CAPITULO LXXXVIII
Los DIALOGANTES cuando se reúnen a tomar esos cafés del que salen muchos temas vinculados con el DESARROLLO HUMANO INTEGRAL, cada uno de nosotros; los intervinientes le aportan una importante dosis de color y matiz personal…
Es allí donde Padre LUIS FERNANDO MUNERA SJ hace gala de su calidad de DECANO de la FACULTAD de CIENCIAS POLÍTICAS & RELACIONES INTERNACIONALES de la PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA de COLOMBIA y nos deja sus pensamientos al momento actual y sus colaterales…
Aquí va su impronta…
“Una nueva generación pasa al frente.
El país viene de vivir una campaña electoral agitada y polarizada, sobre todo en su primera vuelta. Nuestra cultura política no está acostumbrada a este tipo de confrontación y nos da miedo percibir las profundas diferencias y la posibilidad de que quien piense diferente tenga el poder político. El nivel de confrontación ha llegado incluso a que en familias y grupos de amigos prefiramos evadir el tema político, uno de los favoritos de nuestra conversación.
No tenemos que temerle a esta confrontación. En democracia la apuesta es por la pluralidad, tenemos que aprender a vivir incluso con personas cuyos modos de ser nos molestan profundamente, en democracia tenemos que darle lugar a la palabra, a la discusión, al conflicto.
Un país más bien acostumbrado a repartirse el poder entre grupos similares e incluso difíciles de distinguir en sus propuestas, tendrá un esquema de gobierno y oposición. Hemos de esperar críticas, debates, movilizaciones. Será incómodo para muchos, pero hace parte de la lucha política; justamente la falta de espacio para expresar la inconformidad es lo que ha llevado a que la violencia sea un mecanismo habitual de tramitar los desacuerdos.
Finalmente tenemos un hombre muy joven, con poca experiencia y sin sospechas sobre su hoja de vida pública puesto al frente del país, una nueva generación pasa al frente. Su figura genera inquietudes, preguntas y también esperanzas. Tendremos que ver poco a poco cómo se va configurando su gobierno y qué rumbos toma su gestión.
Aún en un régimen tan centrado en la figura del presidente como el nuestro, el gobernante cuenta con muchas restricciones para llevar a cabo sus propuestas e ideas: el presupuesto y la capacidad del Estado y los márgenes de gobernabilidad.
Para tener márgenes de gobernabilidad es preciso dialogar con los poderes locales: políticos, empresarios, grupos económicos, sociedad civil. Esos diálogos son prácticos, versan sobre intereses y derechos, a veces contrapuestos, versan sobre la participación en la nómina y en el presupuesto del Estado. ¿Qué concesiones se pueden dar y cuáles son inadmisibles?, esa es una de las preguntas más difíciles de resolver en una democracia tan frágil como la nuestra.
El Presidente Duque se verá abocado tomar posiciones frente al proceso de paz con las FARC. Hay críticas, algunas legítimas otras infundadas, frente a los acuerdos. Los hombres de Estado tienen que asumir posiciones en aras del bien común así resulten impopulares y dolorosas: es lo que hizo grandes a Jefferson, a Churchill y a otros.
Confieso que escribo desde la comodidad de mi escritorio, con un buen café. Desde aquí me cuesta imaginarme cómo el Presidente de los colombianos le dirá al país de las madres de Soacha, que perdieron sus hijos en los falsos positivos, al país de los campesinos del Pacífico, de los desplazados, del país que ha convivido con la guerra, que se va a hacer trizas el acuerdo de paz.
Es cierto que nuestra paz es imperfecta, muy imperfecta, pero ha sido una paz posible, queda mucho por andar para que sea la paz de los colombianos. La reconciliación política tiene mucho de pragmatismo, permite apenas un pacto de convivencia para construir un país. La paz social, la reconciliación entre las personas es un camino mucho más profundo y que toca las fibras espirituales de la sociedad, el perdón no es un acto político, es un largo camino íntimo y espiritual.
Si vamos a las causas estructurales de la guerra, una tarea siempre postergada y cada vez más impostergable es la formalización de la propiedad en el campo, la concentración de la propiedad de la tierra, el acuerdo sobre los modos de desarrollar el campo colombiano. La reconciliación en el país, la posibilidad de salir de nuestras trampas de pobreza pasa por el desarrollo rural sostenible, para lo que se requieren medidas jurídicas, inversión pública y privada, seguridad, pero sobre todo visión y generosidad.
Un gobernante tiene que actuar con responsabilidad frente a sus gobernados y frente a la historia. De las decisiones del Presidente Duque dependerá en buena medida que se pueda avanzar en la implementación de los acuerdos de paz o que el proceso aborte. Hasta ahora hemos visto señales de moderación y serenidkad, pero hay una gran expectativa sobre el rumbo que tomará este proceso.
Del nuevo Presidente esperamos honestidad, responsabilidad y sabiduría para escuchar los distintos sectores de una sociedad dividida, fracturada, herida. Independientemente de nuestras posturas en torno a las FARC y el proceso de paz, el país tiene la oportunidad de avanzar en reconciliación y en profundización de la democracia. Esta oportunidad la hemos visto frustrase muchas veces en el pasado, esperemos no repetir la historia. Doctor Iván Duque, de usted esperamos que sea el Presidente de los colombianos, el Presidente de la generación de la esperanza.”
Le agregamos a estas letras que incentivan a la ESPERANZA , que aquello que esperan los SERES HUMANOS es que se acuerden que cada vez más , solo quieren SER FELICES…
AYUDEN POR FAVOR ..!
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LOS DIALOGANTES DE HOY
Padre LUIS FERNANDO MUNERA SJ
ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.
FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE