“El Siglo 21 es Hoy” habla de cosas que ocurren actualmente y que no pasaban antes de la misma manera.  Este es un podcast grabado cotidianamente desde las calles de Bogotá -con todo y sus sonidos naturales de fondo- hablando de cómo la tecnología está cambiando nuestras vidas.  Puedes hacer click en el reproductor para oír el podcast o puedes leer el resumen en este blog escrito.  O ambas cosas.

Hoy hablamos del “doctor por internet”.

(También puedes descargar el audio a tu dispositivo con un click aquí)

Hace un tiempo tuve un resfriado muy fuerte, con afección importante en la garganta.  Pero ¿Cómo puedo ver y revisar mi propia garganta?  Uno intenta mirarse en el espejo y jamás puede verse porque no alcanza a llegar la luz o simplemente la mirada.  Por eso finalmente llamas a alguien de confianza para que haga contigo el ejercicio de los médicos de “diga aaaaa” con un bajalenguas. Y funciona.

Pues yo descubrí que para no tener que pedirle a alguien que me revise la garganta y me cuente, puedo tomarme una fotografía con el teléfono, que tiene flash y puede darte una perfecta imagen de diagnóstico médico.   Uno podría así enviarle la fotografía a un doctor para recibir su consejo, o quizás guardar una serie de fotografías para comparar cuando estás sano y cuando no.  Se espera que de manera menos “artesanal” próximamente los teléfonos inteligentes logren funciones de diagnóstico avanzadas como tomar mediciones de glucosa y otras similares.

Todo esto cambia el rol del médico, porque el doctor no necesariamente estará en el antiguo y viejo conocido espacio del consultorio.  Hay nuevas posibilidades como la de la plataforma 1doc3.com (preguntas médicas anónimas), asociada al proyecto de internet.org.  Allí hay médicos que responden las inquietudes de los pacientes por internet.  Claro, no es una verdadera consulta, pero da mayores opciones para las personas que no tienen acceso directo al médico.  También es una alternativa importante a las consultas telefónicas de orientación que permiten algunos servicios de medicina prepagada para los que tienen el privilegio de poder pagarlo.  Aunque por teléfono convencional ningún doctor podría ver una foto como de mi garganta.

Le pregunté a un médico cercano a mi familia por las nuevas tecnologías y me contó de opciones mucho más avanzadas, como las cirugías robóticas con un cirujano muy experimentado en un país y en una sala quirúrgica en otro país o ciudad distante con un robot manejado a distancia para operar a un paciente.  Pero ese dispositivo no puede estar solo, tiene que tener un equipo de médicos locales

presentes para atender cualquier contingencia o necesidad que se presente por una pérdida de comunicación o desconfiguración del robot.  Son imprescindibles los médicos locales autónomos y capaces de terminar una operación. ¿Tiene sentido entonces la tele-operación?

Un paso más allá, hay una problemática más notoria y más cercana a nuestra realidad actual con el naciente teletrabajo de los médicos.  Está relacionada con los radiólogos, los especialistas en ver y “leer” radiografías para interpretarlas y remitirlas con un informe escrito al médico de cabecera que haya solicitado ese examen.  Antiguamente los radiólogos necesitaban estar en el mismo edificio

de la máquina de rayos X para ver las imágenes y escribir sus informes.   Pero ahora esas radiografías se imprimen en papel o se entregan en un CD de datos con las imágenes.  Podrían entregarse también en USB o enviarse por email.   Y en efecto se envían por correo electrónico y otros medios; de hecho, una radiografía de mi pierna es la primera foto del carrete en mi teléfono y así la llevo siempre conmigo, por si acaso.

Según me contó el médico con el que comencé la charla, en los Estados Unidos podría estarse creando una crisis de trabajo para los radiólogos norteamericanos porque cobran mucho más que los radiólogos de la India, que ahora estarían recibiendo las imágenes por email y enviando sus informes por el mismo medio, cobrando sólo una parte de lo que cuesta el mismo trabajo hecho por un médico en Estados Unidos, que para este momento podría estar pensando ya en cambiar de profesión.

Este episodio podcast, apenas publicado, generó la inmediata reacción de un gran amigo médico que me envió una respuesta hablada… por WhatsApp. Si, que curioso, el mismo medio por el que muy gentilmente ha evaluado mis fotos y me ayudó a diagnosticar un impétigo por rascarme mucho una picadura de mosquito.   En un próximo episodio publicaré aquí esa respuesta junto a las que me envíen todos los médicos que lean este blog o escuchen este podcast.

Félix.

@LocutorCo