Primero quiero aclarar que esta es mi opinión y que no quiero ofender, juzgar ni criticar a nadie por las decisiones o accidentes del destino que los hicieron padres.

Hace muchos años decidí que no quería tener hijos, y ahora reafirmo esta decisión la cual me hace muy feliz y me permite estar tranquilo conmigo mismo.

Sé que muchos van a criticar y sé también que harán juicios sin comprender las razones por las cuales no quiero traer niños al mundo.

Y es que la decisión es muy simple, para mi tener hijos es una carga que no quiero sobre mis hombros no quiero trasnochar por cambiar pañales y tampoco quiero tener que dejar de cumplir mis sueños ni perder la libertad por andar criando.

Tener hijos es una carga que no quiero sobre mis hombros

Sé que no cabe en mi cabeza ese amor profundo y absolutamente hermoso que se debe sentir al ser padre y lo respeto con todo mi corazón; pero es que no quiero sentir ese amor, no me interesa sentirlo.

Pueden pensar que solo quiero evadir responsabilidades pero es que no quiero verme pasando la noche en vela cuidando un hijo con tos, ni verme sentado en una mesa rogándole que se tome la sopa, ni llegar del trabajo cansado a revisar tareas…y mucho menos estar sentado en el sofá sin poder dormir porque no aparece.


De nuevo repito que este es mi punto de vista y que entiendo perfectamente que usted, padre de familia, se sienta agradecido con la vida por vivir esas experiencias. Yo le digo que yo estoy agradecido con la mía por no vivirlas.

Voy a ser más sincero todavía y aunque todos los padres de mi generación lo negarán hasta la muerte, estoy seguro que en la gran mayoría de los casos sus hijos llegaron de forma accidental y pocos lo planearon realmente.

Claro, que sea el mejor accidente de sus vidas es muy respetable. Pero accidente al fin y al cabo.

Otra de las cosas por las que no quiero traer hijos al mundo es porque me da terror, terror de ver cómo el planeta se pudre cada día ante nuestros ojos sin poder hacer nada, me basta y me sobra la preocupación que ya comienzo a sentir por mis sobrinas quienes están en esa edad donde comienzan a tomar decisiones y solo le puedo pedir a Dios que las cuide todo el tiempo.

Por otro lado tampoco me quiero quedar solo por el mundo, pero eso si, siempre seré sincero con mi decisión; afortunadamente hay muchas mujeres que están de acuerdo en no tener hijos entonces el camino no será tan solitario.

Y no estoy cerrado al hecho de ser «padre» por opción, no me cierro a entablar una relación con una mujer que tenga un hijo, eso si dejando claros mis límites en las responsabilidades.

Lo cierto es que decida lo que decida siempre la decisión será suya, es su cuerpo al fin y al cabo. Así mismo es su vida y nadie tiene derecho a presionarlo ni a persuadirlo para que cambie de opinión.

Debo aceptar que aunque mi decisión está tomada, y haré lo posible por cuidarme de tener hijos recurriendo a  procedimientos quirúrgicos, no se puede enfrentar a Dios y sus designios.

Pero yo haré mi parte.

Gracias por leer
Por

Pineda

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