Cerrar Menú Blogs
Las opiniones de los blogueros son de su estricta responsabilidad y no representan la opinión de este portal.
Profile image

Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Seguir este blog
cabaña1.JPG
‘La cabaña’, de Paul Young, una forma diferente de acercarse a Dios, sea el que sea.
Los que me conocen saben que soy poco creyente, no es que sea ateo y que niegue la existencia de Dios (sea cual sea), más bien podría calificarme como agnóstico. Rechazo profundamente las iglesias y la religión en general, a las que considero hipócritas y falsas, generadoras de violencia y culpables de muchos de los conflictos mundiales.
Pero los que me conocen también saben que nunca me niego a conocer cosas nuevas, que siempre estoy dispuesto a aprender y a saber un poco más.
Por esto último llegó a mis manos ‘La cabaña’, libro que me presentó una persona que quiero mucho, que respeto y admiro y en cuyo concepto creo, Johanna. Ella, conocedora de mi gusto por leer me habló del libro y tuvo la gentileza de regalármelo, y debo decir que me gustó. 

Gracias a la novela, que combinada con el ejemplo de vida de la ‘donante’, aprendí, me surgieron dudas y pude reflexionar sobre muchas cosas, algunas que consideraba ciertas y otras falsas.
El libro, escrito por el canadiense Paul Young, cuenta la historia de MacKenzie (Mack) Allen, un hombre de familia, creyente y con una vida normal a quien un paseo familiar le cambia la historia. 
Su hija pequeña, Missy, desaparece y la evidencia de su asesinato es contundente. Este hecho hace que Mack se rebele y culpe a Dios de su pérdida.
Cuatro años después del hecho, años marcados por el dolor y por la tristeza en el hogar de Mack, este recibe una misteriosa carta en la cual es invitado a pasar un fin de semana en una cabaña. La misiva está firmada por Dios.
Después de la incertidumbre y aún lleno de dudas, Mack decide atender la invitación y viaja a la cabaña, lugar donde empieza su reencuentro con el creador.
Este reencuentro está lleno de imágenes sorprendentes, que te llevan a reflexionar. Entre las cosas que más llamaron mi atención fue la forma en que el autor maneja el concepto de la trinidad y la imagen de Dios. Eso de que te muestren un ser supremo con las características de una mujer negra del sur de Estados Unidos es, por decir lo menos, llamativo.
La historia te pone a pensar en cómo uno reacciona ante las calamidades y los obstáculos de la vida, en que es mucho más fácil ir culpando a los demás o a Dios de tus tragedias sin pensar en tus responsabilidades y en tu forma de actuar.
Obviamente al ser una historia religiosa, la fe está presente en cada párrafo, pero aquí, en mi parecer, radica la importancia de leer sin miedos y con la mente abierta, ya que cada uno de estos párrafos lo puedes aplicar en tu vida sin tener que convertirte ni de ser un creyente radical. Además mucho de lo que está escrito en el libro te enseña a ser una mejor persona y a mejorar tus relaciones con tu familia y amigos.
Aquí dos fragmentos que ejemplifican lo escrito:
“No juegas con un niño o coloreas una figura con él para mostrar tu superioridad. Más bien, decides limitarte para facilitar y honrar esa relación. Hasta perderás en una competencia con tal de lograr el amor. No es por ganar o perder, sino por amor y respeto”.
“Ahora comprendo -confesó Mack- que dedico la mayor parte de mi tiempo y energía a tratar de adquirir lo que he determinado que es bueno, ya sea seguridad financiera o salud o retiro o lo que sea. Y dedico gran cantidad de energía y preocupación temiendo a lo que he determinado que es malo”.

Otra de las cosas buenas que me dejó este libro es haber conocido la música de Bruce Cockburn, un canadiense bastante interesante.
‘La cabaña’ me ayudó a reafirmar que no debo alejarme de lo que no entiendo ni temer a los ‘best sellers’. Es un libro interesante, así que los invito a leerlo, seguro les va a encantar y a sorprender.
@digonar
(Visited 354 times, 1 visits today)

Etiquetas

PERFIL
Profile image

No sé mucho de literatura, solo me gusta leer casi todo lo que cae en mis manos, que, curiosamente, casi siempre me pone a pensar en lo equivocado que ando en la vida.

    Sigue a este bloguero en sus redes sociales:

  • twitter

Más posts de este Blog

Ver más

Lo más leído en Blogs

1

Comienzo por lo que me trajo aquí:



Me encantan, estos avances. Me encantan.

The interpreter (para nosotros, La intérprete, y como cosa rara, el título en español significa lo mismo que en el idioma original) es un filme dirigido por el estadounidense Sydney Pollack, estrenado en cines en dos mil cinco. El guión condujo a Pollack a grabar en las propias instalaciones de la ONU (localizadas en territorio internacional dentro de Nueva York), una historia con tintes políticos que recuerdan la situación más o menos reciente del actual presidente de Zimbabwe.

Estaba viendo hace unas horas cierta película francesa realizada exclusivamente para televisión hace unos años, no muy conocida por cierto, y me asaltó una duda que tenía desde hace un tiempo y que se avivó luego de ver La intérprete. La duda es la siguiente:

Lo más seguro es que todos conozcamos el aviso que aparece, usualmente escondido al final de los créditos de algunas películas, que dice lo siguiente, palabras más, palabras menos: "Los hechos relatados en esta película son puramente ficticios y no deben relacionarse con eventos pasados, actuales o futuros. (...) Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia."
Yo me pregunto: luego de ver una película que parece un documental acerca de una situación actual, ya sea ésta una realidad o no, ¿qué sentido tiene recurrir a este mensaje, si de cualquier manera los espectadores van a hacer la relación?

Es claro, hay que decir, que no todo el mundo tiene por qué captar estos parecidos. Pero los que sí los captan, lo comunican a los demás, y al final la película pasa a verse como lo que realmente es: una crítica por parte del realizador hacia una situación en particular. Punto. No importa qué tan imparcial se pretenda ser, haciendo uso del mencionado avisito.

En fin, no entiendo esta actitud, si de verdad algunos pretenden protegerse bajo dicho mensaje. Quisiera creer que lo colocan no porque no pretendan dar la cara luego de dar la opinión, sino porque es una especie de requisito, un asunto legal de obligatoria aparición al final de todos los créditos de todas las películas de todos los géneros. Aunque al final, sólo quien tuvo la idea de escribir la historia como quedó escrita es quien sabe qué opinión tiene.

Él y sólo él.

-

Sobre la película, hay un dato lingüístico interesante; se creó un lenguaje nuevo (lo llamaron "Ku"), con sus propias palabras, conjugaciones, reglas... es decir, un lenguaje aparte, sostenible por sí solo, basado en lenguajes existentes en el sur de África, pero que "aunque sería reconocido por habitantes de la zona (...), los confundiría", debido a su estructura gramatical, leo por aquí. En todas partes encuentro que el creador de este lenguaje es Said el-Gheithy, director del Centre for African Language Learning en Londres. En general, no encuentro muchas críticas positivas para la película, pero a mí me gustó.

Me encanta leer la columna Contravía, escrita por Eduardo Escobar. Y la de hoy termina con una reflexión que encuentro parecida a cierto diálogo de La intérprete. Aquí va el diálogo, para terminar y dejar de ocupar su tiempo, estimado lector. Lo traduzco burdamente, pero espero que se mantenga la idea.

Silvia Broome: (...) Siempre que alguien pierde a un ser querido, quiere vengarse de alguien más, o de Dios, a falta de alguien. Pero en África, en Matobo, los Ku creen que la única manera de poner fin al dolor es salvando una vida. Si alguien es asesinado, luego de un año de duelo se realiza un ritual llamado "la fiesta del ahogado". Se hace una fiesta durante toda la noche, junto al río. Al amanecer, el asesino es montado en un bote. Se lleva al agua y se le tira allí, amarrado, para que no pueda nadar. Entonces la familia doliente debe tomar una decisión; pueden dejar que se ahogue, o pueden lanzarse a salvarlo. Los Ku creen que si la familia deja que el asesino se ahogue, se hará justicia, pero pasarán el resto de sus vidas de duelo. Pero si lo salvan, entonces admitirán que la vida no siempre es es justa, y a cambio ese acto los liberará del dolor.


dancastell89@gmail.com

2

¿Casa-logía?    Uno es lo que es. A los 15 años(...)

3

[audio src="https://co.ivoox.com/es/30-primera-radio-whatsapp_md_20668488_wp_1.mp3"] Radio en entornos digitales: experiencias de segmentación en aplicaciones(...)

0 Comentarios
Ingresa aquí para que puedas comentar este post
Reglamento de comentarios

ETCE no se responsabiliza por el uso y tratamiento que los usuarios le den a la información publicada en este espacio de recomendaciones, pero aclara que busca ser la sombrilla de un espacio donde el equilibrio y la tolerancia sean el eje. En ese camino, disponemos de total libertad para eliminar los contenidos que:

  1. Promuevan mensajes tipo spam.
  2. El odio ante una persona o comunidad por su condición social, racial, sexual, religiosa o de situación de discapacidad.
  3. Muestren o impulsen comportamientos o lenguajes sexualmente explícitos, violentos o dañinos.
  4. Vulneren o atenten contra los derechos de los menores de edad.

Además, tenga en cuenta que:

  • - El usuario registrado solo podrá hacer un voto y veto por comentario.
Aceptar
¿Encontraste un error?

Para EL TIEMPO las observaciones sobre su contenido son importantes. Permítenos conocerlas para, si es el caso, tomar los correctivos necesarios, o darle trámite ante las instancias pertinentes dentro de EL TIEMPO Casa Editorial.


Debes escribir el comentario
¡Gracias! Tu comentario ha sido guardado
Tu calificación ha sido registrada
Tu participación ya fue registrada
Haz tu reporte
Cerrar
Debes escribir tu reporte
Tu reporte ha sido enviado con éxito
Debes ser usuario registrado para poder reportar este comentario. Cerrar