Los DIALOGANTES abren las puertas para que de todas formas se puedan generar ese INTERCAMBIO de EXPERIENCIAS, SENSACIONES …

Esta vez nos ayuda nuestra querida STELLA PACHECO, quien con su INQUIETUD por estar en los temas de FE que tanto nos ocupan, salió a buscar esas APRECIACIONES que por medio de los que podríamos llamar AUTOEXÁMENES de CONCIENCIA hay en algunos estudiantes de la UNIVERSIDAD NACIONAL de COLOMBIA hoy…

De esa manera surgen estos SINCERICIDIOS dignos de las más HONESTAS de las realidades del MUNDO actual… y así comenzó la DECLARACIÓN que nos ilustra en ese SENTIR válido, un JOVEN… quien así nos CUENTA…

«1. ¿Cómo me transmitieron la fe en mi hogar?

R/ La transmisión de la fe en mi hogar deriva de una serie de circunstancias culturales propias del país, donde la imposición de la religión cristiana sirvió de camino para conquistar la tierra y la riqueza. En mi casa en específico la fe ha sido una suerte de última esperanza para afrontar las dificultades, una posibilidad de afrontar el futuro para superar las dificultades del presente, ha sido la manera en que se refugia mi familia frente a la adversidad o a las situaciones difíciles, la fe ha sido el camino por el cual se sobrelleva la vida. La transmisión de la fe viene heredada desde mis abuelos quienes, a través de mis padres han tratado de posibilitar vías esperanzadoras en un mundo cada vez más difícil, inhumano y desesperanzador.

 

  1. ¿Frente a mi experiencia en la vida universitaria cómo percibo la fe?

R/ Es difícil en el día a día actual tener fe. En un presente como es el presente hoy, donde la violencia, la desgracia, la desigualdad, la desesperanza, la inmediatez etc. contribuyen a una visión desvalorizada de la humanidad. La pregunta inicial que deberíamos plantearnos recae en el significado que la fe tiene para un joven en la actualidad. Desde mi punto de vista en particular la fe es un concepto trascendente que debe ser definido desde una construcción colectiva de varios aspectos: lo histórico, lo cultural, lo social, la visión íntima, y las imposiciones ideológicas a las que ha sido sometido el individuo a lo largo de la historia. Estos aspectos recogen dos vías principales que son la construcción colectiva y la construcción individual, subjetiva, del significado de la fe.

Desde la colectividad el concepto de fe sobrevive hoy en día (quizás porque nos acostumbraron a creer en inciertos, a esperar en la adversidad por cosas intangibles) sin embargo y a pesar de todo seguimos creyendo que pueden existir sustancias perfectibles más allá de nosotros mismos. El científico cree y deposita sus esperanzas y expectativas en la matemática, en los números, que son conceptos abstractos, intangibles; el humanista sustenta su fe en la filosofía, el deportista en la disciplina, el religioso en Dios, el ateo en la materialidad, etc. El común denominador es que la humanidad, los seres humanos esperamos siempre algo más allá de la posibilidades, y esto se ha demostrado a lo largo de la historia y a pesar de ella. La determinación histórica de la raza humana por la guerra, el aspecto de naturaleza bélica del ser, la competencia derivada de la posibilidad de tener, de poseer algo o incluso a alguien, han detonado guerras y con estas la violencia, la desigualdad, la avaricia, la indiferencia, los abusos, etc. Crecer en un mundo donde solo se da cuenta de estos valores reales, y donde se pregonan valores virtuales, como el amor, la esperanza, la solidaridad, la humildad, entre otros, hacen que el individuo de hoy crezca en continua contradicción, que critique las instituciones y las autoridades y a aquellos que han tenido el poder de decir sobre grandes eventos que han determinado el curso de la humanidad. Las guerras antiguas, la invasión político-religiosa sobre América Latina (que causó más muertes que el holocausto nazi), el holocausto nazi, la bomba atómica, las guerras del golfo, las invasiones en Medio Oriente, el conflicto violento en Gaza derivado de los intereses económicos y justificados por la religión entre muchos otros eventos dan cuenta de una humanidad en la que no es posible confiar. Las desilusiones que enfrentamos los jóvenes de hoy son la causa de la desesperanza en la humanidad, la pérdida de fe en cualquiera de sus manifestaciones. Tenemos fe en el presente y depositamos en el uso de la libertad aquellas expectativas de vida, hemos decidido creer en lo inmediato quizá por imposición de las reglas económicas actuales, discriminamos la religión, el gobierno, la banca, y las instituciones porque nos enseñaron, con sus actos, a desconfiar de ellos.

Hoy más que nunca somos la dualidad entre el bien y el mal, seguimos preconizando valores virtuales como réplica del discurso de nuestros padres, de las autoridades que históricamente dominaron nuestras ideologías, para poner en práctica los valores reales, valoramos lo propio y pasamos por encima de lo que sea para conseguirlo, somos capaces de matar por un volumen alto, por una mala mirada o por el color de una camiseta. Adoptamos animales de la calle, damos una moneda por compasión, nos conmovemos con las situaciones difíciles del otro, somos capaces de revelarnos contra la injusticia, de cuestionar las decisiones más trascendentales y sin embargo el mundo sigue sin cambiar. Quizá sea la fe ciega la que hace que fluctuemos entre la ambigüedad de lo bueno y lo malo sin determinación alguna, la fe es lo que nos hace sentirnos confiados de apelar al peco y rezo para empatar. No obstante hay una intención por construir un menos peor mundo, y cada quien quisiera aportar y comprometerse desde lo que hace, desde sus luchas individuales por hacerse un mejor ambiente en la vida, hoy en día, la libertad nos ha hecho individualmente progresivos, construyo mi vida, tengo amor propio, lucho por mis sueños, son las premisas que van arando el camino del incierto futuro de las generaciones venideras…¨

Ud saca sus CONCLUSIONES… cuán cerca estamos de esa VERDAD que como en esas PELÍCULAS nos llevarán a un FINAL FELIZ… trabajando en EQUIPO y por un OBJETIVO COMÚN…

Como APORTE a esa VISIÓN de los TIEMPOS que CORREN… un poco de FANTASÍA… de otra GALAXIA…

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LOS DIALOGANTES DE HOY

Monseñor ENRIQUE SARMIENTO ANGULO

Da.STELLA PACHECO

ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.