Colombia: Sobre Uribe en la Cámara de Representantes de Colombia
Carta al Presidente de la Honorable Cámara de Representantes de Colombia
Agregado: Reclamos erróneos sobre Decisión de La Haya. Límites Nicaragua-ColombiaMundo: Egipto buscando su grandeza
Agregado: No existe un límite de polaridad política entre islamismo y seculares en Egipto.
Paz
- En Bogotá se realizó el Encuentro Internacional de Paz entre el 4 y 6 de diciembre. Detalles en Pueblos Construyendo Paz.
- En Bogotá se realizará el Foro Política de Desarrollo Agrario Integral (Enfoque Territorial) los días 17, 18 y 19 de diciembre próximo.
Conclusiones serán presentadas a la Mesa de Conversaciones el 8 de enero, 2013.
- Esta es la página web de la Mesa de Conversaciones.
https://www.mesadeconversaciones.com.co/
- Los ataques contra las FARC, la tregua unilateral de las FARC, lascontradicciones y ajustes que ambas partes puedan tener son parte de unproceso difícil y complejo en el que la ciudadanía debe apoyar lasolución de cada dificultad y mantener la mira firme en el logro final de la paz.
- Introducción al conocimiento del conflicto armado, fácil de leer y entender:
«RESPUESTAS ALREDEDOR DEL DIÁLOGO DE PAZ DE COLOMBIA»
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Sobre Uribe en la Cámara de Representantes de Colombia
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Doctor
Augusto Posada Sánchez
Presidente
Honorable Cámara de Representantes
Para conocimiento público
Respetado señor Presidente:
En relación con la carta del 4 de diciembre, 2012, enviada por el ciudadano Álvaro Uribe Vélez, innecesaria, pero que muestra el uso que hace de cualquier oportunidad pública para acicalar una imagen que nada tiene que ver con lo que, en este momento, enfrenta el estado colombiano, ni con el futuro de Colombia, quiero hacer las siguientes observaciones.
1. De los cuatro párrafos de la carta del Sr. Uribe tres son dedicados a:
i. lo que el Sr. Uribe piensa que el actual gobierno debe hacer,
ii. a sus plegadas críticas del gobierno del presidente Santos y
iii. a su ya acostumbrada preferencia por el desacato a la ley ya sea nacional o internacional.
El primer párrafo es introductorio y los tres restantes son el cuerpo y único motivo de dicha carta.
Lo que piense el Sr. Uribe de lo que debe hacer o no el gobierno actual, no es de la incumbencia gubernamental del Sr. Uribe ni tiene relación con lo que debe contestar a la Honorable Cámara de Representantes. Tampoco ésta lo ha citado para escuchar los tres puntos de la actual agenda política del Sr. Uribe.
2. Deploro que el Sr. Uribe no mencione y menos asegure que dirá la verdad y solamente la verdad en sus respuestas a la Honorable Cámara de Representantes. Si sus respuestas no llegan a ser bajo juramento es muy importante que el Sr. Uribe muestre ante la nación una voluntad seria y responsable contestando concreta y directamente lo que se le pregunte; y que no aparezca con sus rimbombantes historias o acusaciones de lo que no hace el gobierno actual que no fue materia de su gobierno ni de sus decisiones tanto diplomáticas como jurídicas frente al litigio con Nicaragua.
3. La responsabilidad respecto del gobierno nunca es por lo que haga el siguiente gobierno, sino por lo que hizo durante el propio.
Por cuanto no existió el gobierno Santos cuando el Sr. Uribe fue presidente, cualquier mención del Sr. Uribe del presente gobierno debe ser tomada como lo que es, una evasión y el consiguiente intento de no responder por sus responsabilidades, por los hechos y por su conducta y razonamiento frente al litigio con Nicaragua.
4. La Honorable Cámara de Representantes debe garantizarle a la nación colombiana que tendrá la autoridad suficiente como para limitar la fácil lengua del Sr. Uribe a sus razonamientos, análisis y decisiones que él tuvo en sus manos para responder al litigio con Nicaragua. Esa es la única y exclusiva razón de su cita.
5. Con respecto a las citas de los ex presidentes, solicito a la Honorable Cámara de Representantes tener en cuenta las siguientes consideraciones.
a. No aceptar la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia durante los gobiernos de los presidentes Belisario Betancur, César Gaviria, Ernesto Samper y Andrés Pastrana Arango era a priori, impropio y establecía un premeditado intento de Colombia de no resolver su litigio con Nicaragua. Los expresidentes Betancur, Gaviria, Samper y Pastrana representaron honorablemente a Colombia ajustándose a la ley y protegiendo los intereses de Colombia y el Estado de Derecho que nos ha dado una respetable imagen internacional.
La estrategia del ex presidente Pastrana fue clara: que dentro del proceso Colombia lograra defender sus intereses de forma legal con altura jurídica sin ninguna necesidad de ponerse en contradicción con la Ley o con Tratados que han puesto en alto el nombre de Colombia.
b. El ex presidente Pastrana desarrolló discusiones y reuniones diplomáticas con el objetivo de lograr una solución bilateral al litigio. Nada caracteriza mejor al gobierno del ex presidente Pastrana que su devoción y empeño en encontrar una solución bilateral que defendiera de la mejor forma posible los intereses de Colombia. La Corte Internacional de Justicia interviene por solicitud de Nicaragua no porque el ex presidente Pastrana no haya hecho todo lo que estuvo a su alcance para lograr un acuerdo bilateral.
c. La Honorable Cámara de Representantes debe tener muy en cuenta que la primera y fundamental presentación de Colombia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) fue el 28 de junio de 2004, más de un año después de que el presidente Uribe tuvo en sus manos la posición de Nicaragua desde el 28 de abril de 2003.
d. El ex presidente Uribe debe responder cómo interpretó la posición de Nicaragua, cuál fue su razonamiento al respecto de esa posición y por qué tomó las decisiones que sabía muy bien que ningún otro ex presidente pudo haber tomado porque nunca las tuvo en sus manos y qué indefectiblemente definirían el resultado y las consecuencias del caso colombiano. Es mucho lo que el presidente Uribe pudo analizar, planear y decidir en el año y dos meses que tuvo para eso.
e. El presidente Uribe recibe de Nicaragua una respuesta adicional a la posición de Colombia el 26 de enero de 2004 y ahora tiene tres años y cinco meses hasta las audiencias del 4 al 8 de junio de 2007 para definir la posición de Colombia en el caso. ¿Qué diferencias encuentra el presidente Uribe entre las respuestas de Nicaragua del 28 de abril de 2003 y las del 26 de enero de 2004? ¿Cuál es el análisis que el presidente Uribe hace de estas dos respuestas? ¿Qué posición piensa que Colombia debe tener ahora? ¿Qué decisiones toma para definir la posición de Colombia en las definitivas audiencias del 4 al 8 de junio de 2007?
f. Si el juzgamiento parcial de la CIJ del 13 de diciembre de 2007 reconoce soberanía territorial de Colombia sobre San Andrés, Providencia y Santa Catalina y pone en cuestión la delimitación marítima entre Colombia y Nicaragua ¿Cuál ha sido la interpretación del presidente Uribe de este juzgamiento? ¿Cuál fue su razonamiento, análisis y estrategia para que la soberanía de Colombia no se dividiera entre territorial y marítima como acababa de establecerlo el juzgamiento parcial del 13 de diciembre de 2007? ¿Qué propuso el presidente Uribe que fuera la posición de Colombia frente a este perjudicial juzgamiento parcial del 13 de diciembre de 2007 y qué lucha emprendió para salvar la soberanía marítima de Colombia?
g. Si la decisión parcial de la CIJ pasó sin objeciones del presidente Uribe, las audiencias públicas del 23 de abril y 4 de mayo de 2012 tenían que fortalecer la posición expuesta por el ex presidente Uribe so pena de destruir la posición colombiana y darle una ventaja jurídica a Nicaragua. El presidente Uribe había dejado a Colombia engrampada en una posición de la que no podía salirse, puesto que no había presentado ningún precedente válido ni tenía ahora ninguna justificación para cambiar de posición, como si la tuvo el 13 de diciembre de 2007 cuando se separó la soberanía territorial de la marítima y se pusieron en cuestión los límites marítimos entre Nicaragua y Colombia.
f. Es evidente que la responsabilidad del ex presidente Uribe pesa sobre la presentación de la posición colombiana el 28 de junio de 2004 y sobre la aceptación de la división entre soberanía territorial y marítima que contenía el juzgamiento parcial del 13 de diciembre de 2007. Las preguntas de su responsabilidad deben cubrir el marco de estos dos eventos fundamentales de la posición colombiana y las subsiguientes consecuencias reflejadas en el juzgamiento definitivo de la CIJ del 11 de noviembre de 2012.
Agradezco la atención que el señor Presidente preste a estos inevitables considerandos de las citas de los ex presidentes colombianos en relación al litigio limítrofe entre Nicaragua y Colombia y que ocupan un alto interés nacional.
Con todo respeto,
José María Rodríguez González
Agradezco a las personas que no conozco y que desde el gobierno, profesionales y público,
privada y públicamente, han mostrado su aprecio sobre mi trabajo en esta materia
Jueves 13 de diciembre, 2012:
Esta carta se puede bajar aquí:
Reclamos erróneos sobre Decisión de La Haya. Límites Nicaragua-Colombia
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Doctor
Augusto Posada Sánchez
Presidente
Honorable Cámara de Representantes
Para conocimiento de la Cámara y del público
Respetado señor Presidente:
En relación con la carta del 12 de diciembre, 2012, radicada por el ciudadano Álvaro Uribe Vélez, se hace pertinente hacer las siguientes observaciones.
1. La Cámara de Representantes no le ha hecho ningunas preguntas al Sr. Uribe. La Cámara citó a cinco ex presidentes para explorar lo que sus gobiernos hicieron frente al litigio limítrofe entre Colombia y Nicaragua. La respuesta a una invitación es simplemente aceptarla o no aceptarla.
2. Si la cita ha sido cancelada, es una imposición a la Cámara, un desdén a los ex presidentes que todavía no han aceptado la invitación, y una falta de tacto al desconocer que el honorable Presidente ha concluido, con toda justicia, que si no hay por lo menos dos ex presidentes la citación perdería su sentido colectivo.
Sin respetar este protocolo el Sr. Uribe impone mediáticamente su presencia personal y por escrito para quedar como el único que da respuesta a preguntas que nadie le ha hecho. Excepto, quizá, a las que hice en mi carta previa.
3. Salta a la vista, en los párrafos introductorios, la convicción y la preferencia del Sr. Uribe por la desobediencia a la ley y en lo fácil e inofensivo que según él es desobedecerla. Lo sostiene con una seguridad y autoridad como si necesitáramos reafirmación de que tiene íntimas experiencias en ese tipo de conducta.
4. En cuanto a sus respuestas, el Sr. Uribe elude aspectos que sería importante conocer tales como sus reflexiones, evaluación y decisiones sobre el desarrollo del litigio. En lugar de eso, se limita a reproducir el material archisabido sobre el litigio y que es de conocimiento público. Aún quienes hayan recogido este material para la confección de la carta del Sr. Uribe llegaron a quedarse cortos en lo que tenían que mencionar.
5. El Sr. Uribe estiró sus ideas para llegar a convertirlas en una exposición de 72 puntos rebuscados, haciendo ostentación de conocimiento y con la intención evidente de convencer con esa apariencia. No obstante, ese resultado permite determinar con certeza su planteamiento al desnudo.
a. El Sr. Uribe parte del error o del sofisma de que una temprana denuncia del Pacto de Bogotá daría el triunfo a Colombia. Si bien es cierto que si Colombia no perteneciera al Pacto de Bogotá la injerencia de la CIJ no la cobijaría, eso no era garantía absoluta del triunfo de Colombia. Si Nicaragua pertenece al Pacto de Bogotá y a la Convención del Mar, tiene derecho y prioridad internacional en su alegato porque está protegida por un tratado que cobija el interés de varias naciones contra el de una sola nación. De ahí la importancia de pertenecer a tratados internacionales.
Colombia nunca necesitó denunciar el Pacto de Bogotá para defender sus intereses y mucho menos denunciarlo vergonzosamente a posteriori. Colombia tenía que asegurarse de que sus límites marítimos no se pusieran en duda; y si llegaban a ponerse en duda entonces sí salirse del Pacto como un acto de protesta con un resultado práctico y tangible. Esa oportunidad única la tuvo Colombia hace exactamente cinco años, 13 de diciembre, 2007. No antes ni después.
b. No existe ningún despojo de aguas colombianas. Existe una decisión a la que se sometieron dos países unánime y voluntariamente. Y que por honor, honestidad y principio deben acatar.
Despojo significa quitar con violencia algo a otro o quitarse algo voluntariamente. La decisión de la CIJ fue concebida en la calma de una década en la que las partes pusieron e interpusieron todos sus intereses pacíficamente.
La decisión de la CIJ no tiene otro significado que el de un juzgamiento, sentencia u orden. Nadie que tenga una formación legal y domine los conceptos del derecho confundiría despojo con arbitraje. Quienes no entiendan que el arbitraje de la CIJ se hizo con participación libre, voluntaria y completa de las partes pueden llamarlo de la manera que quieran pero siempre lo harán con desacierto. Confundir el fallo de un arbitraje con despojo muestra un serio vacío en la profesionalidad de cualquier abogado. Eso es algo que queda para politiqueros de quinta que lo usarían a boca llena, pero nunca para una persona preparada en los conceptos del derecho.
c. Desacato es desobediencia a la autoridad. Por lo que usar el término desacato es reconocer ipso facto la autoridad suprema de quien ha dado la orden, en este caso la CIJ.
Desobedecer es algo que ningún padre les enseñaría a sus hijos. Y sería inconcebible que existiera un gobierno en el mundo que les enseñara desobediencia a sus ciudadanos.
El presidente Santos, por conveniencia política doméstica, ha dado gusto a un malsano patrioterismo y ha hablado de desacatar la orden de la CIJ. Que una persona como el Sr. Uribe reconocida en Colombia por agitar y aplaudir la evasión a la justicia y que tiene demandas penales en su contra, nacional e internacionalmente, ante las que nunca ha dado la cara y que, por el contrario, ha desafiado buscando que se le reconozca inmunidad internacional como parapeto, exija desacato a la ley no es nada nuevo ni es para asombrase, pero obviamente es algo que una persona que respeta y se rige por la ley no puede siquiera darle oídos.
Que un niño de tres años chille «no obedezco, no obedezco, no obedezco» es comprensible, pero que una nación con intereses económicos y diplomáticos en el concierto internacional lo diga es vergonzoso e incivilizado y trae consecuencias de alto costo para su posición internacional y para su poder negociador.
Ejemplos de desobediencia hay demasiados, pero fuera de los desobedientes a nadie le interesan.
Desacatar porque hay un perjuicio denota que la persona no tiene idea de qué se trata el derecho, la justicia, y los códigos de conducta de una sociedad. Toda persona que se rige por la ley la obedece y si piensa que la ley es inconveniente debe reflexionar sobre si esa inconveniencia es solo el resultado de la justicia.
Es contraproducente y vergonzoso para Colombia que personas que pisotean cínica y públicamente la virtud cívica y el deber de obedecer la ley puedan pretender cargos de poder.
d. El innecesario historial de las disputas sobre la soberanía del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, con el que el Sr. Uribe empapeló a la CIJ y enredó a Colombia en el litigio, lo único que logró fue demostrarle a la CIJ que los límites del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina nunca habían sido claros a través de la historia como lo probaban las constantes dudas que se dieron sobre esos límites a través del tiempo.
Si el Sr. Uribe entendiera cómo interpreta la CIJ la información que recibe de las partes nunca hubiera puesto a los negociadores a relatar la historia sobre las dudas de los límites del archipiélago.
La CIJ llegó al convencimiento, debido a la insistencia del Sr. Uribe y de su grupo de defensa, de que obviamente tampoco el Tratado Esguerra-Bárcenas como el Pacto de Bogotá eran suficientes ni definitivos en la determinación de los límites marítimos entre Nicaragua y Colombia.
El Sr. Uribe hundió a Colombia con pruebas históricas y nunca se dio cuenta de que el Meridiano 82 no tenía peso. Esa manera mecánica y provinciana de pensar no le sirve a Colombia. (Nicaragua tenía un equipo de expertos europeos enfocados esencialmente en el aspecto jurídico internacional y marítimo.)
e. Lo que el Sr. Uribe haya hecho en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, era su deber, estaba obligado a hacerlo. Las gentes del archipiélago, en su mayoría en la pobreza en medio de negocios en manos de la inversión extranjera, no tienen nada que agradecerle al Sr. Uribe y con toda educación lo echaron de la más grande marcha que los sanandresanos y raizales hayan organizado para exigir la continuidad del usufructo del área marítima.
f. Es inadmisible que mientras todos saben que la CIJ tiene como objetivo definir límites entre Nicaragua y Colombia, en referencia a un archipiélago con aguas marítimas en disputa, el Sr. Uribe hable hasta el cansancio sobre la soberanía territorial de Colombia sobre el archipiélago sin que haya tenido la malicia indígena de imaginar que ese litigio limítrofe entre Nicaragua y Colombia era única y exclusivamente marítimo. ¿Pensaba el Sr. Uribe que solo se iban a definir los límites terrestres de San Andrés, Providencia y Santa Catalina?
g. Las críticas del Sr. Uribe a la decisión de la CIJ están basadas en las mismas premisas con las que Colombia perdió. Hacerlo una vez puede ser ignorancia. Hacerlo dos veces es una falta de inteligencia.
h. La unidad de una nación está basada en sus gentes y no en el tamaño de su territorio ni éste es su única soberanía.
6. Decepciona que el Sr. Uribe, siendo el único responsable de la desventaja de Colombia en el litigio limítrofe con Nicaragua y el único que clama «que da la cara», no haya tenido la entereza de responder a las verdaderas preguntas del caso. Es cierto que los demás ex presidentes actuaron con decoro pero eso no excusa que el pleito se perdiera en las manos del Sr. Uribe.
7. No existe la opción de volver atrás la decisión de límites entre Colombia y Nicaragua. Cualquier esfuerzo es botar valioso dinero, tiempo y energía que Colombia necesita y puede usar en otros frentes vitales como son varios de sus problemas domésticos.
La única forma de negar los límites con Nicaragua es declararle la guerra y tomarlos por la fuerza. Colombia no se beneficia mucho con esas aguas marítimas. Si la infraestructura vial dentro del territorio continental es pobre y los centros industriales y comerciales vitales para la economía del país tienen dificultades de comunicación, imaginémonos la explotación petrolífera, más alejada que la del Putumayo, que será de beneficio para alguna potencia extranjera y no para Colombia, por lo que agravaría el contexto político interno.
Téngase en cuenta que la estrategia de un país de la economía global consiste en exportar la inversión como lo hacen Estados Unidos, China o Europa, no en importarla como hacen las islas del Pacífico, los países del Centro de África o Colombia.
Agradezco la atención que el señor Presidente de la Honorable Cámara de Representantes preste a estas observaciones en relación con la segunda carta del Sr. Uribe, que aboga por el «desacato» al «despojo» con repetición de historias que no le han servido de mucho a Colombia
Con todo respeto,
José María Rodríguez González
Egipto buscando su grandeza
Los disturbios originados el 22 de noviembre, 2012, por el anuncio del presidente Mohamed Morsi de que asumiría poderes plenipotenciarios con completa inmunidad no debieron sorprender a quienes conocen el poder y la autonomía ganada por el pueblo egipcio que condujo al derrocamiento del dictador Hosni Mubarak.
El presidente Morsi cometió un cálculo errado de su poder sobre quienes le dieron el poder.
Mubarak también dijo que tomaría poderes plenipotenciarios ante la crisis del asesinato del presidente Anwar El Sadat y esos poderes temporales se extendieron por 30 años, 1981 a 2011, de una dictadura sangrienta que sembró la inspiración firme del pueblo egipcio por destruirla.
Presidente Morsi ha logrado triunfos políticos muy importantes para los intereses de Egipto; internamente puso a un lado la jerarquía militar que ha tenido el verdadero poder del Egipto moderno, y externamente amplió la política exterior de Egipto desde China hasta Irán y fue el catalizador de la tregua entre Israel y Hamás.
La oposición que se aglutina en el Frente de Salvación Nacional reconoce los aportes de Morsi, pero sabe muy bien que los éxitos de cualquier presidente jamás pueden usarse para permitirle el más mínimo abuso o intento de afianzamiento del poder. La toma de la plaza Tahrir y los diarios manifestaciones de millares de egipcios no podrían ser más elocuentes del rechazo tajante a las pretensiones exageradas e imprevistas del poder presidencial de Morsi.
La Hermandad Musulmana que nutrió a Morsi, y de la cual él se apartó antes de la toma del poder ejecutivo de Egipto, lo sigue respaldando dejando evidente la división de la fuerza que derrocó a Mubarak. Los lineamientos de esta división prácticamente separan la fuerza de la Hermandad Musulmana y la fuerza musulmana liberal, unida a la secular y la izquierda.
Este hecho hace a la Hermandad Musulmana, actualmente, una especie de partido de gobierno. Y al Frente de Salvación Nacional la fuerza opositora. Estas dos fuerzas están definiendo el nuevo mapa político interno de Egipto y el que prevalecerá hacia el futuro.
El referendo para aprobar una nueva Constitución quedó ahora cuestionado y el riesgo de que la tendencia religiosa del partido de gobierno pase a ser la estructura constitucional que rija a Egipto ha recibido una inspección y rechazo rotundos.
Morsi quiere diálogo sin ceder en sus objetivos políticos y la oposición exige parar esos objetivos, poderes plenipotenciarios con inmunidad y referendo para una nueva constitución, como apertura al diálogo.
El Frente de Salvación Nacional tiene una vulnerabilidad política y es su potencial fragmentación en intereses muchos más específicos como los no religiosos, los tribales, los económicos, los ideológicos mientras que la Hermandad Musulmana asegurará mayor poder manteniendo la homogeneidad, unidad y la consistencia política que la han distinguido.
La nueva propuesta constitución de influencia islamita mantiene privilegios para la jerarquía militar, pero esa concesión es un arma de doble filo para la Hermandad Musulmana.
La jerarquía militar tiene ahora la oportunidad de volver a tomar su poder decisorio si el gobierno y la oposición no recurren al diálogo. Los soldados de la Guardia de la República no han detenido con violencia a la oposición y la oposición tampoco los ha atacado. Los muertos han sido el resultado de enfrentamientos civiles entre ambas fuerzas opuestas.
La jerarquía militar tiene la mayor experiencia de poder y todavía controla muchos hilos políticos de Egipto. Mediar entre las dos fuerzas opositoras será el primer paso en la recuperación del poder político de la jerarquía militar.
Esta probabilidad no estaría fuera del mapa político interno de Egipto.
Aún con todas estas diferentes variaciones el pueblo egipcio en sí es un poder de carácter histórico y Egipto es el país del mundo donde son las bases y no sus líderes las que dan las batallas por el destino de Egipto. Todo el poder de Morsi depende del apoyo de las bases de la Hermandad Musulmana. Sin ella Morsi estaría perdido.
A pesar de los disturbios, los enfrentamientos y la crisis que actualmente vive Egipto, su poder y ambición están bien definidos y cualquiera que sea su presidente no podrá estar seguro que por ganar los votos de los egipcios y por hacer un buen gobierno su poder estará asegurado. Si los fundamentos del poder de la gente son afectados recibirá el mismo tratamiento que hoy recibe Morsi.
Egipto sigue erigiéndose, mejor que antes, como el poder árabe más importante de la región y el mundo.
Agregado
Martes 11 de diciembre, 2012:
El pasado 9 de diciembre, 2012, Hamid Dabashi (especializado en asuntos musulmanes) hizo una importante y justa advertencia sobre la dicotomía que se ha venido usando respecto a la división de Egipto entre musulmán con la Hermandad Musulmana y secular con el Frente de Salvación Nacional. Realmente no existe esa división, porque hay una población musulmana que no milita en la Hermandad Musulmana ni está de acuerdo con ella y hay otra que aún musulmana no se siente religiosamente supeditada. Al atribuirle la población musulmana solo a la Hermandad Musulmana se le está dando una extensión y poder que no tiene.
Simultáneamente, el Frente de Salvación Nacional no es realmente secular, pues una fuerte composición liberal no es atea y el apoyo de los coptos, que son los cristianos egipcios mayoritarios, son también religiosos y no seculares.
Se debe entender que al hablar de la Hermandad Musulmana se está hablando de una importante agrupación musulmana en Egipto pero no de todos los musulmanes de Egipto.
Y al hablar del Frente de Salvación Nacional se está hablando de una oposición en referencia a la Hermandad Musulmana pero no exclusivamente secular, sino con participación secular, de izquierda y liberal, y apoyo de otras religiones entre ellas la cristiana copta egipcia.
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