De la ENCÍCLICA del PAPA (e) BENEDICTO XVI… HOY este APARTADO…

 

En este homenaje; a partir de ahora PÓSTUMO; dice el PAPA (e) BENEDICTO XVI..:

¨El desarrollo económico político y social, si quiere ser auténticamente humano, necesita dar espacio al principio de gratuidad como expresión de fraternidad. (C.V 34)”

TERCERO

FRATERNIDAD, DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIEDAD CIVIL

II.PARA IMPULSAR LA ECONOMIA DE GRATUIDAD

40.Responsabilidad social de la empresa

a. La empresa actual

Las actuales dinámicas económicas internacionales, caracterizadas por graves distorsiones y disfunciones, requieren también cambios profundos en el modo de entender la empresa. Algunas modalidades de la vida empresarial van desapareciendo, mientras otras más prometedoras se perfilan en el horizonte.

Uno de los mayores riesgos es sin duda, que la empresa responda casi exclusivamente a las expectativas de los inversores en detrimento de su dimensión social.

b. Cambios profundos de las empresas

Debido a su continuo crecimiento y a la necesidad de mayores capitales, cada vez son menos las empresas que dependen de un único empresario estable que se sienta responsable a largo plazo, y no sólo por poco tiempo, de la vida y los resultados de su empresa. Cada vez son menos las empresas que dependen de un único territorio.

Además, la llamada deslocalización de la actividad productiva puede atenuar en el empresario el sentido de responsabilidad respecto a los interesados, como los trabajadores, los proveedores, los consumidores, así como al medio ambiente y a la sociedad más amplia que lo rodea, en favor de los accionistas, que no están sujetos a un espacio concreto y gozan por tanto de una extraordinaria movilidad. El mercado internacional de los capitales, en efecto, ofrece hoy una gran libertad de acción.

c. Mayor responsabilidad social de la empresa

Sin embargo, también es verdad que se está extendiendo la conciencia de la necesidad de una «responsabilidad social» más amplia de la empresa. Aunque no todos los planteamientos éticos que guían hoy el debate sobre la responsabilidad social de la empresa son aceptables según la perspectiva de la Doctrina Social de la Iglesia, es cierto que se va difundiendo cada vez más la convicción, según la cual, la gestión de la empresa no puede tener en cuenta únicamente el interés de sus propietarios, sino también el de todos los otros sujetos que contribuyen a la vida de la empresa: trabajadores, clientes, proveedores de los diversos elementos de producción, la comunidad de referencia.

En los últimos años se ha notado el crecimiento de una clase cosmopolita de manager, que a menudo responde sólo a las pretensiones de los nuevos accionistas de referencia compuestos generalmente por fondos anónimos que establecen su Pero también hay muchos managers hoy que, con un andig Pero previsor, se percatan cada vez más de los profundos loza masu empresa con el territorio o territorios en que desarrollo su actividad.

d. Inversión con conciencia social

Pablo VI invitaba a valorar seriamente el daño que la transferencio de capitales al extranjero, por puro provecho personal, puede ocasionar a la propia nación. Juan Pablo ll advertía que invertir tiene siempre un significado moral además de económico. Se ha de reiterar que todo esto mantiene su validez en nuestros días a pesar de que el mercado de capitales haya sido fuertemente liberalizado y la moderna mentalidad tecnológica pueda inducir a pensar que invertir es solo un hecho técnico y no humano ni ético.

No se puede negar que un cierto capital puede hacer el bien cuando se invierte en el extraniero en vez de en la propia patria.

Pero deben quedar a salvo los vínculos de justicia, teniendo en cuenta también cómo se ha formado ese capital y los perjuicios que comporta para las personas el que no se emplee en los lugares donde se ha generado.

Se ha de evitar que el empleo de recursos financieros esté motivado por la especulación y ceda a la tentación de buscar Unicamente un beneficio inmediato, en vez de la sostenibilidad de la empresa a largo plazo, su propio servicio a la economia realy la promoción, en modo adecuado y oportuno, de iniciativas económicas también en los países necesitados de desarrollo.

e. La deslocalización

Tampoco hay motivos para negar que la deslocalización, que leva consigo inversión y formación, puede hacer bien a la población del país que la recibe. El trabajo y los conocimientos técnicos son una necesidad universal.Sin embargo, no es lícito deslocalizar únicamente para aprovechar particulares condiciones favorables, o peor aún, para explotar sin aportar a la sociedad local una verdadera contribución para el nacimiento de un sólido sistema productivo y social, factor imprescindible para un desarrollo estable”

Cualquier parecido con la REALIDAD es mera COINCIDENCIA.

Aún se recuerda el CONCEPTO inspirador de la ENCÍCLICA que tanto APORTA …

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LOS DIALOGANTES DE HOY

Mons.ENRIQUE SARMIENTO ANGULO

ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.

FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE

 

PD :

Una FELICITACIÓN a S.S en el PRIMER DECANATO de su PONTIFICADO…