De la ENCÍCLICA del PAPA (e) BENEDICTO XVI… HOY este APARTADO…

 

En este homenaje; a partir de ahora PÓSTUMO; dice el PAPA (e) BENEDICTO XVI..:

El tema del desarrollo coincide con el de la inclusión relacional de todas las personas y de todos los pueblos en la única comunidad de la familia humana, que se construye en la solidaridad sobre la base de los valores fundamentales de la justicia y la paz. (C.V. 54)

CAPÍTULO QUINTO

LA COLABORACIÓN DE LA FAMILIA HUMANA

I. LAS RELACIONES INTERPERSONALES

EN LA VIDA DE LA HUMANIDAD

59. La cooperación para el desarrollo

a. Encuentro cultural y humano

La cooperación para el desarrollo no debe

contemplar solamente la dimensión económica ha de ser una gran ocasión para el encuentro cultural y humano.

Si los sujetos de la cooperación de los países económicamente desarrollados, como a veces sucede, no tienen en cuenta la identidad cultural propia y ajena con sus valores humanos, no podrán entablar diálogo alguno con los ciudadanos de los países pobres. Si estos, a su vez, se abren con indiferencia y sin discernimiento a cualquier propuesta cultural, no estarán en condiciones de asumir la responsabilidad de su auténtico desarrollo.

Las sociedades tecnológicamente avanzadas no deben confundir el propio desarrollo tecnológico con una presunta superioridad cultural, sino que deben descubrir en sí mismas virtudes a veces olvidadas que las han hecho florecer a lo largo de su historia.

Las sociedades en crecimiento deben permanecer fieles a lo que hay de verdaderamente humano en sus tradiciones, evitando que superpongan automáticamente a ellas las formas de la civilización tecnológica globalizada.

b. La ley natural fundamento de todo diálogo

En todas las culturas se dan singulares y múltiples convergencias éticas, expresiones de una misma naturaleza humana, querida por el Creador y que la sabiduría ética de la humanidad llama ley natural.

Dicha ley moral universal es fundamento sólido de todo diálogo cultural, religioso y político, ayudando al pluralismo multiforme de las diversas culturas a que no se alejen de la búsqueda común de la verdad, del bien y de Dios. Por tanto, la adhesión a esa ley escrita en los corazones es la base de toda colaboración social constructiva.

En todas las culturas hay costras que limpiar y sombras que despejar.

La fe cristiana, que se encarna en las culturas trascendiéndolas, puede ayudarlas a crecer en la convivencia y en la solidaridad universal, en beneficio del desarrollo comunitario y planetario.

Cualquier parecido con la REALIDAD es mera COINCIDENCIA.

Aún se recuerda el CONCEPTO inspirador de la ENCÍCLICA que tanto APORTA …

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LOS DIALOGANTES DE HOY

Mons.ENRIQUE SARMIENTO ANGULO

ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.

FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE