Según las causas, se pueden distinguir cuatro tipos de migraciones: económica, familiar, cultural y forzosa. Esta última se diferencia de las tres primeras porque se hace contra la voluntad del individuo. La búsqueda de oportunidades laborales es la motivación principal de la migración económica, mientras que el trámite y las posibilidades de reagrupación familiar en el exterior son las que determinan la migración familiar.

También se encuentra la migración cultural, la cual se genera a partir de intercambios culturales, académicos o de estilo de vida. Por último, la migración forzosa se da por causas naturales (como desastres o atentados contra el medio ambiente) o por razones políticas que amenazan los derechos fundamentales, la integridad y la vida del ser humano.

Para el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, en 2012 aproximadamente 4.7 millones de colombianos se encontraban en el exterior. El Banco Mundial estimó en 2011 que los cinco principales destinos de los colombianos que deciden o se ven forzados a salir son: Estados Unidos (28.8%), Venezuela (28.4%), España (17.6%), Ecuador (8%) y Canadá (2,1%).

En 2016, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estimó que existen más de 400 mil refugiados colombianos en 31 países del mundo; siendo Venezuela, Ecuador, Panamá, Canadá y Estados Unidos los principales receptores. La migración forzada representa el 8% del total de los colombianos en el exterior. Según estos datos, escapar del conflicto armado no es la principal razón para salir de Colombia.

Los estudios empíricos demuestran que la migración forzosa por causa de la violencia política se da en los países limítrofes con Colombia. No obstante la gran mayoría sale en busca de opciones laborales que mejoren su calidad vida (Ver Perfil Migratorio de Colombia 2012) . Por ejemplo, la encuesta de caracterización del colectivo colombiano para el retorno en situación de postconflicto [1], le preguntó a 700 colombianos en España las razones por las cuáles salió del país. Los resultados son que el 60% salió en búsqueda de mejores oportunidades laborales, el 28% por motivos personales, el 8% por motivos familiares y otro 8% por causas del conflicto armado urbano y rural.

Otro estudio sobre la migración colombiana en Argentina, dice que el 57% de los colombianos migraron a ese país por razones de estudios. El 14% lo hizo por trabajo, el 12% por motivos familiares, otro 12% por estudio y trabajo y menos de un 5% por otros motivos entre los que se identifica la migración forzada por culpa de la violencia y el conflicto armado. La encuesta se la hicieron a 1561 personas.

La manera de cómo se concibe el Estado es lo que determina el análisis del discurso migrante. Haciendo un breve repaso, con la revolución francesa y norteamericana aparece el estado liberal para hacer resistencia al poder absoluto. El ciudadano no depende ni de su origen familiar ni de los privilegios que le otorga el soberano; el ciudadano se convierte en un sujeto activo en la vida pública que exige la defensa de los derechos fundamentales: el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad de conciencia y a la propiedad. Los migrantes que no esperan absolutamente nada por parte del Estado suelen identificarse con este modelo.

A principios del siglo XX, la revolución rusa pretendió superar las deficiencias del estado liberal, caracterizado por la concentración de la propiedad y la desigualdad. El poder político no residía en un ciudadano sino en una clase social: el proletariado o trabajador asalariado. Cuando se pertenece a esta clase ya no solo se disfruta de derechos civiles y políticos, sino también sociales y económicos. El modelo de masas del estado soviético se propuso sustituir la dictadura de la burguesía por la dictadura del proletariado.

Posteriormente, el estado liberal se transformó en un estado liberal-democrático o estado de bienestar. La transformación más importante se dio en lo económico y lo social. Prevaleció un modelo de economía mixta donde el sector público y el privado pueden intervenir en la economía. El Estado se convirtió en un prestador de servicios y bienes sociales para el ciudadano en materia de salud, educación, vivienda pública y familias. La crisis económica, el endeudamiento público, el malestar social y la dificultad para procesar las complejas demandas ciudadanas se convirtieron en amenazas constantes para el estado de bienestar.

Colombia no es un estado de bienestar. Contempla unos derechos fundamentales, civiles, sociales y económicos protegidos por la constitución; pero no tiene un “carácter asistencialista” que obligue al Estado a proveer de bienes y servicios públicos a todos sus ciudadanos. Los servicios públicos se prestan desde la empresa privada y bajo un modelo neoliberal. Colombia es un experimento, una paradoja que contiene elementos de un estado de bienestar en el papel pero con modelos de desarrollo neoliberal en la práctica.

Cualquier migrante debe saber que la migración es un comportamiento natural y más antiguo que la misma creación de los estados, que se da por circunstancias voluntarias y no siempre forzosas. En Colombia, la migración aún siendo mayoritariamente laboral presenta una escasa representación en la agenda del gobierno y del poder legislativo. Cada vez y con mayor fuerza, las causas del conflicto armado han tomado la vocería de una migración originalmente diversa, amplia y variada.

@JavierUrreaC

 

[1] ¿Volver a Colombia? Caracterización del colectivo colombiano para el retorno en situación de post-conflicto. AESCO, Madrid, 2016.

Colaboran @JimenaRivera y @ClaudiaRMoreno