Las nuevas disposiciones que cada gobierno saca se convierten en un dolor de cabeza para los ciudadanos que de la noche a la mañana deben cambiar a rajatabla sus hábitos.
Empezar a meter en cintura a 45 millones de colombianos que hasta ayer no usaban cinturas de seguridad en el asiento de atrás, que no sabíamos cómo calcular si pasó o no el semáforo, que si son independientes no le ven el valor a pagar por una EPS que ni usan porque tienen prepagada, por una pensión que tal vez nunca llegue… sí debemos meternos en cintura.
Pero para ir acorde con el lenguaje actual también el Gobierno debería establecer períodos de «pedagogía transicional»: He escuchado varios casos en los cuales ciudadanos son citados por la Unidad de Pensiones y se sienten maltratados y amenazados al mejor estilo de los doberman de la DIAN. ¿Cómo pedirle a los ciudadanos que entiendan el proceso de paz en medio de la corrupción y el robo inmisericorde el Estado? Es claro que debemos meternos todos en la linea de lo correcto y todos cumplir a cabalidad la ley y las normas pero el Gobierno debe ser misericorde. ¿Sería absurdo pensar en un período tradicional en el cual se publique y se cite a los ciudadanos que hayan cometido errores en sus planillas, o en alguna liquidación y les hagan pagar lo que dejaron de pagar con advertencia que a la siguiente será con sanción ejemplar si se quiere?
Pero se han conocido cientos de casos de personas que han tenido que pagar multas, sanciones, mandatos de pago, cobrados sin ninguna contemplación porque sus vehículos «no quedaron traspasados»… no hay lugar a discusiones. Para el sistema el carro sigue a nombre del anterior propietario y no hay lugar a ningún documento. Si no se tiene el formulario de traspaso debidamente radicado ningún otro documento es válido. De malas.
Pero construir el post conflicto es precisamente eso: Un stop & Go. Todos volvemos a empezar.