Estados Unidos siempre ha sido, de alguna forma, un elemento influyente en el desarrollo político, social y económico de Colombia. Nuestro país se ve afectado, de una u otra forma, por las políticas, acciones y decisiones de los Estados Unidos. El hecho de sentir la superioridad de Estados Unidos con respecto a la nación propia genera rechazo, cierta sensación de impotencia y otros sentimientos y reacciones que desencandenan una tendencia anti-americanista, aprovechada muchas veces, lamentablemente de manera negativa, por algunos políticos para crear sus plataformas electorales en Colombia.

Ahora, no es posible ignorar que en varias ocasiones históricas sectores de la sociedad en Colombia han sentido sus libertades coartadas, la soberania violada y el desarrollo restringido por las políticas y acciones americanas.  Sin importar si tales sentimientos y percepciones tienen validez o no, el hecho es que se manifiestan y por ello no se pueden desconocer. Adicionalmente la historia de nuestras relaciones con los Estados Unidos ha sido marcada por elementos y sucesos coyunturales que se han convertido en el foco de cualquier intercambio político, diplomático y hasta económico. Aspectos como la lucha contra las drogas, la guerra interna que vive Colombia y la estabilidad política y social de la nación, son elementos que desvían de su cauce normal las relaciones entre los dos países, haciéndolas algunas veces mas fuertes y estrechas y en otras mas débiles y conflictivas.

Si bien es cierto que Estados Unidos interviene en Colombia para proteger sus intereses, que es realmente lo que cualquier nación haria en su posición, no hay nada más alejado de la realidad que pensar que nuestras relaciones con los americanos sean un error o que estén marcadas por una total desventaja que favorece a los Estados Unidos y perjudica a nuestro País. Colombia y los Colombianos nos hemos beneficiado, y nos seguimos beneficiando, de tener a esta nación como uno de nuestros principales aliados. Solo basta con mirar algunas estadísticas que demuestran la importancia que para nuestro país tiene esta relación:

         Las remesas de Colombianos en el exterior se estimaban hace 3 años entre US$1.200 y US$1.500 millones de dolares anuales. De las cuales mas del 80% provienen de los Estados Unidos. Hoy esa cifra supera los US$2000 millones de dolares al año.

         Colombia exportó cerca de US$ 8,500 millones  y compró casi lo misma cantidad, según datos del Ministerio de comercio exterior, en el año 2005. Uniendo las exportaciones y las remesas del exterior, poco más del 50% de lo que Colombia recibe como ingresos proviene de Esta nación.

         Segun la Embajada de Colombia en EEUU “El cálculo oficial de la Oficina del Censo de los Estados Unidos asegura que hay cerca de 500.000 Colombianos legales en los Estados Unidos….. Sin embargo, la verdadera cifra se puede acercar a los 2 millones”

Estas cifras muestran claramente la importancia económica y social que tiene la relación con los Estados Unidos para Colombia.

Nuestro país es una nación que, a pesar de las tremendas dificultades que enfrenta, se puede sentir bien librada dentro del contexto latinoamericano. Nuestras perspectivas económicas, sociales y políticas son mucho más alentadoras que las de la mayoría de las naciones latinoamericanas, aún con el nivel de violencia que hemos vivido. Sin embargo, para poder enfrentar exitosamente estos problemas y aprovechar nuestras fortalezas, el país necesita involucrarse decididamente en el concierto mundial y Estados Unidos es obviamente un punto de apoyo fundamental. No quiere decir esto que nuestra soberanía pueda ser menospreciada y que aceptemos todas las condiciones y deseos del gobierno americano, pero sí que reconozcamos su importancia para nuestros propios intereses y los intereses comunes. Es realmente una cuestión de intereses nacionales que se deben orientar a mantener y cultivar una relación que es beneficiosa para nosotros. Manifestaciones anti-americanas, basadas en la demagogia y no siempre en la realidad, de quienes ven a estados Unidos como un Imperio arrasador, solamente demuestran que ignoramos la nueva situación global. Este mundo se esta llenando de bloques políticos y económicos. Aqui ya no hay naciones que sobrevivan por sí solas. Tenemos que decidir nuestro futuro uniéndonos a los bloques donde está la riqueza y el desarrollo, o a los bloques donde está el subdesarrollo y la pobreza. Nuestro país se beneficiaría aun más del mercado mas rico del mundo, si en vez de enfocar nuestras relaciones con los EEUU en los problemas bilaterales de la droga y la guerra interna que vivimos,  las enfocamos en las fortalezas: el comercio, el turismo, la biodiversidad, la cooperación tecnológica, social y educativa.  Además, Estados Unidos necesita mercados para sus productos y necesita países ricos para que se conviertan en centros de capital, de inversión y de desarrollo económico, que al fin de cuentas es lo que genera riqueza y desarrollo para ellos tambien. Nuestra pobreza no solo es algo negativo para nuestro desarrollo social y económico, lo es para el desarrollo de los Estados Unidos. El interés americano en el desarrollo de los países con los que tiene buenas relaciones no es gratis, pero si esto representa beneficios importantes para nuestro desarrollo es necesario que lo pongamos en el contexto que debe ser, que es el de nuestro propio desarrollo y beneficio. Nuevamente cito el ejemplo de la China y la India, países con corrientes políticas y culturales muy diferentes a la americana pero empeñados en afianzar su integración económica con este país, sacando millones de personas de la pobreza en esos paises y  perfilándolos como las nuevas potencias económicas del futuro. Es el momento de que en Colombia desarrollemos esa mentalidad y valoremos nuestros estrechos lazos con la potencia del norte como una oportunidad, no una amenaza