CAPÍTULO CLXV
En los ÚLTIMOS días el MUNDO ha estado un tanto CONVULSIONADO, bailando al COMPÁS de la mas FEA o la mas BONITA depende de como se QUIERA OBSERVAR;que nos es lo mismo que VER…
En los diálogos que mantenemos con Monseñor ENRIQUE SARMIENTO ANGULO con quien abrimos la POSIBILIDAD a que se nos unan con un PENSAMIENTO que puede ser DIFERENTE pero el que siempre aporta a CLARIFICAR situaciones NADA FÁCILES de entender…es AHÍ cuando el Padre LUIS FERNANDO MUNERA SJ,quien desde su cargo de ASESOR del PROVINCIAL de la COMPAÑIA de JESÚS…nos trae sus CONSIDERACIONES al RITMO de…
“Únanse al baile… de los que sobran…
En las últimas semanas nos ha golpeado una violencia urbana, persistente y, al parecer, sin objetivos claros. Uno de los aspectos más dolorosos de esta realidad es que nos encontramos con rostros jóvenes que parecen habitados por un resentimiento incontenible que quiere romperlo todo. ¿Qué está pasando con nuestros jóvenes?
Durante muchos años nos concentramos en una guerra que pasaba en los campos de Colombia, lejos de nosotros. Esa guerra llevó millones de personas a las ciudades, en busca de subsistir y salvaguardar su vida, de estas familias nacieron niños que no han elaborado el dolor de la memoria que los llevó allí, jóvenes que hoy llamamos “ni… ni”, ni estudian, ni trabajan.
Estamos en medio de un sistema económico que poco a poco va transformando la vida en mercancía: el tiempo, la imagen, el pensamiento, se pueden comprar y vender. Este mundo nos llama al éxito y al emprendimiento, a explotarnos a nosotros mismo porque cada vez se fundan menos empresas: esfuerzos colectivos que, además de producir ganancias, mueven a propósitos superiores.
En medio de este sistema una juventud cada vez más educada se encuentra presa de un miedo que lleva a la ira: se ven cerradas las oportunidades, el futuro es incierto, el trabajo precario y es difícil acceder a una educación superior que sigue siendo la promesa –muchas veces fallida- de movilidad social.
Estos jóvenes “ni… ni” me invitan a pensar en un momento emblemático de la vida latinoamericana, en una canción que marcó el sentir de una generación. Corría el año 1986 y estábamos ya, aunque no lo veíamos, en el ocaso de la dictadura chilena. Un grupo de jóvenes de entonces, a través del rock, expresó el sentir de muchos en “El baile de los que sobran”. Una canción que muestra la vida de los jóvenes de estratos bajos que, al terminar sus estudios medios, encuentran sus posibilidades de trabajo y educación superior limitadas:
Únanse al baile / De los que sobran / Nadie nos va a echar de más / Nadie nos quiso ayudar de verdad.
Estos muchachos “que sobran” pasan su vida en la calle, frustrados y sin expectativas: terminaron para otro laureles y futuros Y dejaron a mis amigos pateando piedras. ¿Cómo puede una sociedad generar grupos de personas que sobran?, son jóvenes llenos de energía que no encuentran un lugar.
Lo pudiéramos haber escrito nosotros… Esta situación no es necesariamente trágica ni irremediable, pero requiere imaginación y generosidad. El camino más conocido y más transitado es el camino de la violencia, al que parecemos llegar siempre pero no estamos condenados a recorrerlo sin fin, podemos imaginar algo nuevo.
Un primer paso es reconocernos, por ahora simplemente como seres humanos, con rostros, miedos, frustraciones y sueños, tenemos que ser capaz de mirarnos al rostro y no ver siempre enemigos sino otro ser humano. Sin ese paso, tan simple y tan difícil a la vez, será imposible dialogar, mirar el futuro juntos y construir un país en el que podamos todos vivir con dignidad y respeto. Hoy la tarea es muy concreta y se puede resumir en una consigna: oportunidades para los jóvenes.
En la Encíclica Fratelli Tutti, el Papa Francisco nos hace esta misma invitación. Él que ha recorrido tantos países, que se ha sentado a conversar con personas tan diferentes como los líderes del islam en Iraq, ve como un llamado de Dios la construcción, siempre difícil, de una amistad social: Reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar los caminos eficaces que las hagan realmente posibles. Cualquier empeño en esta línea se convierte en un ejercicio supremo de la caridad. (Fratelli Tutti, n.180).
Acoger hoy esta exhortación del Papa pasa por escuchar efectivamente a los jóvenes de nuestros barrios populares, entender sus anhelos y hacer un esfuerzo por ofrecerles oportunidades de estudio y trabajo. Vale la pena trabajar en esta utopía, ofrecer alternativas a la violencia y abriendo esperanzas de futuro. Hay metodologías, hay caminos, pero necesitamos corazones abiertos a la amistad y a la solidaridad.”
Lo MEJOR es el PODER extraer de lo PEOR lo EXCELSO… por eso aquí va otro BIS…Para que estemos en …
Recapacite y síganos aquí o en…
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LOS DIALOGANTES DE HOY
Padre LUIS FERNANDO MUNERA SJ.
ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.
FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE
Y NO SE OLVIDE QUE LO MAS IMPORTANTE PARA EL MOMENTO ACTUAL ES…
NO COMO PILATOS..! CON JABÓN..