CAPÍTULO CLXXVI.En BUSCA de mi PRÓJIMO…

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En un APORTE salido de la pluma del novel DIEGO FERNANDO GARCIA RUBIO un ESTUDIOSO; que se une a esta USINA de PENSAMIENTOS de varios de nuestros integrantes; que tiene su ORIGEN en el Seminario Conciliar San José, Arquidiócesis de Tunja, pero que VIAJA por la web para traernos esta REFLEXIÓN…

“En BUSCA de mi PRÓJIMO

Hablar sobre el término “prójimo” es sin duda bien conocido en muchos contextos, especialmente en los ambientes cristianos; al hablar de “prójimo”, podemos asociarlo con la solidaridad. Al decir prójimo, nos referimos, a otra persona que puede estar afrontando diversas situaciones y que necesita de nuestra ayuda, o puede que no. En este sentido, cualquier persona es nuestro prójimo.

Como se ha dicho, se ha hablado mucho sobre el prójimo; desde la antigüedad, ejemplo de esto lo encontramos en el dialogo de Jesús con el maestro de la ley, donde Jesús expone la historia del Buen Samaritano para hablar acerca del prójimo (Cf. Lc 10,25-37), por medio de esta historia, el maestro de la ley concluye que quien se hizo prójimo del sufriente se mostró compasivo ante el dolor de la persona encontrada, (Cf Lc 10,37). Un ejemplo más reciente en el que se ha hablado del prójimo es la Carta Encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco, allí se habla de la fraternidad que debe estar presente en el mundo. De manera especial, el Papa se refiere en algunos numerales al prójimo (Fratelli Tutti, No. 80-83).

Sobre el tema del que hacemos referencia se ha escrito bastante, sabemos lo que debemos hacer, pero el gran problema es que, como sociedad, no hacemos lo suficiente para ser prójimos del otro y para crear un mundo más fraterno como lo expone el Papa Francisco en su carta encíclica. ¿Por qué sucede esto? ¿por qué se dice mucho pero poco se lleva a cabo?

Sin duda alguna, un factor que ha hecho que todo siga prácticamente igual es el individualismo, cada quien se preocupa de lo propio, de lo que le concierne. No estamos dispuestos a hacernos partícipes de la vida del otro y cuando tenemos que afrontar una determinada situación experimentamos la soledad y sentimos que nadie nos tiende la mano, pero no nos damos cuenta que de una u otra forma hemos contribuido a este individualismo.

Otro punto que contribuye a esta situación, es sin duda alguna, el ego mal formado en nosotros mismos, debido a que muchos estamos enceguecidos por este, no somos capaces de ver más allá de nuestra nariz y nos quedamos consumidos por nuestro orgullo con tal de no dar los pasos que sean necesarios en pro de la fraternidad.

¿Qué hacer para solucionar esto? Como diría el Papa en su encíclica: “la propuesta es la de hacerse presentes ante el que necesita ayuda, sin importar si es parte del propio circulo de pertenencia” (Fratelli Tutti, 81), hacerse presentes en las buenas y en las malas reconociendo que hay otros, de este modo podremos vivir lo que Francelina Duvis expresa en su poesía: estar contigo es contemplar la vida.¨

Hay veces que los EJEMPLOS se nos presentan ante nuestros OJOS de las maneras mas SORPRENDENTES… aquí le MOSTRAMOS una…