
Diez puntos para la familia presidencial por usar moda colombiana. El mensaje fue claro y es el máximo grito de lo que se conoce como moda-política, dos fuerzas que influyen en la sociedad de manera contundente.
La Primera dama, María Clemencia de Santos sobria e impecable fiel a la distinción de la diseñadora caleña @johannaortizmoda en una falda de largo midi acorde a la tendencia, su hija María Antonia Santos acertó con elegancia-juvenil en @LealDaccarett +10 puntos por sus zapatos con el WOWfactor que fueron bastante comentados en redes sociales de lo que parecen unos ojos turcos y el maxi-cierre negro de su vestido en la parte trasera.
Por otro lado, los hombres de la casa muy elegantes en Arturo Calle, si, el Presidente Santos con un traje y pantalón clásico continental y sus dos hijos en trajes corte slim fit apropiado para jóvenes.
Lo que quiero aclarar -dado el impacto y asombro d emuchos colombianos porque usaron «arturo Calle»-, es que esta marca de pronta-moda masculina por llamarla así, lejos del eterno conflicto en el imaginario aspiracional del colombiano promedio que piensa que por ser accesible es una marca «boletosa» tiene tres poderes secretos detrás de su éxito: 1. prendas cargadas de información de moda, 2. rango de precios asequible y 3. el gran plus: la calidad, lo cual me consta al haber trabajado en moda masculina. Camisería en algodones finos egipcios y europeos, al igual que lanas súper 100 y 120 de óptima calidad.
Es obvio que el Presidente Santos y sus dos hijos pueden llevar un traje Hugo Boss, Armani o D&G pero el emnsaje aqui es claro, esto es apoyar la industria colombiana y es lo que hacen todos los políticos influyentes en el imaginario de las masas del mundo entero como los efectos económicos en el mercado de moda de Michelle Obama o Kate Middleton, esto hoy un certero y efectivo incentivo al consumo de lo propio.
Por eso le invito a que compre colombiano, aquí hay calidad. Disfrute las marcas de lujo europeas o americanas, disfrute de la pronta moda de zara pero convénzase de que el producto colombiano tiene calidad, diseño y sobre todo es hecho con amor, que la moda no solo se usa sino que incide en el Producto interno Bruto de su Pais, desde el primer eslabón de la cadena productiva de la moda, desde las manos humildes que cosechan el algodón, hasta la mujer que cose de pie cientos de camisas o vestidos, hasta que las prendas terminadas lo seducen en un vitrinismo en un centro comercial, valore lo propio primero.
Pd: los aretes de la primera dama estoy casi segura eran DIOR y los de su hija son de Paula Mendoza.
Hasta la próxima,
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Arturo Calle hace rato dejó de producir en Colombia. De acuerdo a los dependientes en las tiendas, la gran mayoría de las prendas se fabrican el China, una vergüenza.
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