Creo que empresas como Spotify hacen una ruptura importante e interesante en el mercado del consumo de música. Y no solo de canciones, sino también de contenidos hablados. Es decir… lo que hasta hoy nos ha suministrado la radio.
Y yo sé que hay gente que trabaja en radio y ve mis publicaciones en este blog /podcast y en Facebook, y que piensa que yo estoy en contra de la radio como medio, pero yo siento que es justamente lo contrario, que estoy tan a favor de la radio que me entusiasman mucho las cosas bonitas que vienen y me da impaciencia llegar al siguiente nivel en este audio-juego (que no video-juego). Como algunos dirían, ya empezó la (R)evolución de la radio. Ya no por ondas sino por datos, pero igualmente llegando a nuestros oídos, corazones y cerebro.
Las cosas han cambiado mucho en tiempos recientes. En una entrevista a su nieta, el célebre «Padrino» de la radio en Colombia, Alberto Piedrahita Pacheco declaraba que su mejor compañero era el transistor, pero yo creo que ella a la misma pregunta probablemente responda «el celular».
Spotify todavía no es la solución definitiva para reemplazar a la radio. Pero sí que va por muy buen camino. Y lo hace desde un ángulo totalmente distinto al que podían predecir las compañías que siempre se dedicaron a transmitir sonidos por radio y que sólo vieron «competencia» en las otras emisoras y no en los emprendimientos digitales.
Oye el audio de este podcast, que NO es lo mismo que está escrito. Son contenidos complementarios. Además, si no lo oyes te pierdes de compartir conmigo la sorpresa de la dona gratis. Perdón por el spoiler si todavía no le has dado play al audio.
¿Te acuerdas de que Taylor Swift había peleado con Spotify y había sacado su música de la plataforma? Pues recientemente regresó y volvió a poner su catálogo de discos disponible. Es que la industria convencional ya no le puede dar la espalda a lo que está ocurriendo. Excluír a tantos oyentes ya no parece sensato.
Como venía diciendo escribiendo, Spotify anunció que ya tiene más de 140 millones de suscriptores activos. Si eso no es una competencia fuerte para la radio convencional, especialmente para la radio tipo «tocadiscos con antena» que solo pasa música como contenido principal (y a veces único) entonces no sé qué es competencia. El anuncio del incremento de oyentes lo hicieron en vísperas del festival de creatividad publicitaria de Cannes, lo que deja ver que el fortalecimiento de esta forma de oír música y programas apunta en serio a competir con la radio tradicional por la torta publicitaria.
Leíste bien: música y programas. Spotify ha añadido numerosos podcasts hablados para completar su oferta. De hecho, mi podcast YA ESTÁ disponible en Spotify. No están todos los episodios diarios, pero si están los 12 especiales de la #SerieBlu, y ya vienen los otros 12 de la segunda temporada. Yo me enteré después de haber grabado y publicado este episodio que comparto en el reproductor de audio que ves arriba. La dona (spoiler alert) y mi podcast en la plataforma son suficientes para darme a mi mucha alegría. Pero hay aún gente que no le ve futuro, hay que reconocerlo.
Como dije en el audio, la reinversión de los enormes ingresos de publicidad en adquirir más músicas para que estén disponibles (y más podcasts, espero) es fuerte. Los costos en dar dinero a los sellos discográficos son enormes y muchos se preocupan por la sostenibilidad del modelo de negocio de Spotify. Pero tranquilos, Spotify ya metió la cabeza y por ese hueco pasará también el cuerpo de Apple Music, Deezer, Google Play Music, Napster (antes Rhapsody), Tidal y hasta Claro Music. Esa (r)evolución viene con cola. Hay empresas grandes y fuertes interesadas en poner patas arriba el mundo sonoro de lo que antes era exclusivo solo de la radio. Es poco probable que este cambio tenga reversa. Además, Apple y Napster ya antes le habían dado la vuelta a este disco, que ahora parece tener más músicas para que todos bailen.
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