Corría el año 2008, habían pasado cuatro años desde el nacimiento de Facebook. Mark Zuckerberg aún no estaba en el top 10 de los hombres más ricos del mundo y en los Estados Unidos iniciaban las campañas presidenciales. Todos se imaginaban unas elecciones tradicionales, iguales a las que habían vivido hasta ahora, suponían que el principal diferencial entre candidatos sería que uno de ellos era afrodescendiente, algo que hasta el momento era impensable para quien pudiese llegar a la Casa Blanca.

El color de piel de Barack Obama no fue el único elemento que sobresalió, el uso de las redes sociales, hasta ese momento tan desconocidas (Por lo menos en procesos electorales), fue y ha sido, un ejemplo a seguir. Él dio el primer gran paso en lo que sería la “nueva forma de hacer política”.

Esta historia seguramente muchos la conocen, no en vano se dio a Obama la nominación de “El rey de las redes sociales”. Incluso quienes trabajamos en comunicación digital política nos la sabemos de memoria, muchos han tratado de copiarla, unos con mejores resultados que otros y ahí está una oportunidad para nuestro campo. Todavía, por lo menos en Latinoamérica, hay mucho por hacer.

La comunicación digital política se ha convertido en uno de los temas de conversación obligados cada vez que inician campañas políticas para elecciones locales, nacionales e internacionales, hablamos de sus apariciones en redes, de sus escándalos en las mismas, de su discurso a través de ellas…Pero, ¿realmente tenemos claro el concepto? Quisiera referirme a cuatro claves y algunos ejemplos, que permitan aclararlo.

Para hablar de Comunicación Digital Política, habría que desglosar inicialmente el término COMUNICACIÓN. Lo primero a tener en cuenta es que procede del latín communicare que significa “hacer a otro partícipe de lo que uno tiene” y ahí está la primera clave para hacer un trabajo efectivo en redes sociales: debemos construir perfiles sociales para la gente, no sólo para el candidato o exclusivamente para un momento electoral, hacerlo es una decisión de vida del personaje político, decisión que se debe mantener.

Como segunda clave, tengamos en cuenta que el usuario de hoy, votante potencial o ciudadano político que puede decidir participar en cualquier momento quiere tener una comunicación de doble vía, no simplemente ver información publicada en una cuenta en Facebook o en Twitter, más parecida a una bitácora de un personaje que busca desesperado ser elegido, que a una cuenta poderosa que busque satisfacer las necesidades de esos usuarios.

¿Cómo saber qué comunicar? Aquí viene la tercera clave. Es importante conocer las necesidades de la comunidad a la que vamos a dirigirnos. Como se evidenció en las campañas políticas de Obama en el 2012 y la de Macron, presidente electo de Francia, ambos contaron en sus estrategias con equipos de programadores, matemáticos y expertos en big data que cruzaron información y construyeron bases de información principalmente con datos demográficos, etarios, sociales, culturales y económicos de los posibles electores, que finalmente sirvieron para que su estrategia e comunicación digital política estuviera orientada de primera mano las necesidades del público y supieran qué y dónde publicar.

Finalmente, 9 años después de que Barack Obama inaugurara la tendencia de hacer política en redes sociales, ha quedado claro que la comunicación en estos espacios sociales debe ser directa, incluso en algunos casos, como el visto en la campaña de Donald Trump, los social media se vuelven extensiones de la personalidad del candidato. No sólo se habla con la comunidad como si la persona estuviera de forma física, sino que lo hace tal cual como cuando lo ven en un mitin político. Esta sería la cuarta clave.

En conclusión, y desde mi perspectiva son 4 las claves para entender la forma de hacer comunicación digital política:

  1. La presencia en redes sociales de un candidato, debe ser natural, parte de su decisión de vida de estar en ese entorno digital. Deben hacer partícipe a la comunidad.
  2. El votante de hoy quiere conversar, no infoxicarse con mensajes de una sola vía buscando su voto.
  3. La estrategia de comunicación digital política debe conocer los intereses de su audiencia, usando herramientas como el Big Data.
  4. Las cuentas de redes sociales de un candidato político son la extensión de su personalidad y deben ser directas.

El propósito de este blog es conversar acerca de las claves, casos de éxito y en general el papel de los social media en la forma de hacer política. Nos seguimos leyendo.