CAPÍTULO XCIIII…

En la VIDA hay tantas SITUACIONES  que hacen de ella  un cúmulo de VERDADES  drámaticas  , despiadadas ,brutales … Hoy el Padre WILLINTON TORRES PULIDO, el  PERSONAJE que es oriundo de la Arquidiócesis de Tunja… el de la MAESTRÍA en BIOÉTICA en la Universidad ALFONSIANA de ROMA, ITALIA…busca en las LETRAS una forma de DISPARAR sobre nuestros CORAZONES & MENTES información que puede MODIFICAR a una sociedad que solo si se OCUPA de CAMBIAR …se CAMBIA…

¨ Cruzando la otra orilla

Hace unos días, alguien se acercaba contenta y me decía: “soy una persona feliz, Dios me dio una esposa maravillosa y aunque no tenemos hijos, hemos dado la mano a unos jóvenes para que terminen sus carreras universitarias”. Una familia, que, durante 40 años de casados, con felicidad, sentían que podían hacer algo por la humanidad dando estudio a algunos jóvenes. Como ésta familia, son muchos los seres humanos que hace que la vida ordinaria se convierta en extraordinaria. cosas buenas realizadas en la vida cotidiana y que muy poco se conoce. Una familia que se atrevía a cruzar la otra orilla, porque sentían que su labor es de esperanza y vida. Entonces, terminaban el día con gozo interior un gozo que se convierte en una constante en sus vidas; porque después de haber dado esperanza a alguien, uno puede descansar tranquilo y con paz interior, pues durante el día desde su trabajo y fuera de él, les concedió a otros seres humanos un poco más de felicidad. Puede ser que no se tenga respuesta para todo, pero el escuchar también concede tranquilidad.
Son muchas las personas que en su cotidianidad trabajan con honestidad, y prestan un servicio a la humanidad desde el lugar que ocupan. No hacen mucho ruido, y hacen más humana la vida cotidiana: médico/as, enfermera/os, ingeniero/as, arquitecto/as, maestros de construcción, latoneros, mecánicos y en cada una de las profesiones que se aprenden, también en la universidad de la vida.

Todos trabajando por la Colombia que soñamos y en la que nos comprometemos para que se hagan realidad los ideales de justicia, fraternidad, solidaridad, perdón y reconciliación. Son personas que se atreven a pasar la otra orilla y se ponen en los zapatos del otro sabiendo que también es responsabilidad de cada uno, el que Otro viva con dignidad. en la orquesta del mundo cada uno interpreta un instrumento para que la melodía suene con toda majestuosidad.

Entonces, ¿qué significa cruzar a la otra orilla? Hacer que cada acto que llevamos a cabo, alimente nuestros ideales de país, y para ello, es bueno ponerse en los zapatos del otro y hacer que su vida sea más digna. ¿Qué puedo hacer yo para cruzar la otra orilla?, ¿Cómo puedo hacer que en mi país haya más justicia y fraternidad? Es la pregunta del millón. Para ello es necesario que el lugar que ocupo en el mundo, sea cada vez más humano y me sienta hermano del quien viene a pedirme un servicio. Si lo puedo hacer, llevarlo a cabo con afectividad y efectividad, si veo que puedo mejorarle la vida a otra persona, debo hacerlo, porque no sólo es un acto de caridad sino también de justicia social. Para ver un poco más de cerca la realidad, recuerdo que hace poco una persona llegaba de Estados Unidos y decía que allí se trabajaba por metas de tal forma que cada persona llevaba a cabo su trabajo con responsabilidad. Mientras me hablaba, recordaba el día que tuve que ir a una oficina a pedir un servicio, vi un poco de negligencia y una hora, fue la demora para salir de allí. Y me decía: que bueno si lograran pasar a la otra orilla y pudieran ver que el tiempo de los de la otra orilla es también importante. A veces se convierte en algo tan extraordinario encontrar personas amables que te atienden con efectividad y afectividad, como me ha sucedido en más de una ocasión; cómo sale uno de feliz y contento, cuando lo atienden en alguna parte con calidez y humanidad.
Se necesita ir a la otra orilla, y ponernos en realidad los zapatos del otro, y me incluyo allí, (pues reconozco que también a mí me falta todavía), para entenderlo en sus necesidades y sentir que, así como yo tengo el pan diario para comer gracias al cielo, el trabajo que llevo a cabo, también le facilita un desayuno, un almuerzo, una cena a la otra persona. a veces se detienen procesos que se pueden llevar con más agilidad, y nuestra negligencia impide que haya oportunidades de trabajo para otros, y así puedan vivir con dignidad. Es entonces nuestra misión, ver al Otro a los ojos y reconocer que es un ser humano a quien verdaderamente puedo prestarle un gran servicio; y así, hacer que mi mundo en el que vivo, mi amada Colombia, la que sueño, y con el granito de arena que pueda dar, encuentre un poquito más de humanidad.¨

Y como la realidad NACIONAL no dista mucho de la REGIONAL . nos atrevimos a mezclar lo UNO con lo OTRO  y si ademas le sumamos el MUNDO da como resultado esto…aprovéchelo…

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LOS DIALOGANTES DE HOY

Padre WILINTON TORRES PULIDO.

 

ALEJANDRO LOPEZ CONDE A..

FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE