CAPÍTULO CCXXVI.Los POBRES…verdaderos PRINCIPES del MUNDO…

                   CAPÍTULO CCXXVI

Llega el MOMENTO que la vida te pone frente a DIOSIDENCIAS  verdaderos HECHOS  que debemos  aceptarlos… y permitírnoslo.Mons. ENRIQUE SARMIENTO ANGULO busca que los contemplemos y  las neuronas hagan casamiento con el CORAZÓN  y lo AGRADEZCAN…El nuevo aroma de un exquisito CAFÉ de COLOMBIA; que como decimos es mucho más que una marca INSIGNIA; un verdadero compañero de TERTULIAS…nos trae en un DÍA especial de REFLEXIONES, después que ayer; 30’de SETIEMBRE del corriente; en el CONSISTORIO el SANTO PADRE nombráse nuevos  CARDENALES…Quienes deberán ser  verdaderos HOMBRES de CONFIANZA del S.S; y quienes se llegó a llamar PRÍNCIPES …en nuestro humeante CAFÉ nos llega el pensamiento del Padre. MARCO BAYAS  O. CM (Sacerdote Lazarista) de QUITO, ECUADOR quien desde ese HORIZONTE también CARDENALICIO entre el NORTE y el SUR, nos deja esta REFLEXIÓN..:

“SAN VICENTE DE PAÚL, UN SANTO SIEMPRE ACTUAL.

Cada 27 de septiembre, la Iglesia en su Calendario Litúrgico, celebra a San Vicente de Paúl, Patrono de las Obras de Caridad en el mundo. Aunque nuestro Santo vivió en el siglo XVII(1581-1660), su vida y obra, siguen tan vigentes como entonces.

San Vicente en una de sus Conferencias dice que los pobres están abandonados: “Dios ama a los pobres, y por consiguiente ama a quienes aman a los pobres; pues, cuando se ama mucho a una persona, se siente afecto a sus amigos y servidores. Esta pequeña compañía de la Misión procura dedicarse con afecto a servir a los pobres, que son los preferidos de Dios; por eso tenemos motivos para esperar que, por amor hacia ellos, también nos amará Dios a nosotros. Hermanos míos, vayamos y ocupémonos con un amor nuevo en el servicio de los pobres, y busquemos incluso a los más pobres y abandonados; reconozcamos delante de Dios que son ellos nuestros señores y nuestros amos, y que somos indignos de rendirles nuestros pequeños servicios” (XI, 273)

Quisiera en estas reflexiones, destacar cinco aspectos de San Vicente, que deben ser referenciales en el hoy y aquí de nuestra historia.

1. San Vicente aprende a ver la realidad y acontecimientos con la mirada de Dios.

2. Ilumina dicha realidad y acontecimientos con la luz de la Palabra de Dios.

3. Con las convicciones anteriores, se hace una pregunta fundamental: ¿Qué haría Jesús en esta realidad concreta? ¿Cómo respondería el Señor ante tal o cual situación y cómo le daría solución?

4. Procura actuar revestido con el Espíritu de Jesucristo, Señor y dador de vida; hace realidad en él, lo que dice la Secuencia al Espíritu Santo: Tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego. Gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.Mira el vacío del alma si Tú le faltas por dentro. Mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo. Lava las manchas. Infunde calor de vida en el hielo. Doma el espíritu indómito. Guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos.

5. Para esto es necesario ser contemplativo en la acción y en la acción contemplativo, asumiendo unas virtudes concretas que ayudarán para este propósito. San Vicente de Paúl asumió cinco virtudes que le ayudaron en su titánica labor de caridad y misión: Sencillez, Humildad, Mansedumbre, Mortificación y Celo Apostólico.

Misión y Caridad son el corazón mismo de Jesucristo, del Evangelio y lo que caracteriza a Vicente de Paúl. Sus fundaciones: las Cofradías de la Caridad, la Congregación de la Misión y la Compañía de las Hijas de la Caridad, ilustran su itinerario de cristiano y sacerdote, atento al mensaje evangélico y a las miserias espirituales y materiales de su tiempo. ¡Y de todos los tiempos!, por grandes que sean las evoluciones, siempre volvemos a la misma necesidad de una promoción integral: humana y evangélica, individual y colectiva, de toda la humanidad y, de los más desprovistos, abandonados, oprimidos y pobres.

Como se puede ver, esta pedagogía nos podría ayudar hoy, a responder a tantas situaciones que agobian a la sociedad de hoy.De hecho, podría decir que el Papa Francisco, utiliza, precisamente, esta metodología.

1. El mundo de hoy reclama que las palabras de Dios, se hagan realidad en la creación y en su Iglesia: «He visto y he oído el clamor de mi pueblo y he aquí que bajo a ayudarlo» (Éxodo 3,7)

2. Jesús “se compadece de las multitudes porque están como ovejas sin pastor” (Marcos 6,34) y Él mismo dice: «Ustedes están muy equivocados porque desconocen las Escrituras y el poder de Dios» (Marcos 12,24)

3. Aunque las respuestas Sociológicas, Antropológicas, Filosóficas, son todas válidas, sin embargo, las Verdades Eternas y Espirituales, ayudarían, sin lugar a dudas, y mucho a volver a las raíces, el Papa Francisco dice que “el verdadero poder es el servicio”.

4. Sabemos que el Espíritu Santo llena la tierra y que reparte su Gracia como quiere y a quien quiere. En una de las invocaciones al Espíritu decimos: «Ven a renovar la faz de la tierra…»

5. Hoy urgen, no sólo los valores, sino, sobre todo, las Virtudes, entre ellas, la Paz, la Verdad, la Justicia, la Misericordia, la Compasión, el Perdón y el Amor.

Como podemos ver, Jesús, Vicente y, hoy, el Papa Francisco, son visionarios, capaces de mirar más allá. La afirmación de Jesús: «a los pobres siempre los tendrán», debe resonar no sólo en los oídos, sino también en los corazones de todos para actuar juntos contra las nuevas miserias y pobrezas, que llenan nuestro mundo de descartados.

Al celebrar a San Vicente de Paúl, exhorto a todos los miembros de la Familia Vicentina, a los cristianos y a toda la gente de buena voluntad:

Familia Vicentina, ¡sé lo que eres! No te conformes con la mediocridad. Transfórmate en fuego. Camina apasionada en seguimiento de Jesucristo evangelizador de los pobres, a ejemplo de San Vicente. Aviva el carisma, don que el Espíritu te ha confiado. Trabaja y extiende incansablemente las fronteras de la misión. ¡Vive como testigo convencido y contagia la vitalidad de tu vocación!”