El distraído tropieza con la piedra, el violento la usa de proyectil y el que desiste se sienta encima de ella; pero el artista saca de la piedra una escultura. La reflexión del hombre y la piedra nos debe servir para pasar de la indignación a la acción, frente a un Estado que ve a la ciudadanía colombiana como un negocio. Los colombianos en el exterior reciben el 2017 con la piedra del impuesto de timbre nacional. Aquí algunas generalidades:
- El impuesto de timbre es obsoleto y arcaico. Su origen data desde la época de la colonia española, es decir que es más antiguo que la misma República de Colombia.
- Gracias a ese impuesto, tenemos en el exterior el pasaporte más costoso de Latinoamérica y uno de los más caros del mundo. ¡Cuesta casi medio millón de pesos para los colombianos en el exterior!.
- El impuesto de timbre vulnera el derecho a la igualdad. Están exentos la banca, operaciones bursátiles y diplomáticos. ¿Por qué los colombianos en el exterior no? Por ejemplo, un diplomático que gane alrededor de 10 mil dólares no debe pagar ese impuesto.
- En el marco de la última reforma tributaria de 2016 el Ministerio de Hacienda respondió a un derecho de petición ciudadano asegurando que “no incluirían modificaciones al impuesto” y “coincidencialmente” lo incrementaron en un 10% mediante decreto gubernamental 2200 del 30 de diciembre de 2016.
- Subieron el impuesto de forma silenciosa el 30 de diciembre cuando los colombianos estaban concentrados en las fiestas de fin de año. Es un desaire evidente para una comunidad que aporta en promedio 4 mil millones de dólares anuales en remesas y no recibe una justa retribución por dicho aporte.
- La DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia) considera que el impuesto de timbre debe desaparecer. El impuesto es ineficiente y no le sirve a un sistema tributario moderno. El impuesto es engorroso y tiene un nivel bajo de recaudación. Dicho por la misma DIAN.
- El impuesto viola el principio de progresividad tributaria ya que es incapaz de repartir la carga tributaria según la capacidad distributiva, es decir que exonera a los que tienen y en muchas ocasiones le cobra a los que no tienen.
- El colombiano en el exterior está harto de que únicamente lo vean como un negocio. El colombiano en el exterior no es un cajero automático que solo sirve para enviar dinero al país y sostener la economía nacional.
- La idea de eliminar el impuesto de timbre es de origen ciudadano. Cada vez se están sumando más personas, plataformas, medios y políticos.
- Existe una causa ciudadana común para los colombianos en el exterior: la solicitud de la exención y posterior eliminación del impuesto de timbre nacional. Se vienen manifestaciones a nivel mundial el 9 de febrero de 2017 a las 11 hora local en los consulados y crece el uso de herramientas ciberparticipativas, como decidimos.co.
Paso a paso, la ciudadanía va entendiendo que la diferencia no está en la piedra, sino en lo que hacemos con ella; así como como lo hizo David con Goliat.