Este audio fue preparado originalmente para un programa matutino de radio y no fue transmitido completo… hoy está aquí en forma de podcast para oír en línea o descargado, con una broma adicional: igual que en la radio este audio tiene pausas comerciales… pero aquí son cortes de ‘no-publicidad’. Si le gusta oír de la forma tradicional, al estilo «radio», haga clic en el reproductor una vez. Pero recuerde que aquí usted puede saltarse los comerciales a voluntad, moviendo la barra de desplazamiento del audio hacia adelante y hacia atrás.
El audio cuenta todo sobre el caso Bill Cosby. Por eso aprovecho el texto escrito para explicar: Normalmente hago podcasts diarios, coloquiales, callejeros; y normalmente trato asuntos de vida tecnológica, pero este episodio es diferente. Es más bien un experimento podcast buscando respuestas a dos preguntas importantes. ¿Me ayuda a encontrar esas respuestas?
¿Estamos acostumbrados a que la radio no sea profunda?
La mayoría de las informaciones que recibimos son cortas, muy cortas; y quizás por eso podrían quedarse sólo en la superficie de los acontecimientos que relatan. A veces pareciera que la profundidad es inapropiada para la radio. Oímos hablar mucho en los programas: hay puntos de vista, voces, noticias; pero quizás no hay crónicas, reportajes o informes. Muchas veces yo encuentro alguna entrevista que va por la mitad cuando comienzo a oír y me cuesta trabajo entender el tema. El seguimiento a las noticias se hace día tras día en pequeños fragmentos y se da siempre por sentado que todo el mundo conoce los antecedentes, pero a mi con frecuencia se me escapan muchos de esos antecedentes y quisiera que alguien por una vez me contara el cuento completo. Comprender un hecho noticioso a veces resulta como meterse a una clase de trigonometría sin haber pasado por matemáticas. ¿Me pasa sólo a mi? En los programas tipo foro, o mesa redonda con expertos discutiendo sus puntos de vista (casi siempre son sobre política), al final siento que se entienden entre ellos pero yo como oyente pierdo el hilo y al final no encuentro lo básico de la comunicación oral: contar una historia.
¿Estamos acostumbrados a ser interrumpidos por la publicidad?
En los programas de mayor sintonía de la radio (especialmente la matutina) las interrupciones de cuñas o de autopromos pregrabadas (y ese es mi trabajo) suelen ser un elemento estético importante para matizar el sonido. Algunas publicidades pueden resultar fatigantes y odiosas, pero otras son refrescantes y agradables de oír.Suenan bonito y casi que uno anhela el momento de volverlas a escuchar. Pueden ofrecer pausas que beneficien una atención fresca del oyente y permitir también un ritmo más humano para los periodistas, que necesitan tomar aliento en el ritmo frenético de la radio que nunca para y que considera el silencio como un grave error. Y esta pregunta se hace importante cuando descubro que en el podcasting hay maravillosos contenidos sonoros disponibles sin esas interrupciones de cuñas, por lo que permiten otro ritmo de escucha. ¿A usted le hace falta ser interrumpido por cuñas?
Y sospecho que las pausas publicitarias son tan benéficos como riesgosas, por propiciar que los contenidos radiales que oímos terminen por ser demasiado cortos para ser comprendidos realmente.
En esta ocasión quise hacer un informe breve pero completo, para que explicara bien por qué es importante que Obama, el primer presidente afroamericano de Estados Unidos haya hablado de la culpabilidad de Bill Cosby -el gran ícono afroamericano de la comedia y la televisión- como violador en serie. Y es que esa acusación es realmente seria y dura.
Aquí está pues el episodio para que usted lo escuche, adelante las tres pausas de «no-cuñas» si lo prefiere, devuelva los fragmentos que le llamen la atención (yo lo hago para intentar entender mejor las breves partes en inglés en la voz de Bill Cosby, de Obama o de Whoopi Goldberg). Y es que esto es podcast, aquí todos llegamos a tiempo para oír el principio. Tenemos el control de lo que oímos, adelantando, pausando y atrasando. Eligiendo el momento oportuno para oír y el sitio ideal, pues todos los podcasts se pueden oír en línea o descargar para escuchar después, enteros o por fragmentos. Es el oyente el que decide qué, cuándo y dónde lo oye; y que además puede publicar sus comentarios a cada episodio, que serán vistos por todos los nuevos oyentes que vengan detrás.
¿Qué opina usted?