La radio no cambia. ¿Debería?

Quizás no debería cambiar porque es la tradición que funcione como ha funcionado por generaciones. Lo que no se ha dañado ¿para qué arreglarlo?

La mayoría de las personas que crecimos oyendo radio en todas partes seguimos esperando que suene con las mismas ventajas: con puntualidad, sonando siempre igual a la misma hora para que podamos acompañar hábitos rutinarios; y con ubicuidad, para que podamos oírla aún en los sitios más remotos de la geografía. Que no cambie, que no quiten los programas a los que estamos acostumbrados y que no cambien las voces que ya nos inspiran confianza.

Pero no es lo mismo decir «la radio» que «los radios», entenderla como un medio de comunicación que como aparato.

 

Episodio Podcast:

Descarga el episodio podcast

 

Si bien nuestra sociedad sigue emitiendo y recibiendo señales en AM y FM, en el mundo hay países que ya usan Radio Digital Terrestre. No hace mucho comentamos aquí el caso de Noruega, el primer país que dio el paso definitivo y completo, que luego van siguiendo poco a poco otros 30 países como Inglaterra. Los asiduos visitantes a los Estados Unidos hablan con frecuencia de la Radio Satelital y de sistemas digitales como Pandora, que no son radio pero que si la reemplazan para muchos usuarios.

 

 

Aparatos nuevos.

Vivimos en el pleno auge de los altavoces inteligentes, conectados a Internet y con funcionalidad renovada que si reemplaza a lo que antes en Colombia llamábamos el «equipo de sonido». No tendrán la potencia exorbitante de los parlantes del barrio en las ciudades del Caribe colombiano, no son «picós», ni mucho menos; pero si son inteligentes y responden a comandos de voz.

Como el Echo de Amazon, el Google Home y el Apple HomePod. Son aparatos simples e inteligentes, que te oyen, reciben tus órdenes y las obedecen. Atrás quedan las modas de equipos con un montón de botones, luces, dial con numeritos y aguja, perillas por girar y cables para conectar bafles. Estos aparatos actuales se conectan via Wifi y punto; tienen un botón para encendido, 2 para volumen ya está todo completo.

Ya no tienes que sintonizar emisoras sino pedirles que pongan tu programa favorito. Y claro, si quieres oír un noticiero o la transmisión de un partido, también puedes pedirle que vía TuneIn pongan el audio de lo que hoy en Latinoamérica se sigue oyendo por AM y FM. Pero ¿Por cuánto tiempo?

También se pueden conseguir en tiendas de cadena, grandes superficies, supermercados y en puestos de accesorios para celulares varios tipos de parlantes Bluetooth que se conectan al celular y dejan oír allí todo el Youtube que quieras, con la programación que escojas.

 

 

¿Dónde se consigue un receptor de radio nuevo?

Enfoquémonos en la radio tradicional. Quien tenga un viejo equipo de sonido con cassette, tocadiscos o CD, seguramente también tiene radio en el mismo aparato. ¿Y si quiere uno nuevo? Difícil, pues cuando quiera comprar un nuevo equipo de sonido probablemente se va a encontrar en el almacén más bien con una «barra de sonido» que haga juego con su televisor o que reciba también el sonido de su celular con Spotify, Deezer o Youtube.

Los vigilantes de la cuadra ¿usan todavía los radios de transistores? O quizás ahora es más común ver porterías de conjuntos de edificios en las que hay televisión interna y externa mezclando cámaras de vigilancia y servicios de televisión por cable. ¿Dónde quedaron los receptores de radio? ¡En los carros! Pero ya no en las busetas colombianas, y cada vez menos en los buses urbanos e intermunicipales.

De ahí que el escenario ideal para que las emisoras brillen sean los carros particulares, y especialmente los trancones en horas pico. Pero cada día hay más gente oyendo podcast o música en Deezer y Spotify con su teléfono vinculado por USB o por un cable al radio del carro.

Y todo parece indicar que en un par de semanas Spotify anunciará su nuevo dispositivo para oír Spotify en los carros. En el mismo segmento de los altavoces inteligentes podría llegar ese aparato que de un vuelco al mercado y ponga en jaque a la radio convencional y tradicional al aire en AM y FM.

O no.

Amanecerá y oiremos.

Lo que me ha llevado a toda esta reflexión, es que esta semana encontré que ¡en una cacharrería! si venden receptores de radio… pero son USB. Tal como relato en el episodio podcast adjunto a esta entrada al blog.

Supongo que ya oficialmente un radio es un cacharro.