizar el año, junto a ella y a su familia, para dar gracias de nuevo a Dios, por hacernos coincidir y brindarnos la oportunidad de conocernos. Porque a veces olvidamos que navidad y fin de año no solo es fiesta, celebración, comida y regalos; porque no solo debemos acordamos de él en los momentos difíciles, también debemos acercarnos a Dios para agradecer por todas esas buenas cosas que nos da, tal vez imaginarlo o planearlo.
Y así puede ser este último escrito del año; tal vez corto y sin mucha audiencia, pero con un valor gigante porque es mi manera de agradecer y que ellos se den cuenta que lograron hacerme sonreír de nuevo por estas fechas, me sacaron de ese estado tipo grinch en el que me encontraba hace largo rato. Sin lugar a dudas volví a recibir uno de mis mejores obsequios decembrinos desde ese mil novecientos ochenta y pico.
J.B