De la ENCÍCLICA del PAPA (e) BENEDICTO XVI… HOY este APARTADO…

 

En este homenaje; a partir de ahora PÓSTUMO; dice el PAPA (e) BENEDICTO XVI..:

El tema del desarrollo coincide con el de la inclusión relacional de todas las personas y de todos los pueblos en la única comunidad de la familia humana, que se construye en la solidaridad sobre la base de los valores fundamentales de la justicia y la paz. (C.V. 54)

CAPÍTULO QUINTO

LA COLABORACIÓN DE LA FAMILIA HUMANA

I. LAS RELACIONES INTERPERSONALES

EN LA VIDA DE LA HUMANIDAD

53. La unión de la humanidad

a. La soledad: alienación del hombre

Una de las pobrezas más hondas que el hombre puede experimentar es la soledad. Ciertamente, también las otras pobrezas, incluidas las materiales, nacen del aislamiento, del no ser amados o de la dificultad de amar.

Con frecuencia (las pobrezas) son provocadas por el rechazo de amor de Dios, por una tragedia original de cerrazón del hombre en sí mismo, pensando ser autosuficiente, o bien un mero hecho insignificante y pasajero, un extranjero en un universo que se ha formado por casualidad.

El hombre está alienado cuando vive solo o se aleja deto. realidad, cuando renuncia a pensar y creer en un Fundamento.

Toda la humanidad está alienada cuando se entrega a proyecios exclusivamente humanos, a ideologías y utopías falsas.

b. La comunión de la familia humana

Hoy la humanidad aparece mucho más interactiva que antes: esa mayor vecindad debe transformarse en verdadera comunión.

El desarrollo de los pueblos depende sobre todo de que se reconozcan como parte de una sola familia, que colabora con verdadera comunión y está integrada por seres que no viven simplemente uno junto al otro.

c. Integración solidaria de la familia humana

Pablo VI señalaba que el mundo se encuentra en un lamentable vacío de ideas. La afirmación contiene una constatación, pero sobre todo una aspiración: es preciso un nuevo impulso del pensamiento para comprender mejor lo que implica ser una familia; la interacción entre los pueblos del planeta nos urge a dar ese impulso, para que la integración se desarrolle bajo el signo de la solidaridad en vez del de la marginación.

Dicho pensamiento obliga a una profundización crítica y valorativa de la categoría de la relación. Es un compromiso que no puede llevarse a cabo sólo con las ciencias sociales, dado que requiere la aportación de saberes como la metafísica y la teología, para captar con claridad la dignidad trascendente del hombre.

Resulta muy útil para su desarrollo una visión metafísica de la relación entre las personas. A este respecto, la razón encuentra

inspiración y orientación en la revelación cristiana, según la cual la comunidad de los hombres no absorbe en sí a la persona anulando su autonomia, como ocurre en las diversas formasdel totalitarismo, sino que las valoriza más aún porque la relación entre persona y comunidad es la de un todo hacia otro todo.

De la misma manera que la comunidad familiar no anula en su seno a las personas que la componen, y la Iglesia misma valora plenamente la creatura nueva (Gal 6,15; 2 Cor 5,17)

que por el bautismo se inserta en su Cuerpo vivo, así también la unidad de la familia humana no anula de por sí a las personas, los pueblos o las culturas, sino que los hace más trasparentes los unos con los otros, más unidos en su legitima diversidad.”

Cualquier parecido con la REALIDAD es mera COINCIDENCIA.

Aún se recuerda el CONCEPTO inspirador de la ENCÍCLICA que tanto APORTA …

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FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGREp