Dos años y un mes sin escribir, 25 meses alejado del blog, 760 días sin plasmar la influencia de los libros en mi día a día.

Las razones de la ausencia son muchas: falta de tiempo, de motivación, cambios alrededor… pero algo no cambió y es la pasión por los libros. En estos días muchas obras, muchos escritores han pasado por mis manos y me han llenado de ideas y reflexiones. Javier Marías, Vargas Llosa, Milán Kundera, Patrick Modiano, Juan José Millas, Murakami (mucho Murakami), William Ospina, Tomás González, Paul Auster, Umberto Eco, entre otros, llegaron a mi vida y se quedaron en mi cabeza. Pero fueron dos libros y una película los culpables de que esté escribiendo de nuevo. Los libros fueron ‘Cevdet Bey e hijos’, del premio Nobel Ohran Pamuk, y ‘Crimen y Castigo’, de Fiodor Dostoievski (a mi parecer el más grande escritor de todos los tiempos). La película fue ‘Hombre irracional’ del genio Woody Allen.

La vida es una aventura llena de azares y sorpresas, pero, al menos en mi caso, es claro que todo llega en el momento indicado. Había comprado el libro de Pamuk en la pasada Feria del Libro, en abril pasado, pero hasta septiembre aplacé su lectura optando por otros autores.

El libro fue una sorpresa, se trata de la primera novela que escribió el autor turco (en la década de los 70), pero inédita hasta este lustro. En ella, Pamuk cuenta, a través de tres generaciones de una misma familia, la historia de Turquía, desde la época de los bajás pasando por el el nacimiento de la República, hasta la presencia de los militares en el poder. En el libro se nota el amor del autor por su país, un crisol de emociones diferentes y de pensamientos heterogéneos. También se descubren los destellos de genialidad que Pamuk desarrollaría en posteriores novelas como ‘El libro negro’, ‘Me llamo rojo’ o ‘El museo de la inocencia’.

Pero lo que realmente me impacto fue el personaje Refik, segundo hijo de Cevdet. Refik tiene todo lo que, en apariencia, un hombre puede desear: dinero, trabajo, familia. Vive sin apuros y sin problemas. Pero de un momento a otro comienza a sentirse mal, a pensar cuál es su tarea en esta vida, por qué está en el mundo, cuál es su colaboración con la humanidad…

Básicamente duda de todo lo que tiene y emprende un camino de búsqueda alejándose de la familia y la comodidad. Refik no encuentra respuesta, y yo me pregunto día a día: ¿acaso hay respuestas?

Pese a imponerse tareas y buscar disciplina para lograr un objetivo siempre el resultado lo va a defraudar y va a sentir que pierde el tiempo, y yo me pregunto ¿cuál es el objetivo en la vida?

Leyendo esto me encuentro con la más reciente película de Woody Allen, ¡ahhhh genio inacabable y siempre sorprendente pese a repetirse! En el ‘Hombre irracional’ el protagonista es Abe, un reconocido profesor de filosofía que atraviesa un periodo de crisis existencial. Abe, papel encarnado por Joaquin Phoenix, inmenso papel, no encuentra razones para vivir, se establece en el mundo de las ideas, mismas que le parecen todas absurdas. Pero todo cambia cuando encuentra que puede pasar de las ideas a la acción, cuando deja de pensar y comienza a actuar. ¿Acaso no era lo mismo que buscaba Refik?

En una de las escenas de la película, Abe y Jill (interpretada por la espectacular Emma Stone) hablan de escritores y coinciden que el más grande es Dostoievski. De inmediato recordé mi época universitaria, cuando un libro del escritor ruso siempre estaba en mi morral, cuando todo lo que me pasaba tenía una relación con las historias que contó decenas de años atrás Dostoievski. Siempre he creído que es el más grande de toda la historias y sin duda un conocedor de la naturaleza humana. Nadie como el ruso para con palabras dibujar el dolor, el temor, la ilusión, el fracaso o la estupidez del hombre.

Recordar esto en este momento en que por diferentes situaciones laborales y personales vuelvo a preguntarme ¿qué estoy haciendo acá? Me obligó a releer ‘Crimen y castigo’, uno de mis libros favoritos. Imposible no sentir la angustia de Raskolnikov, no vivir la paranoia de pensar que todos saben algo y que están jugando con uno, no pensar que todos arman un complot en mi contra…

En fin, ninguna frase resume todo como esta: “La mentira es el único privilegio del hombre sobre los demás animales”…

Si no han leído ‘Crimen y castigo’ háganlo, los hará pensar si todo está bien. Estoy seguro les encantará y sorprenderá.

@digonar