Cuando nos juntamos a tomar el ya mítico café de los DOMINGOS en la Parroquia de la INMACULADA, debatimos temas de candente actualidad y allí se da paso a este tipo de reflexiones que en este caso quedaron en manos de la pluma exquisita del Padre LUIS FERNANDO MUNERA SJ…

«Ciencia y Religión: ¿rivales, desconocidas o compañeras de viaje? 
Para muchos, desde el surgimiento de la ciencia moderna, hay un conflicto entre la ciencia y la religión, sobre todo a partir de la física de Newton y de la teoría de la evolución de Darwin. Además, el creciente prestigio de las ciencias como fuente de la verdad parecería dejar a la religión como una reliquia del pasado; un vestigio que no tiene nada qué decirnos sobre el mundo de hoy.
Esta idea de un conflicto parte de querer buscar una contradicción explícita entre los textos bíblicos y los postulados de la ciencia. De un lado, encontramos algunos hombres religiosos que se oponen a teorías como la de la evolución o la cosmología, argumentando que dichas teorías niegan lo que ha sido revelado en los textos sagrados; de otro lado, nos encontramos con científicos que creen que su comprensión del funcionamiento del mundo es suficiente para demostrar la inexistencia de Dios.

Hay mucho que decir acerca del asunto, pero baste por ahora aclarar dos cosas: en primer lugar, que no hay en sentido estricto una contradicción entre la comprensión científica y la comprensión religiosa de la realidad. En segundo lugar, que la creencia en dicha contradicción en realidad es un fenómeno relativamente reciente. Pero vayamos despacio.

Con respecto a que no hay contradicción entre ciencia y religión, es interesante ver que muchas de las supuestas contradicciones resultan ser falsas cuando se miran con cuidado. En esa línea, por ejemplo, cuando la Biblia habla de Dios como Creador del Universo, es importante entender que se refiere a una actividad típicamente divina que no se compara con lo que hacemos los seres humanos. Dios trae las cosas al ser desde la nada y de ello nosotros no tenemos experiencia, pues como humanos solo podemos fabricar cosas transformando siempre una materia ya existente. Por eso, decir Dios es Creador solo es posible desde la fe; no es el resultado de una ciencia. Si se entiende con más precisión lo que la idea de la creación implica, es claro que ciencia y religión apuntan a responder a preguntas distintas y que, por lo mismo, no se contradicen entre sí.

De otro lado, nuestra experiencia y nuestra comprensión del mundo son limitadas, nosotros podemos llegar a entender bastante bien cómo funcionan las cosas, cómo funciona el mundo. Sin embargo, todavía no tenemos respuesta a la pregunta de por qué el mundo parece ordenado y obedece a unas leyes; tampoco tenemos acceso al misterio del principio, al origen del tiempo.

De otro lado, apoyados en la historia, podemos afirmar que la idea de una contradicción entre ciencia y religión no viene con el nacimiento de la ciencia moderna, sino que es algo relativamente reciente. Aunque hoy la idea de la contradicción entre ciencia y religión es muy popular, sin embargo, esto no ha sido así siempre. De hecho, los primeros científicos no creían que su saber se oponía a la religión. Siguiendo una tradición muy antigua que viene de San Agustín, se dice que Dios ha escrito dos libros en los que se expresa y muestra su sabiduría: la naturaleza y la Biblia. Esta idea la recoge Galileo, quien creía que la ciencia nos acerca a la lectura de uno de esos libros y, por tanto, a Dios: la filosofía está escrita en este gran libro, el universo, que permanece abierto ante nuestra mirada. Sin embargo, el libro no puede ser entendido a menos de que uno aprenda primero a comprender su lenguaje y lea las letras en las que está escrito.

Si bien la idea de Agustín que recoge Galileo es muy sugerente, tenemos que decir una palabra sobre el otro libro: la Biblia. Ciertamente, los escritores inspirados no pretenden hablarnos de cómo es la creación; más bien, partiendo de una experiencia muy fuerte de salvación, de la presencia del amor de Dios en sus vidas, el pueblo de Israel quiere proclamar su fe en el Dios Creador: Dios es el origen, el sentido y el fin de todo lo que existe. Por esto es tan importante explorar el mundo, pues a través de las huellas de Dios en su creación podremos llegar a acercarnos un poco más al misterio de Dios que crea, que ama, que salva.

Es por esto muy importante distinguir: el discurso religioso tiene unas pretensiones y unos métodos distintos del discurso científico. Algunos resuelven la cuestión diciendo que la religión nos habla de sentimientos humanos y ofrece una ética para guiar la existencia y darle un sentido, mientras que la ciencia, por su parte, habla de cómo es el mundo y nos da herramientas y saberes para desenvolvernos por la vida. En este sentido se proclama una completa independencia y separación entre la ciencia y la religión, esta distinción es necesaria en muchos casos y útil para evitar el conflicto.

No obstante, en la vida cotidiana no basta con evitar el conflicto. La humanidad y cada uno de nosotros se ve abocado a preguntas por el sentido, por la vida, a dilemas éticos. En estos casos, no basta conocer las mejores tecnologías disponibles, pero tampoco podemos estar de espaldas a lo que nos dicen la ciencia y la técnica. Estamos ante el reto de salir de las respuestas simples como las que nos proponen el conflicto y la independencia para buscar nuevos caminos de diálogo entre la ciencia y la sabiduría que nos ofrecen las tradiciones religiosas y espirituales.

La religión nos permite orientarnos en el mundo, nos da una visión de lo bueno y de lo justo, nos ofrece una sabiduría sobre el ser humano y sus relaciones —con Dios, consigo mismo, con los demás, con la naturaleza—. En un mundo cada vez más agotado por la depredación, donde el uso de la tecnología y los mitos del crecimiento y del desarrollo parecen llevarnos a una sin salida, valdría la pena preguntarnos si una visión trascendente, inspirada en Dios y su voluntad de salvarnos puede darnos nuevas luces para cuidar todos de las personas y de nuestra casa común. De otro lado, la religión puede aprender de la ciencia, de su comprensión del mundo y del ser humano para que pueda decir una palabra que sea escuchada y que interpele a los hombres y mujeres del mundo de hoy.»

CREATION OR EVOLUTION?
What does the Church have to say?
«We cannot say: ‘creation or evolution’, inasmuch as these two things respond to two different realities.
The story of the dust of the earth and the breath of God (Gn2:7), does not in fact explain how human persons come to be but rather what they are. It explains their inmost origin and casts light on the project that they are.
And, vice versa, the theory of evolution seeks to understand and describe biological developments. But in so doing it cannot explain where the ‘project’ of human persons comes from, nor their inner origin, nor their particular nature.
To that extent we are faced here with two complementary – rather than mutually exclusive – realities.»
Benedict XVI.
(‘In the Beginning…’)

 

 

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Padre LUIS FERNANDO MUNERA SJ

ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.

FOTOS : ALEXANDER PINZON