De la ENCÍCLICA del PAPA (e) BENEDICTO XVI… HOY este APARTADO…

 

En este homenaje; a partir de ahora PÓSTUMO; dice el PAPA (e) BENEDICTO XVI..:

El tema del desarrollo coincide con el de la inclusión relacional de todas las personas y de todos los pueblos en la única comunidad de la familia humana, que se construye en la solidaridad sobre la base de los valores fundamentales de la justicia y la paz. (C.V. 54)

CAPÍTULO QUINTO

LA COLABORACIÓN DE LA FAMILIA HUMANA

I. LAS RELACIONES INTERPERSONALES

EN LA VIDA DE LA HUMANIDAD

58. Subsidiaridad y solidaridad

a. Unidad de principios

El principio de subsidiaridad debe mantenerse íntimamente unido al principio de la solidaridad y viceversa porque así como la subsidiaridad sin la solidaridad desemboca en el particularismo social, también es cierto que la solidaridad sin la subsidiaridad acabaría en el asistencialismo que humilla al necesitado.

Esta regla de carácter general se ha de tener muy en cuenta incluso cuando se afrontan los temas sobre las ayudas internacionales al desarrollo. Estas, por encima de las intenciones de los donantes, pueden mantener a veces a un pueblo en un estado de dependencia, e incluso favorecer situaciones de dominio local y de explotación en el país que las recibe.

b. Las ayudas económicas auténticas

Las ayudas económicas, para que lo sean de verdad, no deben perseguir otros fines. Han de ser concedidas implicando no sólo a los gobiernos de los países interesados sino también a los agentes económicos locales y a los agentes culturales de la sociedad civil, incluidas las Iglesias locales.

Los programas de ayuda han de adaptarse cada vez más a la forma de los programas integrados y compartidos desde la base.

En efecto sigue siendo verdad que el recurso humano es lo más valioso de los países en vías de desarrollo: éste es el auténtico capital que se ha de potenciar para asegurar a los países más pobres un futuro verdaderamente autónomo.

c. La principal ayuda económica

Conviene recordar también que, en el campo económico, la ayuda principal que necesitan  los paises en vias de desarrollo es permitir y  favorecer cada vez más el ingreso de sus productos en los mercados internacionales posibilitando así su plena participación en la vida económica internacional.

En el pasado, las ayudas han servido con demasiada frecuencia solo pora crear mercados marginales de los productos de esos países.

Esto se debe muchas veces a una falta de verdadera demanda de estos productos: por tanto, es necesario ayudar a esos países a mejorar sus productos y adaptarlos mejor a la demanda.

d. Un comercio internacional justo

Algunos han temido con frecuencia la competencia de las importaciones de productos, normalmente agrícolas, provenientes de los países económicamente pobres. Sin embargo, se ha de recordar que la posibilidad de comerciar dichos productos significa a menudo garantizar sus supervivencia a corto o largo plazo.

Un comercio internacional justo y equilibrado en el campo agrícola puede reportar beneficios a todos tanto en la oferta como en la demanda. Por este motivo, no solo es necesario orientar comercialmente esos productos sino establecer reglas comerciales internacionales que lo sostengan, y reforzar la financiación del desarrollo para hacer más productivas esas economías.

Cualquier parecido con la REALIDAD es mera COINCIDENCIA.

Aún se recuerda el CONCEPTO inspirador de la ENCÍCLICA que tanto APORTA …

Recapacite y síganos aquí o en…

Twitter @docsocialiglesi

Facebook docsocialiglesia

LOS DIALOGANTES DE HOY

Mons.ENRIQUE SARMIENTO ANGULO

ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.

FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE